Reconocida como la Capital Verde de Europa por la Comisión Europea en 2016, esta desconocida capital conjuga un centro histórico peatonal con infinidad de espacios verdes y proyectos de revitalización urbana autogestionados como el barrio de Metelkova.
Con sus castillos, lagos y cuevas de ensueño, y una capital, Liubliana, considerada la más verde de Europa, este pequeño país centroeuropeo es una joya aún por descubrir.
La fortaleza de los Habsburgo se alza sobre una colina que ofrece las mejores vistas panorámicas de la ciudad y el río Ljubljanica, con un acceso fácil y divertido en teleférico.
Las aguas color esmeralda de este hipnótico lago de origen glaciar cuentan una leyenda que tiene que ver con la iglesia que se alza en una isla en su centro.
Con sus más de seis kilómetros de galerías y el cañón subterráneo más grande conocido, este sistema kárstico atravesado por el río Reka ha fascinado a los seres humanos desde hace milenios.
Si el castillo legendario del caballero Erazem fascinó a George R.R. Martin, el creador de Juego de Tronos, recorrer las cuevas en un tren del siglo XIX es una experiencia mágica.
A apenas 15 minutos del centro, un antiguo recinto militar es desde los 90 uno de los barrios autogestionados de cultura alternativa más importantes de Europa.
El parque más grande y hermoso de Liubliana combina naturaleza virgen con reclamos culturales como el Castillo de Tivoli (Centro Internacional de Artes Gráficas), la Mansión Cekin (Museo de Historia Contemporánea de Eslovenia) y la Avenida Jakopič.
Esta obra maestra del art nouveau en homenaje al emperador Francisco José I ha ganado fama por su vínculo con la leyenda de Jasón y los argonautas.
La Catedral de San Nicolás es una de las joyas arquitectónicas más importantes del país que conserva unos frescos impresionantes y majestuosos en su interior.
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