Construida estratégicamente en un promontorio próximo a las colinas de Mokattam, al este de El Cairo, la Ciudadela de Saladino es uno de los conjuntos históricos más importantes de la ciudad y una pieza clave del Cairo Islámico o Cairo Histórico, zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.
Visitar esta imponente fortaleza medieval supone sumergirse de lleno en la historia islámica tanto de la propia capital egipcia como de Oriente Medio y el norte de África en su conjunto. Descubrir sus mezquitas, palacios, museos y demás elementos arquitectónicos es una excelente manera de conocer los delicados matices de la arquitectura islámica de distintas épocas y, al mismo tiempo, ir descubriendo las huellas que ahí plasmaron los gobernantes ayyubíes, mamelucos, otomanos y jedivales de Egipto a lo largo de su larga historia, desde el siglo XIII hasta el XIX.
- Historia de la Ciudadela de Saladino
- Qué ver en la Ciudadela
- Consejos para visitar la Ciudadela de Saladino
- Dónde comer cerca de la Ciudadela de Saladino
- Dónde dormir cerca de la Ciudadela de Saladino
Historia de la Ciudadela de Saladino
El gran sultán ayyubí Saldaino fue el primero en ordenar la construcción de una fortaleza en las colinas de Mokattam, a finales del siglo XII, pero no fue hasta el reinado del sultán Al-Adil I, en la primera década del siglo XIII, que la fase inicial de la obra fue concluida y la Ciudadela se convirtió en la residencia de los gobernantes egipcios. Y lo seguiría siendo durante casi siete siglos, hasta que el Jedive Ismail Pachá trasladó su residencia al nuevo, y céntrico, Palacio de Abdín, en 1872.
A lo largo de su dilatada historia, la Ciudadela del Cairo experimentó distintas trasformaciones, incluso, el nivel original del suelo se incrementó significativamente por la construcción superpuesta de distintas estructuras. Las modificaciones realizadas por el sultán mameluco al-Nasir Muhammad en el siglo XIV y la profunda reforma llevada a cabo por el gobernador otomano Mehmet Alí, ya en el siglo XIX, fueron los cambios más relevantes sufridos por la antigua Ciudadela, aunque no los únicos. El continuo proceso de construcción y reconstrucción del gran complejo defensivo reflejó, durante siglos, los cambios políticos y culturales de la ciudad y, por extensión, del país.
En cualquier caso, la Ciudadela fue testigo de algunos de los acontecimientos más significativos de la historia egipcia, desde su construcción hasta el final de la dinastía de Mehmet Alí, la última casa reinante en Egipto, que ostentó el poder desde principios del siglo XIX hasta la revolución de 1952, momento en el que nació la moderna república egipcia. Hoy en día, los muros, salones y explanadas levantados por Saladino y sus sucesores aún muestran las huellas de aquellas fascinantes historias vividas entre el desierto y el viejo Nilo.
Qué ver en la Ciudadela
Dividida en dos grandes sectores, el Recinto Norte (de carácter más bien militar) y el Recinto Sur (religioso y palaciego), la Ciudadela ofrece todo tipo maravillas, desde mezquitas y palacios hasta elementos clave de la arquitectura militar.
Mezquita de Mehmet Alí Pasha.- Conocida también como la Mezquita de Alabastro, este inmenso templo –el edificio más grande en su tipo durante la primera mitad del siglo XIX– fue construido en 1830 y 1848 por orden del gobernador otomano Mehmet Alí, cuyo mausoleo se encentra al interior. De planta cuadrada, con una gran cúpula central soportada por cuatro medias cúpulas, el edificio está inspirado en la Mezquita Nueva de Estambul. Además, sus dos minaretes “gemelos”, de 84 metros, son los más altos de Egipto.
Un detalle curioso es que en el patio exterior de la mezquita se encuentra una torre con un reloj de cobre que el rey Luis Felipe I de Francia regaló a Mehmet Alí Pasha en 1845, como gesto de agradecimiento tras haber recibido unos años antes, por parte del sultán, el gran obelisco de Ramsés II que hasta el día de hoy decora la parisina Plaza de la Concordia.
Mezquita de al-Nasir Muhammad.- Construida dos veces, en 1318 y 1335, y considerada la mezquita real durante el periodo mameluco, es uno de los monumentos más destacados de la Ciudadela debido a su ecléctica fusión de tradiciones arquitectónicas. Esta mezquita hipóstila se encuentra también en el Recinto Sur, junto a la de Mehmet Alí, y está decorada con versos coránicos y hermosas figuras geométricas. Sus dos minaretes, profusamente decorados, son uno de sus principales atractivos.
La Mezquita de al-Nasir fue expoliada durante la dominación otomana y, posteriormente, convertida en cárcel y almacén durante la ocupación británica (1882-1956). Afortunadamente, distintos esfuerzos de restauración realizados a partir de 1948 han logrado recuperar el esplendor del edificio.
Mezquita de Suleyman Pasha.- La única ubicada en el Recinto Norte, esta mezquita del siglo XVI es una de las escasa muestras de arquitectura “clásica” otomana en toda la ciudad de El Cairo. Se trata de un templo mucho más modesto que las otras dos grandes mezquitas de la Ciudadela, pero resulta peculiar tanto por su arquitectura como por el hecho de que fue construida para el uso exclusivo de los temidos jenízaros, soldados de élite que conformaban la guardia personal del sultán otomano.
Palacio de Gawhara.- Residencia de la última esposa de Mehmet Alí, Gawhara Hanem, y sala de audiencias del propio gobernador, el palacio se encuentra frente a la mezquita del mismo Mehmet Alí Pasha y es un hermoso ejemplo de arquitectura otomana con fuertes influencias europeas. Profusamente decorado (de ahí el sobrenombre de Bijou Palace), el palacio fue construido en 1814 por artesanos provenientes de lugares tan dispares como Grecia, Bulgaria, Albania y Turquía, así como por arquitectos franceses. En cualquier caso, se trata de un lugar más que peculiar, que refleja los usos y costumbres de la élite gobernante de una época específica de la historia egipcia.
La Mezquita de al-‘Azab, el Palacio de al-Ablaq, la cisterna de Ya’qub Shah al-Mihmandar, el Museo-Jardín arqueológico, el acueducto mameluco, el pozo de Saladino, la puertas, murallas y baluartes, las plazoletas, fuentes y jardines, entre tantos otros elementos, terminan por dar forma y fondo a este enorme complejo militar, religioso y palaciego.
Además de palacios y mezquitas, la Ciudadela de El Cairo también alberga tres museos que, desde luego, pueden formar parte de cualquier visita a este imponente recinto.
Museo Militar Nacional Egipcio.- Abierto al público en 1949, este espacio del Recinto Norte ocupa unas antiguas residencia palaciegas construidas por Mehmet Alí Pasha en 1872 y está dedicado a narrar la dilatada historia militar egipcia desde la época faraónica hasta nuestros días.
Museo de Vehículos Reales.- Situado a un costado del acceso principal de la Ciudadela, este pequeño museo inaugurado en 1983 muestra una colección de vehículos oficiales que pertenecieron a la familia de Mehmet Alí, así como distintas antigüedades y objetos relacionados con ellos.
Museo de la Policía.- Alojado en la antigua prisión de la Ciudadela, este museo narra la historia de la policía egipcia y cuenta con salas dedicadas a cada periodo histórico. El museo también documenta las batallas, asesinatos y crímenes más importantes de la época moderna, además de la evolución de los uniformes y el armamento utilizado por las fuerzas de seguridad.
Consejos para visitar la Ciudadela de Saladino
Este gran recinto, que abre sus puertas todos los días de 9 a 17 horas, es una joya histórica y arqueológica egipcia que, desde luego, hay que visitar –por lo menos durante un par de horas, si no es que más; según los intereses de cada quien–, pero también hay que tener en consideración un par de cosas:
Código de vestimenta.- La Ciudadela y sus mezquitas componen un recinto musulmán y es importante vestir adecuadamente. No utilizar pantalones cortos y camisetas sin mangas, y especialmente en el caso de las mujeres cubrirse la cabeza con un pañuelo, son señales de respeto que siempre serán bienvenidas. Además, no se puede entrar con zapatos en ninguna mezquita, así que aquellos que quieran evitar ir descalzos no olviden llevar calcetines.
Rezo de los viernes.- Aunque el recinto está abierto, no se recomienda visitar la Ciudadela a partir del mediodía del viernes, que es cuando comienza la Yumu’ah u oración del viernes, un momento muy importante para la fe islámica.
Cuidado con el sol.- La Ciudadela es un recinto enorme y puede llevar algo de tiempo desplazarse de un lugar a otro, así que siempre es importante protegerse del inclemente sol egipcio, así como mantenerse bien hidratado.
Y en una nota más ligera, no hay que olvidar que la ubicación de la Ciudadela de Saladino hace que desde ahí se puedan apreciar unas vistas panorámicas totalmente espectaculares de la ciudad de El Cairo, particularmente desde la explanada contigua a la mezquita de Mehmet Alí. ¡Imprescindibles!
Dónde comer cerca de la Ciudadela de Saladino
Dentro del recinto de la Ciudadela del Cairo suele haber algunos kioscos que venden agua y poco más, pero no hay ningún restaurante. Sin embargo, a los pies de la gran fortaleza medieval, aún dentro del Cairo Histórico, el entorno de la Plaza Saladino (o Plaza de la Ciudadela )y las enormes mezquitas del Sultán Hassan y Al Rifa’i sí que ofrece distintas opciones, desde puestos de comida rápida hasta cafés y restaurantes de todo tipo.
Otra buena opción son los establecimientos que se encuentran en el parque Al-Azahar, una de las áreas verdes más agradables de la ciudad. Ubicado algo al norte de la Ciudadela, aunque bastante cerca, este es un lugar ideal para comer algo y relajarse dando un paseo entre frondosos jardines.
Por supuesto, una tercera alternativa son los 3 restaurantes del hotel Barceló Cairo Pyramids; 3 propuestas gastronómicas que ofrecen tanto platos locales como internacionales, siempre con los mejores ingredientes y el mimo que caracteriza a los equipos culinarios de Barceló Hotel Group.
Dónde dormir cerca de la Ciudadela de Saladino
Ubicado entre la ribera del Nilo y la meseta de Guiza, a escasos 4 kilómetros de las legendarias pirámides de Keops, Kefren y Micerinos, el Barceló Cairo Pyramids es la opción perfecta para disfrutar de una estancia inolvidable en El Cairo. Sus 236 amplias habitaciones –algunas con impresionantes vistas a las pirámides–, su oferta gastronómica de primera línea, su magnífica piscina exterior climatizada y su espectacular terraza panorámica son solo algunas de las ventajas que ofrece este excepcional 4 estrellas parte de Barceló Hotel Group.