En el antiguo edificio que en su día albergaba la fábrica familiar se encuentra el Museo del Chocolate Valor. Abrió sus puertas en 1998 y posee una de las mejores colecciones de maquinaria de la industria chocolatera. Se trata de un espacio singular que conduce a muchos amantes de este alimento hasta la localidad de Villajoyosa (La Vila Joiosa, en valenciano y de forma cooficial). El olor a cacao es intenso en este rincón mediterráneo conocido también por las coloristas fachadas de sus casas y su ambiente marinero.
Aquí se inició la historia de la familia de chocolateros Valor en 1881 y aquí continúa la fábrica que elabora distintos tipos y sabores de uno de los chocolates más apreciados tanto en España como a nivel internacional. Conocer la historia de la saga alicantina y los procesos de elaboración del producto atrae a los visitantes. Tras recorrer los distintos espacios del museo el paladar se prepara para saborear una degustación de este dulce y nutritivo manjar de dioses.
- Chocolates Valor en Villajoyosa, una larga historia
- Museo del Chocolate Valor, un placer para los sentidos
- Una visita al Museo del Chocolate de Villajoyosa
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Chocolates Valor en Villajoyosa, una larga historia
El origen de la fabricación del chocolate en Villajoyosa se remonta al siglo XVII y tiene que ver con la tradición marinera de la localidad y las rutas pesqueras con América. De allí llegaban salazones, almendras y exóticos productos como las mazorcas de cacao. En 1810 se registró en el censo municipal el primer chocolatero y años más tarde surgió la primera fábrica de cacao, ‘La Perfección’. Tras ella, el número de negocios se incrementó y llegaron a ser 29 en 1937.
La historia de Valor en Villajoyosa se remonta a 1962. Antes habían elaborado sus chocolates en otras zonas de la región. De todas las marcas del municipio, Valor es la que ha conseguido una mayor proyección, pero hay otras emblemáticas como Clavileño y Chocolates Pérez, que mantiene la producción artesana. Como centro pionero en la exportación del dulce manjar en la Comunidad Valenciana, Villajoyosa ofrece a los turistas una ruta por sus fábricas de chocolate.
Cada año, en el mes de agosto, se celebra una actividad muy popular en el lugar, “La Xocolatísima”. Se trata de un amplio programa de actos que incluye visitas guiadas a las distintas fábricas y, por supuesto, al Museo del Chocolate Valor, donde se aprende mucho de las propiedades curativas y benéficas del producto. También tiene lugar una gran chocolatada en el casco antiguo y se celebran cursos de cocina y repostería. Sin olvidar, las proyecciones cinematográficas.
Museo del Chocolate Valor, un placer para los sentidos
El Museo del Chocolate Valor se inauguró en 1998 y fue reconocido por la Comunidad Valenciana como Museo Valenciano del Chocolate en 2008. En su página web se plantea la siguiente pregunta: ¿Te gustaría vivir la experiencia de la fabricación del mejor chocolate Valor? Si la respuesta a esta tentadora invitación es sí, te aguarda un enriquecedor recorrido para conocer los secretos de la amplia gama de sabores y texturas de estos tradicionales chocolates.
En el centro, ubicado en la avenida Pianista Gonzalo Soriano, 13, se da a conocer la procedencia del cacao que utiliza la casa y se ofrece información sobre la evolución de los procesos de elaboración. El espacio cuenta con una colección muy completa de las herramientas y maquinaria utilizadas por la industria chocolatera en las distintas épocas.
En el trayecto por las distintas salas el público se introduce en la historia de la familia y en las distintas fases que ha experimentado Chocolates Valor desde su nacimiento en 1881, a través de cinco generaciones de maestros chocolateros. Acceder a este lugar permite recorrer 500 años de historia de este rico alimento, desde los tiempos en que el cacao se molía en piedra hasta la actualidad. Los paneles explicativos ilustran al visitante sobre los orígenes, las variedades de cacao existentes, su introducción en España y los utensilios empleados a través de los siglos para su consumo.
Una visita al Museo del Chocolate de Villajoyosa
El embriagador olor del chocolate saluda a los visitantes que se acercan al Museo Valor de Villajoyosa. En la entrada pueden verse plantas de cacao en un pequeño invernadero. En la visita, que es gratuita, la guía va contando la historia que guardan las fotos que se muestran y las distintas maquinarias y objetos.
Una imagen recuerda a Valeriano López Lloret, «El señor Valor», el fundador de la compañía. En sus orígenes, él mismo vendía sus chocolates, elaborados por la familia en su casa obrador de La Ermita, casa por casa, a lomos de un caballo por las provincias de Cuenca, Toledo y Albacete. A finales del siglo XIX, su hijo Vicente López Soler tomó las riendas de la empresa y comenzó las mejoras. Un molino mecánico sustituyó a la piedra de moler y se introdujo un carro para el reparto. Se incrementó el área de acción hacia la zona de Madrid. Los productos eran conocidos como «los chocolates del tío Valor», aunque la marca se plasmó en las tabletas tras la Guerra Civil.
En 1962 la compañía adquirió unos terrenos de 8.000 m2 en Villajoyosa y comenzó una etapa de expansión, con nuevos procesos de producción, para alcanzar un chocolate de gran calidad y a un precio justo. Entonces se lanzaron novedades como el rombo o la línea “Soy diferente”, todavía registrada y que marca el espíritu diferenciador de Valor.
La empresa se convirtió en la primera productora de tabletas de 500 gramos del mercado, incluyendo la almendra mediterránea en las mismas. Todavía hoy es una de las pocas chocolateras del mundo que mantiene la producción completa del chocolate, desde el grano de cacao al producto final.
Si algo demuestra el trayecto de la empresa familiar Valor es su capacidad para innovar y adaptarse a los tiempos. Son muchos las anécdotas y los momentos clave en la evolución de la compañía. Entre los más recientes cabe citar el período comprendido entre los años 2000 y 2005. Fue cuando se modernizó el logotipo y los envoltorios y se inició una histórica evolución en la línea comunicacional, apostando por el concepto del “placer”. El primer spot en reflejar este cambio fue “Puro placer”, seguido por una serie de anuncios bajo el lema “Placer adulto”, con el objetivo de desvincular el chocolate del tradicional sector infantil.
Observa el proceso en la fábrica de Chocolate Valor
En la visita al museo no puede faltar un acercamiento a la fábrica donde se siguen elaborando los chocolates. Es la más importante de Villajoyosa y da trabajo a más de 300 personas. Se accede a ella a través de un pasillo superior y, entre cristaleras, se muestra la elaboración y el empaquetado. En una sala multiusos se proyecta un vídeo explicativo donde se narran todos los pasos del proceso.
La temperatura en la zona donde se encuentra la maquinaria de elaboración es de unos 40ºC y el ambiente está impregnado de un intensísimo aroma a chocolate. Aquí todo está automatizado y se cuenta con un personal reducido. A través de las cristaleras se pueden observar los laboratorios de control de calidad y las áreas de catas. Un corredor da acceso a otra zona destinada al envasado, donde la temperatura baja a unos 17-18ºC. Es donde los trabajadores montan las cajas y las llenan de pastillas de chocolate. La visita finaliza en la tienda. Tras degustar distintas porciones de chocolate es el momento de decidir qué productos llevarse a casa.
Chocolaterías Valor en Alicante, todo un gusto
La oferta de chocolaterías de la compañía Valor en la provincia de Alicante es amplia. En Altea, Benidorm, Villajoyosa, El Campello y Torrevieja hay destacados establecimientos. Y, por supuesto, en la capital. Los alicantinos pueden degustar las especialidades Valor en la conocida cafetería del Paseo de la Explanada. Se ofrecen desayunos, helados y granizados artesanos y bombonería gourmet de producción propia.
En 2018 se inauguró un nuevo espacio en el Paseo Marítimo de la playa de San Juan. Un local, con aproximadamente 80 metros cuadrados, y terraza. Como es habitual en las chocolaterías Valor cuenta con un espacio destinado a tienda. Además de los productos generales de la marca, se ofrecen productos exclusivos como las Chocoperlas, el bombón de higo o el turrón de edición limitada. Por su proximidad a la playa, el establecimiento cuenta con una ‘Carta de Verano’, compuesta por una serie de propuestas frías para los meses de más calor.