Poco más de 200 habitantes son suficientes para formar este encantador pueblo situado en la provincia de Alicante, justo en el valle formado entre las sierras de Xortá, Serrella, Aitana y Berna. Asómate y descubre Guadalest (El Castell de Guadalest, en valenciano) y sus alrededores, paisajes que envuelven de magia el valle. Conoce su embalse y el pequeño pueblo, no sólo uno de los más bonitos de Alicante, sino de toda España desde 2015, con sus calles medievales empedradas, sus pintorescos rincones, museos, restaurantes y su imponente castillo. ¡Bienvenidos a Guadalest!. 

  1. Castell de Guadalest y fortaleza de la Alcozaiba
  2. Paseando por el pueblo de Guadalest
  3. El pueblo de los museos
  4. Qué ver cerca de Guadalest: una visita al embalse

Castell de Guadalest y fortaleza de la Alcozaiba 

Situado sobre una enorme roca en la parte más alta del pueblo, el origen del castillo de San José (o castell de Guadalest) se remonta a época hispanomusulmana (siglo XI). Sus muros albergaron tropas árabes, pertenecieron un tiempo a la Corona española y después fueron pasando de una familia nobiliaria a otra, destacando los Cardona y los Orduña. El castillo ha sufrido terremotos, bombardeos y el paso de los años… Y, pese a todo, ahí sigue, magnánimo e imponente, presidiendo el valle. Declarado Conjunto Histórico Artístico en 1974 y Bien de Interés Cultural, adyacentes al castillo encontramos otras edificaciones: 

  • La fortaleza de la Alcozaiba, o Alcazaba de Guadalest, una construcción de la que solo queda una torre en ruinas. También fue levantada por los musulmanes en el siglo XI y pertenece a los dominios de la antigua Casa Orduña.  
  • La Casa Orduña, construida en el siglo XVII tras los grandes terremotos que asolaron las dependencias del castillo, perteneció a una familia vasca que se asentó durante 300 años como alcaides de la fortaleza ygobernadores del marquesado. Con muebles originales, decoración y cuadros de la época, es curioso visitar sus dependencias y descubrir cómo parece haber quedado detenida en el tiempo. Alberga también un espacio para exposiciones temporales que se puede visitar de 10 a 20 h en primavera y verano, y de 10 a 18 h en invierno. 
  • La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es un pequeño templo barroco (data del siglo XVIII) que se sitúa justo al lado de la casa nobiliaria Orduña. Aunque ha cambiado mucho con respecto a la construcción inicial –fue saqueada e incendiada durante la Guerra Civil y en 1962 se acortó su longitud y se eliminaron crucero y cúpula–, estos cambios forman parte de su encanto y de su historia
  • La prisión-aljibe, que data del siglo XII y está situada en los bajos del Ayuntamiento, sorprende por sus pequeñas dimensiones a pesar de tratarse del espacio donde tenían lugar los juicios y los encarcelamientos.  
Torre árabe y campanario en Guadalest
Torre árabe y campanario en Guadalest

Paseando por el pueblo de Guadalest 

Pocos pueblos de España, quizás ninguno, tienen una entrada tan sorprendente como Guadalest: un túnel que atraviesa la montaña en el que se alza el castillo. Una vez dentro, las empedradas calles medievales llenas de casitas blancas y ornamentadas, conducen hasta la plaza del Ayuntamiento. Y es que, aún menos municipios pueden alardear de tener una Plaza Mayor con unas vistas semejantes: un gran mirador desde el que contemplar una de las postales más bellas de la provincia de Alicante. El embalse de Guadalest es el protagonista indiscutible; con sus características aguas azul turquesa y el contraste con la frondosa vegetación, que llena de color el valle. 

Durante tu visita al pueblo, sólo podemos darte un consejo: déjate llevar por sus callecitas y descubre sus rincones ocultos. Museos y pequeñas tiendas de recuerdos con encanto se intercalan con restaurantes donde degustar los platos estrella de la rica gastronomía alicantina, como el conejo al all i oli, los pilotes de dacsa, o l´Olleta de Blat.

Castell de Guadalest con la escalera de acceso abajo
Castell de Guadalest con la escalera de acceso abajo

EL PUEBLO DE LOS MUSEOS

Guadalest no solo es un pequeño y precioso pueblo de la provincia alicantina, sino que alberga algún que otro secreto más. ¿Sabías que es el municipio de España con más museos por habitante? Junto con el Museo de Casa Orduña, podemos contar hasta ocho pequeños museos más que se pueden visitar, a cada cual más curioso y sorprendente.  

Museo Belén y Casitas de Muñecas 

Paseando por sus calles podrás encontrar, adosado a una roca de la montaña, este museo. Un belén ecológico, juguetes antiguos y un sinfín de casas de muñecas hacen de él una visita indispensable si viajas a Alicante con niños. 

Museo Microgigante y el Museo Microminiaturas

Los amantes de las miniaturas no pueden perderse estos dos museos que son muy similares y únicos. Manuel Ussà, uno de los mejores microminiaturistas del mundo, es el artífice de muchas de las piezas de estos museos, en los que contemplar algunas de sus fabulosas creaciones. Algunos piezas sorprendentes son: una pulga montando en bicicleta, ‘Los fusilamientos del dos de mayo’ de Goya pintados sobre un grano de arroz y el libro de la Biblia realizado en un cabello.  

Museo de Saleros y Pimenteros y Museo de la Bicicleta

La originalidad no termina en los espacios culturales anteriores, sino que continúa en el Museo de Saleros y Pimenteros, con más de 20.000 de estas piezas; el Museo de la Bicicleta; y el Museo Colección Vehículos Históricos Valle de Guadalest, conformado por unas 140 motocicletas y varios coches pequeños que van de los años 20 a los 70. 

Museo Histórico Medieval y otros

Incluso los amantes de la Historia tienen su rinconcito en el pueblo. En el Museo Histórico Medieval, o Museo de Instrumentos de Torturas, encontrarán más de 70 piezas dedicadas a la tortura y a la pena capital, y en el Museo Etnológico se acercarán a los modos de vida de las gentes del valle y sus costumbres en el siglo XVIII.  

Qué ver cerca de Guadalest: una visita al embalse 

Terminamos el recorrido con un poco de senderismo por la joya más apreciada del pueblo: el colorido embalse de Guadalest. Es posible acercarse hasta allí de varios modos, pero hacerlo caminando es muy fácil. A través de un camino rural y una senda cómoda y bien señalizada se puede rodear en aproximadamente tres horas, y disfrutar así de una perspectiva única del valle, su fauna y su flora.

Embalse de Guadalest con la escalera de acceso abajo
Embalse de Guadalest visto desde el pueblo

Preparad calzado cómodo, agua y crema solar para comenzar el recorrido en el pueblo. Descendiendo por la calle Costeretes, pronto os adentraréis en un bosque típico mediterráneo, lleno de pinos carrascos, romeros, aliagas, algunos cultivos y helechos en las partes más húmedas. Casi 10 kilómetros de recorrido circular, en el que te aconsejamos que eches la vista arriba para descubrir la belleza natural de las montañas que lo circundan y los pequeños pueblecitos blancos de la sierra de Aitana.