A veces no sabemos exactamente a qué lugar queremos ir cuando lo único que buscamos es pasar unos días agradables, con buen tiempo, restaurantes, playa y alguna excursión. Cuando te ocurra eso, piensa en el municipio de Teulada Moraira porque reúne todos los requisitos y, además, está muy bien comunicado. Se sitúa a solo 80 kilómetros de Alicante y a unos 120 de Valencia. Con unos once mil habitantes es también perfecta para huir de multitudes y para organizar bonitas escapadas de un día para conocer toda la comarca de la Marina Alta, que tiene mucho que ver.
- Un paseo por la Marina Alta
- Qué ver en Moraira
- Playas de Moraira y su entorno natural
- Dónde comer en Moraira
- Rutas de senderismo cerca de Moraira
- Qué ver cerca de Moraira
Un paseo por la Marina Alta
Suelen decir quienes visitan año tras año la Marina Alta que el mejor momento para acudir es antes o después de la temporada alta, de los temidos meses de julio y agosto, y llevan algo de razón. Durante los diez meses restantes un halo de paz y tranquilidad parece apoderarse de esta franja costera y es un placer caminar a solas por sus playas o ser atendidos de forma inmediata en cualquier terraza. Sin embargo, aún en pleno verano es una gozada disfrutar de las actividades acuáticas y del animado ambiente de bares, chiringuitos y chill outs de la comarca.
Dentro de la comarca de la Marina Alta, además de Teulada Moraira también se sitúan municipios costeros con tanto tirón turístico como Dénia, Jávea y Calpe, pero te animamos también a recorrer el interior porque guarda algunas sorpresas como Gata de Gorgos, un pueblo ideal para hacer compras artesanas.
Qué ver en Moraira
El nombre oficial del municipio es Teulada Moraira, ya que cuenta con dos núcleos de población principales: Teulada y Moraira. Su historia es común ya que la ubicación territorial del mismo ha sido la responsable de los avatares que ha vivido a lo largo de su trayectoria. Íberos, romanos, árabes, Jaume I e, incluso, los piratas berberiscos fueron responsables en distinta medida de la impronta, la cultura y las tradiciones del lugar. En este artículo nos centraremos en Moraira.
Casco urbano de Moraira
Pasear por el casco antiguo de Moraira es recibir permanentemente el abrazo del Mediterráneo y no perder de vista el azul de sus aguas. Mientras caminas por esta población de casas blancas y ventanas de las que asoman geranios es imposible no pensar que aquí se debe vivir fenomenal. La tradición pesquera y la agrícola se evidencian en este núcleo alicantino. Así, en su Barrio Marinero no sorprende encontrar la mesa de una antigua lonja, vestigio de aquella construcción de 1943, una cofradía de pescadores fundada en 1929, un club náutico de 1979 (que ahora tiene más de 600 puntos de amarre) y un dique de contención para los temporales de 1935. Pero también recuerda que es una zona de viñedos en el nombre de algunas calles, por ejemplo en la calle Almacenes donde se guardaba la uva moscatel antes de embarcar para otros puertos europeos.
Como en cualquier villa española, aquí también encontrarás una iglesia, en este caso dedicada a Nuestra Señora de los Desamparados, que fue construida en 1875. Recorrer el paseo marítimo, visitar el castillo de Moraima, situado junto a la playa de l’Ampolla, o emprender la ruta de los Miradores son otras opciones atractivas para conocer la población de Moraira.
Torre de Cap d’Or
Esta torre vigía, situada en la península del Cap d’Or, se eleva en uno de los puntos más sorprendentes del litoral. Su origen se remonta al siglo XVI y fue construida con fines de vigilancia para alertar de las posibles incursiones piratas. Tiene una altura de once metros y un diámetro de siete, y curiosamente, es maciza hasta la mitad más o menos, y se subía con una cuerda. Aunque el acceso está tapado y no se puede acceder al interior sí que merece la pena acercarse para admirar la panorámica.
Playas de Moraira y su entorno natural
El municipio de Teulada Moraira presume de tener 8 kilómetros de litoral con magníficas playas. Una de sus ensenadas más emblemáticas es la playa del Portet, es semiurbana, tiene forma de concha y sus aguas son tranquilas y poco profundas. En temporada alta suele estar muy concurrida y sus 300 metros de longitud pueden resultar escasos. A pesar de todo, su belleza está fuera de toda duda. Otra playa imprescindible es L’Ampolla, con 250 metros de longitud, arena fina y todos los servicios necesarios para el turista. Seguimos por Les Platgetes, con un bonito mirador y dos calas semiurbanas que suman unos 200 metros. Un buen lugar para darse un baño sin tener que alejarse del núcleo turístico.
Sigue tomando nota porque aún te quedan por conocer algunas calas que son ideales para el buceo y para disfrutar de tranquilidad, entre ellas Cap Blanc, L’Andragó, del Portitxolet y Llebeig. En todas ellas disfrutarás de un maravilloso entorno y de aguas cristalinas donde darte un buen chapuzón. Esta última, de pocos más de cien metros, ha sido declarada microreserva de flora ya que cuenta con especies como la orquídea grande, la campanilla valenciana y la aliaga marina.
Dónde comer en Moraira
En Moraima se come muy bien, así que deja tiempo libre para gozar del placer de la buena mesa. Algunos platos tradicionales son el “putxero de polp”, la “sopa de peix”, la paella con sardinas y espinacas, y el arroz meloso de pulpo. En el centro del pueblo se sitúa uno de esos restaurantes que se ha ganado su fama a pulso, se trata del mesón El Refugio (calle Almacenes, 5). Allí se puede pedir con los ojos cerrados porque la materia prima sólo es la mejor. Este es un buen lugar para probar el “cremaet”, una bebida tradicional que consiste en añadir ron quemado con limón al café. También muy recomendable para degustar cocina tradicional es el restaurante El Portet, en la playa homónima. Encarga tu paella para comer allí o para llevar porque es uno de los mejores. Sus parrilladas de pescado y sus arroces al horno tampoco decepcionan.
Por último, otro restaurante junto a la playa del Portet es Le Dauphin (calle Puerto Lapice, 18), con un elegante toque creativo y buenos productos del mar.
Rutas de senderismo cerca de Moraira
Alrededor de Moraira existen una serie de itinerarios que permiten conocer mejor la naturaleza del lugar. Entre los más sencillos y agradables está la Ruta de los Miradores, que recorre la costa desde la playa del Portet hasta la calle Túnez. En total son unos 5 kilómetros que se pueden hacer en algo más de una hora (sólo ida).
Si te gusta caminar encontrarás, entre otras muchas opciones, tres senderos locales perfectamente señalizados: el SLCV50- Ruta del Barranco de la Viuda o Cala Moraig, el SLCV51- Ruta del Cap d’Or y el SLCV73-Ruta del Barranco de Xurra. El primero de ellos transcurre entre barrancos, cuevas y playas, un recorrido ideal para los amantes de la aventura.
Qué ver cerca de Moraira
La visita a Moraira puede y debe continuar recorriendo el otro núcleo de población del municipio: Teulada, además de gozar de las tranquilas aguas del Mediterráneo en las calas del Moraig, Baladrar y L’Advocat situadas en localidades cercanas.
Teulada, una villa de interior
La población de Teulada se encuentra en el interior del municipio y también cuenta con diversos atractivos ocultos entre sus calles. No es necesario más de media jornada para pasear por el núcleo histórico y descubrir sus edificios civiles y religiosos. Entre los más interesantes están la iglesia fortaleza de Santa Caterina Mártir, de los siglos XVI-XVII; la casa Abadía, del siglo XVIII; y las ermitas de la Divina Pastora, con una bonita fachada renacentista, y San Vicente Ferrer, del siglo XVIII. No hay que marcharse sin comprar algún vino en la cooperativa agrícola Sant Vicent Ferrer. Puedes elegir entre su conocida mistela de moscatel o sus reservas, vermuts, espumosos, blancos o tintos.
Cala del Moraig
Situada en Poble Nou de Benitatxell, es una de las calas de visita obligada por su bellísimo entorno y sus aguas transparentes. Además, allí se encuentra la falla del Moraig y la cueva dels Arcs, una codiciada gruta para los amantes del submarinismo. En su parte norte se puede practicar nudismo sin problema.
Cala Baladrar
Esta pequeña cala de piedras y aspecto indómito, al estar rodeada de acantilados y pinos, se encuentra en Benissa. Si la visitas en temporada alta encontrarás un chiringuito donde comer o disfrutar de una cena mientras admiras un precioso atardecer.
Cala de l’Advocat
También en Benissa se encuentra la cala o platgeta de l’Advocat, una pequeña ensenada llena de encanto y con un pequeño espigón para acceder al mar. El entorno con un acantilado de casi cincuenta metros, un mar sin apenas oleaje, aguas transparentes para practicar esnórquel y un chiringuito convierten esta cala en un lugar ideal para pasar una jornada playera.