En el corazón del Parque Nacional de Triglav, rodeado por los imponentes Alpes Julianos, se encuentra el Lago Bohinj, el lago glaciar más grande de Eslovenia. Sus aguas cristalinas, teñidas de verde esmeralda y azul turquesa, reflejan las cumbres que lo rodean, creando un paisaje de ensueño. Formado durante la última glaciación, Bohinj ofrece tanto tranquilidad como aventura: en sus alrededores, el senderismo por rutas como la Ruta Juliana y la pesca comparten protagonismo con actividades acuáticas como el kayak o la natación en verano. Además, su legado cultural, con eventos como el Festival del Queso, conecta a los visitantes con las tradiciones de esta región alpina única.
Contexto natural del Lago: un espejo turquesa en el corazón de los Alpes Julianos
El Lago Bohinj es un impresionante lago glaciar que se formó hace más de 10.000 años, durante la última Edad de Hielo. Situado a una altitud de 525 metros sobre el nivel del mar, el lago ocupa una extensión de 3,18 kilómetros cuadrados, con una profundidad máxima de 45 metros. Estas dimensiones lo convierten en el lago natural más grande de Eslovenia, aunque su encanto radica no solo en su tamaño, sino en su ubicación privilegiada en el valle de Bohinj, rodeado por los majestuosos picos de los Alpes Julianos.

El lago está alimentado por el río Savica, cuyas aguas caen en una cascada espectacular a pocos kilómetros del lago, y desemboca en el río Sava Bohinjka, que fluye hacia el famoso río Sava. Este sistema hidráulico no solo garantiza la pureza de las aguas de Bohinj, sino que también ha modelado un paisaje que parece salido de un cuento. En los días soleados, las aguas del lago adquieren tonos turquesa que contrastan con el verde profundo de los bosques circundantes, mientras que en invierno, una niebla misteriosa suele envolver el área, añadiendo un aire de ensueño.
La biodiversidad del lago y sus alrededores es notable. Entre los peces que habitan en sus aguas destaca la trucha del Danubio, una especie autóctona, mientras que los bosques y praderas albergan ciervos, zorros y una rica variedad de aves. Este equilibrio entre el agua, la tierra y la fauna ha convertido al Lago Bohinj en un punto clave dentro del Parque Nacional de Triglav, la única reserva natural de este tipo en Eslovenia y un símbolo del país.
Cómo llegar: rutas para explorar un paraíso escondido
Llegar al Lago Bohinj es sencillo gracias a su proximidad con Liubliana, a unos 80 kilómetros de distancia. Si viajas en coche, puedes tomar la carretera E61 en dirección a Jesenice y continuar hacia Bled antes de seguir las señales hacia Bohinj. Este trayecto, que dura alrededor de una hora y media, ofrece vistas espectaculares de los Alpes Julianos y pequeños pueblos eslovenos que salpican el paisaje.
Para los amantes del transporte público, los autobuses directos desde la estación principal de Liubliana son una opción práctica y económica, con una duración de aproximadamente dos horas. También puedes tomar un tren hasta Bohinjska Bistrica, el pueblo más cercano al lago, y completar el trayecto en autobús o taxi. Durante los meses de verano, algunos servicios turísticos ofrecen traslados directos que conectan Bohinj con otros destinos populares, como Bled o el Valle de Soča.
Si vienes desde el extranjero, el aeropuerto más cercano es el de Liubliana, con conexiones frecuentes a las principales ciudades europeas. Desde allí, alquilar un coche o tomar un autobús te llevará sin problemas hasta este rincón idílico de los Alpes Julianos.
Qué podrás ver en tu visita: paisajes alpinos reflejados en el espejo del lago
El Lago Bohinj, enclavado en el corazón del Parque Nacional del Triglav, es una joya alpina que sorprende en cada rincón. Al llegar, lo primero que destaca es la iglesia de San Juan Bautista, situada junto al puente de piedra que cruza el río Sava Bohinjka, en la orilla este del lago. Esta iglesia medieval, con frescos del siglo XV que representan escenas bíblicas y un campanario característico, es un testimonio de la conexión entre el paisaje y la cultura local.
Un paseo alrededor del lago, un circuito de aproximadamente 12 kilómetros, es una de las actividades imprescindibles para apreciar su belleza. Este recorrido, que puede completarse en unas 3 o 4 horas, te lleva por playas naturales y bosques frondosos. Aquí puedes detenerte para nadar en aguas cristalinas, perfectas para refrescarte en verano, o simplemente disfrutar de la tranquilidad mientras las montañas circundantes se reflejan como un espejo en el lago. En el extremo oeste, encontrarás el embarcadero desde donde parte un barco eléctrico que recorre el lago y ofrece una perspectiva única de este paraíso natural.

Otro punto destacado es la imponente Cascada Savica, situada a unos 4 kilómetros del lago. Este salto de agua, de 78 metros de altura, es una de las maravillas naturales más icónicas de Eslovenia. Un sendero bien acondicionado con escaleras y miradores te llevará hasta este espectáculo, que parece surgir directamente de los glaciares del Monte Triglav. La fuerza del agua y el paisaje circundante hacen de este lugar un imprescindible en tu visita a Bohinj.
Actividades en el lago para todos los gustos, desde pesca a senderismo y aventuras acuáticas
El Lago Bohinj es un destino versátil que invita a experimentar la naturaleza según tus preferencias, desde momentos de calma hasta aventuras que aceleran el pulso. Durante los meses de verano, sus aguas cristalinas, aunque frescas, son perfectas para nadar o practicar deportes acuáticos como kayak, paddle surf o remo en bote, actividades ideales para explorar cada rincón del lago.
Para los amantes de la pesca, Bohinj es un auténtico paraíso. El río Sava Bohinjka, que fluye desde el lago, es conocido por sus aguas ricas en truchas y es un lugar popular entre pescadores. Tanto el lago como los ríos de la región ofrecen múltiples oportunidades para pescar, siempre respetando las normas locales de conservación y sostenibilidad.
Los senderistas también encuentran en Bohinj un punto de partida perfecto. Una de las rutas más destacadas es la Ruta Juliana, un itinerario de largo recorrido que atraviesa los paisajes más impresionantes de los Alpes Julianos. La sección que bordea Bohinj permite disfrutar de vistas espectaculares del lago y sus montañas circundantes, todo mientras caminas por senderos bien señalizados y rodeados de naturaleza.

Si prefieres una perspectiva más elevada, las montañas que rodean Bohinj ofrecen numerosas rutas adicionales. Entre ellas destaca la ascensión al Monte Vogel, al que también puedes acceder en teleférico. Desde la cima, las vistas panorámicas abarcan el lago, el valle y las cumbres del Parque Nacional del Triglav. En invierno, esta zona se transforma en una estación de esquí, perfecta tanto para principiantes como para esquiadores experimentados, y que atrae a visitantes de toda Europa.
Para quienes buscan emociones más intensas, Bohinj ofrece actividades como el parapente, que permite volar sobre el lago y las montañas, ofreciendo una perspectiva única del paisaje alpino. Además, puedes aventurarte a practicar escalada o barranquismo, dos actividades que combinan desafío físico con la belleza natural de la región.
La riqueza cultural también tiene su espacio en Bohinj. Cada septiembre se celebra el Festival del Queso de Bohinj, un evento dedicado a las tradiciones pastorales de la región. Durante el festival, los productores locales exhiben quesos artesanales como el famoso «Mohant», junto con otros productos típicos, como miel, pan y embutidos. Este evento no solo es una fiesta gastronómica, sino también una oportunidad para conocer las raíces culturales y la vida rural de los Alpes eslovenos.