Todo el mundo sabe dónde está Torrevieja e incluso La Mata. La han visitado, conocen a alguien que veranea allí o pasaron de camino a una playa. Seguro que todo el mundo sabe que esta población alicantina es famosa por el turismo, por la arena, por la fiesta… pero no es tan famoso uno de sus rincones más peculiares: el Parque Natural de las Lagunas de la Mata y Torrevieja y el misterio de su laguna rosa.
Además, este espacio protegido por su valor medioambiental es también el lugar perfecto para disfrutar de uno de los mejores atardeceres de la zona, con el sol ocultándose mientras millones de luces y sombras se reflejan en los pequeños cristales que forman la sal.
Contexto natural y características de la Laguna
Estas 1.400 hectáreas de salinas conforman uno de los humedales más importantes de la provincia de Alicante y más si se le unen los parques naturales de El Hondo y el de las Salinas de Santa Pola. Este triángulo verde que conforman supone un elemento clave en las migraciones de muchísimas aves y en el mantenimiento de un ecosistema desconocido, pero muy interesante.
Concretamente, el parque de Torrevieja está compuesto por dos lagunas separadas por el Chaparral, una especie de canal intermedio, y comunicadas con el mar por varios acequiones artificiales para facilitar la producción de sal.
Se tienen noticias de que estas lagunas ya se usaban como salinas en el año 1321, cuando los reyes valencianos se lo cedieron a la ciudad de Orihuela siempre y cuando las mantuviera unidas. En ese mismo siglo se intentó hacer de estas aguas una especie de albufera de pesca, pero la cantidad de sal que contenían impedía que los peces entraran.
Así que el único destino de este espacio tenía que ser la producción de sal que, como se comprobó, era de muy buena calidad.
Uno de los elementos más curiosos de este parque es el color rosa de una de las lagunas que atrae a muchos curiosos para disfrutar de este espectáculo de la naturaleza. En realidad, el color se debe a la presencia de una bacteria, la dunaliella salina, que deja salir un pigmento rosáceo que es más evidente en las aguas con alta concentración de sal.
Visitar el parque natural. Cómo llegar
Es fácil llegar al Parque Natural de las Lagunas de la Mata y Torrevieja porque está indicado en varias salidas desde la N-322. Lo mejor es dirigirse al Centro de Interpretación, ubicado en la antigua casa forestal cerca de Torrelamata, para recoger algo de información antes de la visita, sobre todo de los distintos ecosistemas que conviven en este espacio que parece casi lunar.
La mayoría del parque está compuesto por hábitat salinos y saladares donde es complicado que haya algún tipo de vegetación, pero los cristales y la arena crean un sistema de luces y reflejos casi mágico.
En los lugares donde hay agua dulce, como las ramblas, sí hay carrizales y juncales que le dan cierto color al paisaje. Precisamente estas son las zonas protegidas especialmente por su valor ecológico.
La zona de monte, repoblada con pinos, guarda un bellísimo secreto que merece la pena pararse a ver: la mayor población de orchis collina, una especie de orquídea morada, de toda la Comunidad Valenciana que fue descubierta no hace muchos años. Esta especie es una de las declaradas como vulnerables y altamente protegida.
Rutas de senderismo
Se puede visitar el Parque Natural tanto a pie como en bicicleta. La primera ruta atraviesa los distintos ecosistemas de las Lagunas de la Mata y Torrevieja y permite disfrutar de las aves, que son las principales inquilinas de estas salinas.
El espectáculo que se ve desde el Observatorio es diferente según la época del año en el que se visite el parque puesto que muchas de las aves son migratorias y se asientan en estos terrenos durante unas semanas para descansar y alimentarse antes de marchar en primavera. Hay gaviotas, chorlitejos, cigüeñuelas, avocetas y charranes y también flamencos y zampullines cuellinegros.
El último tramo de esta ruta lleva a la pinada, una sombra que no viene mal si visitamos el parque en los meses de verano.
Si queremos hacer el recorrido en bicicleta se trata de un camino de cinco kilómetros con una rampa de acceso algo dura al inicio pero que merece mucho la pena recorrer. El itinerario está un poco alejado del entorno para evitar molestar a las aves, pero las vistas siguen siendo increíbles, sobre todo tras alcanzar la altura máxima del parque desde donde se ven las dos lagunas y hasta la isla de Tabarca, en el fondo.
Alrededor del parque también hay otras rutas fáciles de seguir y que pueden servir para completar una visita a las Lagunas. Una de ellas es la ruta del vino, de 1,5 kilómetros y que sale del mismo Centro de Interpretación, donde se muestra el trabajo que se ha hecho en la conservación de los viñedos que hay cerca de las salinas. En el recorrido hay una pequeña área de descanso con paneles explicativos sobre la historia del ‘Vino de La Mata’.
Otros caminos recorren la Senda del Poeta, en memoria de Miguel Hernandez, o la Vía Augusta, la antigua calzada romana.
Más actividades en la zona
Las lagunas están muy cerca del Club Náutico de Torrevieja donde se puede disfrutar de numerosos deportes acuáticos como windsurf, paddlesurf, vela o excursiones en kayak. Las playas tanto de La Mata como de Torrevieja son un reclamo en los meses de calor para bañarse y disfrutar del Mediterráneo.
Si vamos en otoño o invierno, el tiempo en esta zona es bastante benévolo como para permitirnos pasear por la arena de la playa y hasta jugar a las palas o al fútbol a la orilla del mar.
Mejores hoteles en Alicante
Varias son las opciones para alojarse en la provincia de Alicante, pero una de las más especiales es el Asia Gardens Hotel&Thai Spa, a Royal Hideaway Hotel tanto si viajas en familia como en pareja. Ubicado en la Sierra Cortina, a 15 minutos de Altea, cuenta con 309 habitaciones entre jardines y piscinas decoradas al más puro estilo balinés.
Para su oferta gastronómica cuenta con hasta 9 restaurantes que sirven todo tipo de comida: internacional, mediterránea y asiática. Además, puedes disfrutar del Thai Spa y del golf, si es tu deporte preferido.
Otras opciones, esta vez en La Nucía, son el Barceló La Nucía Hills y el Barceló La Nucía Palms, ambos en mitad de la naturaleza de Sierra Helada. El Hills cuenta con 94 apartamentos con cocina, comedor, salón y una amplia terraza o jardín. Entre sus restaurantes, hay un bufé de comida mediterránea, un bar en la piscina y un B-Heaven rooftop bar en la última planta, con vistas al mar. También podemos disfrutar de un centro de spa&wellness con cuatro cabinas de masajes y un circuito de aguas.
Por su parte, el Barceló La Nucía Palms tiene 148 habitaciones, algunas de ellas con jardín privado. También dispone de un B-Heaven Rooftop Bar, aunque en esta ocasión sólo recomendado para adultos, además del bufé especializado en cocina mediterránea y un bar-restaurante en la piscina. Muy recomendable es su spa&wellness con sauna, baño turco y cabinas de masaje.
Uno de los hoteles más jóvenes en la zona es el Occidental Pueblo Acantilado, en El Campello, cerca del mar, donde sus 100 habitaciones están diseñadas especialmente para conseguir el descanso. La piscina y el solarium se complementan con un restaurante que apuesta por la comida local e internacional.
Si preferimos alojarnos en Alicante capital y disfrutar de sus monumentos, el Occidental Alicante está ubicado estratégicamente para que sus 80 habitaciones sean la mejor opción para parejas o familias. Este hotel sólo ofrece desayuno en bufé mientras que la comida y cena tendrá que ser bajo petición.
Si preferimos la calma de un hotel solo para adultos, Benidorm y su Barceló Benidorm Beach es una de las opciones más modernas en un rascacielos único. La mayoría de sus 264 habitaciones tienen vistas a la playa de Levante y algunas están adaptadas para personas con movilidad reducida. En su oferta gastronómica destaca el B-Heaven rooftop bar en la última planta junto a la piscina, solárium y con vistas al skyline de Benidorm