La cocina eslovena, moldeada por paisajes que oscilan entre los Alpes, los viñedos y las costas del Adriático, es un fascinante cruce de tradiciones eslavas, austrohúngaras, italianas y balcánicas. Esta riqueza cultural se refleja en una gastronomía que combina la rusticidad de las montañas con la frescura de las regiones costeras, ofreciendo una variedad de platos que son auténticos tesoros culinarios. En Eslovenia, cada plato tiene su historia, y cada región su especialidad. Desde los contundentes guisos que reconfortan durante los inviernos alpinos hasta los dulces tradicionales que celebran los momentos festivos, la cocina eslovena está impregnada de autenticidad y sabor. En este recorrido culinario exploraremos algunos de los platos más emblemáticos que no puedes dejar de probar.
Štruklji: tradición enrollada en capas
El štruklji es uno de los platos más antiguos y versátiles de Eslovenia, presente en todas las regiones y elaborado de múltiples formas. Esta especie de rollo de masa rellena puede servirse tanto dulce como salado, lo que lo convierte en una opción adaptada a cualquier ocasión.
Históricamente, el štruklji se preparaba en los hogares campesinos como un plato festivo. La masa, que puede ser de harina de trigo o trigo sarraceno, se estira hasta quedar muy fina y se rellena con ingredientes como requesón, nueces, manzanas, espinacas o incluso carne. Luego se enrolla, se hierve, se hornea o se fríe, dependiendo de la receta tradicional de cada región. Entre las versiones más populares destaca el štruklji de queso, acompañado de salsa de crema.
Este plato es un imprescindible en los restaurantes tradicionales de Eslovenia, especialmente en la región de Carniola. Cada bocado es una conexión con las raíces rurales del país y un homenaje a su ingeniosa cocina campesina.

Golaž: El legado de los fogones húngaros
Aunque de origen húngaro, el golaž se ha convertido en un guiso esencial en la cocina eslovena, especialmente durante los inviernos fríos. Este plato, similar al gulash, combina carne de res, cebolla, pimentón y especias, cocinados a fuego lento para lograr una textura tierna y un sabor profundamente reconfortante.
En Eslovenia, el golaž se adapta a los ingredientes locales y las preferencias de cada región. Una variante interesante es el golaž de cazador (Lovski golaž), típico de las zonas montañosas y elaborado con carne de caza. El plato se sirve generalmente con polenta o pan rústico, perfecto para absorber la sabrosa salsa. También existe el Bograč, una variante más picante y caldosa del goulash, típica de la región de Prekmurje.
Además de ser un plato casero, el golaž es habitual en ferias y festividades al aire libre, donde su aroma inconfundible atrae a locales y visitantes por igual.

Ričet: el plato de los campesinos para resistir la jornada
El ričet es un guiso tradicional a base de cebada, judías, verduras y carne ahumada, especialmente costillas de cerdo. Este plato tiene sus raíces en la cocina de los campesinos, que lo preparaban como una comida energética y económica para resistir las duras jornadas de trabajo.
Hoy en día, el ričet sigue siendo un símbolo de la cocina eslovena, especialmente en otoño e invierno, cuando se busca calor y sustancia en la mesa. En algunos casos, se acompaña con pan integral o encurtidos, añadiendo un toque ácido que contrasta con los sabores ahumados del guiso.

Žganci: la humildad de un clásico de la montaña
Considerado el plato nacional de Eslovenia, el žganci es una receta sencilla pero profundamente arraigada en la cultura local. Este plato se elabora con harina de trigo sarraceno, agua y sal, mezclados hasta obtener una textura similar a la polenta.
El žganci se sirve tradicionalmente con leche agria, guisos o incluso miel, dependiendo de si se busca un enfoque salado o dulce. En las montañas, este plato era esencial para los pastores y campesinos, ya que proporcionaba energía durante las largas jornadas en el campo. Hoy, el žganci se celebra como una delicia rústica que conecta a los eslovenos con sus orígenes más humildes.

Kranjska Klobasa: el orgullo de Carniola
La kranjska klobasa es posiblemente la salchicha más famosa de Eslovenia y cuenta con el reconocimiento de Indicación Geográfica Protegida (IGP) en la Unión Europea. Originaria de la región de Carniola, esta salchicha se elabora con carne de cerdo, tocino y una mezcla de especias que incluye pimienta, ajo y sal.
Se sirve generalmente hervida o asada, acompañada de chucrut, mostaza o pan. Es un plato que se disfruta tanto en las tabernas como en eventos culturales y mercados al aire libre, siendo un símbolo de la cocina tradicional del país.

Idrijski žlikrofi: dumplings con denominación de origen
Los idrijski žlikrofi son pequeños dumplings originarios de la región minera de Idrija. Este plato está protegido por la denominación de origen europeo y tiene una receta específica: la masa se rellena con una mezcla de patatas, cebolla y tocino, y se cierra en forma de pequeño sombrero.
Se sirven habitualmente con salsas de carne o en guisos, pero su versión más famosa es la que los acompaña con una rica salsa de cordero. Su elaboración es considerada un arte, y cada año se celebra un festival en su honor en Idrija.

Prekmurska gibanica: una obra maestra dulce
En el ámbito de los postres, la prekmurska gibanica destaca como el plato más emblemático de Eslovenia. Este pastel multicapa combina nueces, semillas de amapola, manzanas, pasas y requesón entre finas capas de masa filo, creando un contraste de texturas y sabores que resulta irresistible.
Originaria de la región de Prekmurje, este postre se sirve en ocasiones especiales y festividades. Su preparación requiere paciencia y habilidad, lo que lo convierte en un símbolo de la hospitalidad eslovena.

Bebidas típicas: el espíritu de Eslovenia en una copa
Eslovenia cuenta con una tradición vinícola que se remonta a más de 2000 años, y sus vinos son considerados entre los mejores de Europa. Las regiones de Primorska, Podravje y Posavje producen variedades como el rebula, el teran y el cviček, que se maridan perfectamente con la gastronomía local.
Además del vino, el licor de miel llamado medica y el aguardiente de ciruela conocido como slivovka son populares entre los locales. Estas bebidas, a menudo caseras, reflejan el ingenio de los eslovenos al aprovechar los recursos naturales de su tierra.

Dulces típicos: pequeños placeres tradicionales
Además de la prekmurska gibanica, otros dulces como el potica, un rollo relleno de nueces o semillas de amapola, y el štruklji dulce son imprescindibles para los amantes de lo dulce. También es habitual encontrar galletas de miel y pasteles de frutas en las panaderías locales.
