A tan sólo 32 kilómetros al norte de Alicante, ya en la comarca de la Marina Baixa, se encuentra Villajoyosa (La Vila Joiosa, en valenciano). Con 34.000 habitantes, el municipio se ha convertido en todo un reclamo turístico gracias a su estupenda ubicación y sus magníficas playas. De hecho, multiplica considerablemente su población en periodo estival. Aun así, La Vila, como la llaman cariñosamente sus vecinos, no ha perdido un ápice de su identidad tradicional, y ha conseguido salvaguardar su vocación marinera y artesana.

Tanto sus pintorescas calles como el trasiego de su puerto nos hablan de una localidad orgullosa de su tradición pesquera. Por otro lado, la presencia de algunas de las principales marcas de chocolate de España subraya el amor incondicional de este “dulce” pueblo por su artesanía, en este caso gastronómica.  

Pero La Vila es mucho más. Recorremos sus calles, sus playas, sus museos y lugares singulares destacando todo lo que hay que ver en Villajoyosa. 

  1. Casco antoguo de Villajoyosa
  2. Puerto de Villajoyosa
  3. Santuario íbero y romano de La Madalleta
  4. Torre de Sant Josep
  5. Torre del Aguil
  6. Playas de Villajoyosa
  7. Qué ver cerca de Villajoyosa

VISITA EL CASCO ANTIGUO DE VILLAJOYOSA

Aunque se cree que sus orígenes se remontan al de las colonias griegas en la costa mediterránea española, lo cierto es que haber sido codiciada por aragoneses y árabes en la Edad Media la dotó de un aspecto eminentemente defensivo. Esta característica se manifiesta en los tramos de muralla que aún pueden verse en la localidad. Al casco antiguo de Villajoyosa, declarado Bien de Interés Cultural, se accede desde la plaza de la Generalitat por el Carrer Major.

 

 

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Las coloridas casas de Villajoyosa

Murallas de Poniente y de Levante

Son los dos tramos defensivos medievales que han sobrevivido. La muralla de Poniente está coronada por singulares fachadas multicolores que miran a la rambla del río Amadorio. Desde su puente se tiene una impactante panorámica de esta muralla coronada por coloridas casas colgadas.  

Por su parte, la muralla de Levante, rematada por un imponente torreón, avanza paralela a la calle Costera de la Mar, la cuesta que otrora conectaba la ciudad con la playa Centro.  

Iglesia-fortaleza gótica de Nuestra Señora de la Asunción

Una vez dentro del casco antiguo nos percatamos de que está formado por calles estrechas y retorcidas en las que se suceden las fachadas de múltiples colores. Resulta fácil localizar el templo de Nuestra Señora de la Asunción, pues sus imponentes paredes se yerguen por encima de los tejados. Se trata de una auténtica iglesia-fortaleza en la que su ábside forma parte de la muralla de la ciudad. Su sobrio estilo gótico, sin apenas vanos por donde entre la luz, contrasta con una capilla anexa dedicada a Santa Marta, patrona de Villajoyosa, con rica decoración y una colorida cúpula de tejas vidriadas en azul.  

Barrio del Arsenal

La calle Costera de la Mar nos lleva directamente al barrio del Arsenal. Se trata de una barriada que ha mantenido intacto todo su aroma marinero. Lo que más destaca en este lugar son sus fachadas pintadas con intensos colores (amarillos, rojos, azules añil…) que miran al Mediterráneo.  

De hecho, lo más probable es que la tradición de pintar las fachadas de distintos colores en el casco antiguo nazca de este barrio. Se cree que las familias de los pescadores decoraban sus casas así para que éstos las localizaran fácilmente desde el mar, y poder comunicarse con sus seres queridos a través de señales. 

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Barrio del Arsenal

Sea como fuere, el barrio del Arsenal hoy día es el punto de encuentro entre pescadores, comerciantes, turistas y hosteleros. No han dejado de proliferar en este lugar terrazas, y es el punto de arranque de un agradable paseo marítimo que llega hasta el puerto y su espigón.  

Museos del Chocolate de Villajoyosa

La tradición chocolatera de Villajoyosa se remonta hasta el siglo XVII, cuando la localidad se convirtió en uno de los principales puertos en los que se descargaba y distribuía en Europa el cacao procedente de Venezuela y Ecuador. La industria chocolatera como tal se remonta a principios del siglo XIX, momento en el que un comerciante italiano trajo la primera piedra de moler cacao.  

Para conocer toda esta interesante historia del cacao, Villajoyosa cuenta con tres grandes referentes: el Museo de Chocolates Valor (avenida Pianista Gonzalo Soriano, 13), y las fábricas de chocolates Clavileño (Carrer Colón, 187) y Chocolates Pérez (avenida de Finestrat, 789). En todos estos espacios la entrada es gratuita y se ofrece una degustación de los productos al final de la visita.  

Vilamuseu y la Casa Museo La Barberá dels Aragonés

Una de las últimas incorporaciones culturales en la población ha sido Vilamuseu, que es el Museo Municipal de Villajoyosa –anteriormente se conocía como Museo Municipal de Arqueología y Etnografía–. Ubicado en la céntrica calle Colón, 57, este moderno espacio acoge una nutrida colección propia de joyas fenicias, inscripciones romanas y antiguas piezas egipcias, griegas e íberas. Vilamuseu también es el núcleo de la red de museos de la ciudad, además de un centro de interpretación y de visitas monumentales o arqueológicas. Abre sus puertas de martes a domingo.  

Vilamuseu gestiona asimismo la Casa Museo La Barberá dels Aragonés (calle Huit de Maig, s/n), una antigua casa de campo del siglo XVII reconvertida en palacio románico en el siglo XIX. Allí se puede ver cómo se vivía hace 200 años, ya que guarda una interesante colección de mobiliario, ajuar, indumentaria y cerámica de la época.  

Puerto de Villajoyosa

Una parada que no puede faltar en una visita a Villajoyosa es su puerto, que ha conservado buena parte de su encanto tradicional. Aún puede verse de qué modo se construyen los barcos o se reparan las redes de pesca. También merece la pena presenciar la llegada por la tarde de los botes pesqueros que salen todos los días a faenar, y especialmente la salida de los barcos que salen a alta mar, en torno a las 11 de la noche de los domingos, y que estarán fuera hasta el viernes. 

Para los que quieren saborear el género de primera mano, los restaurantes de las inmediaciones del puerto ofrecen el pescado fresco recién comprado en la subasta de la lonja del puerto.

Santuario íbero y romano de La Madalleta

Para llegar a este santuario del sur de Villajoyosa se debe seguir el camino de la playa del Paraíso. Se cree que se construyó en el siglo IV a.C. en honor a la diosa madre Tanit de Cartago y que se reformó en torno al año 100 a.C. ya como santuario romano; si bien, la instalación se abandonó en tiempos del Imperio, en torno al año 80 d.C. Probablemente, el culto pasó al templo del foro de la ciudad de Villajoyosa, declarada por aquella época ‘municipium’ por el emperador Vespasiano. 

En la zona también se encuentra los restos de Villa Giacomina, un curioso palacete de principios del siglo XX de inspiración árabe construido por Alfonso Esquerdo, médico masón que era sobrino del político y psiquiatra José María Esquerdo, y amigo personal del escritor Blasco Ibáñez.  

Torre de Sant Josep

Otros elementos arquitectónicos destacados en las inmedicaciones de Villajoyosa son, sin duda, sus torres. La más relevante es la torre de Sant Josep, ubicada cerca de la playa del Torres, en el límite oriental del municipio. Más que una torre, se trata de un mausoleo. De hecho, esta singularísima construcción fue levantada en el siglo II d.C. y está considerada el monumento funerario de mayor tamaño de los que se conservan de época romana en la Península.  

Torre del Aguil

Otra de las atalayas más destacadas de la zona es la torre del Aguiló. Se encuentra en el límite del término municipal de Villajoyosa, sobre el acantilado cerca de las urbanizaciones de Cales y Atalayes, muy cerca ya del término municipal de Benidorm. 

Se trata de una torre de vigía muy peculiar, pues es de planta cuadrangular. Fue mandada construir por Felipe II en el siglo XVI para defender la costa de las peligrosas incursiones turcas y de la piratería berberisca. Desde la torre hay unas increíbles vistas de todo Benidorm. 

Playas de Villajoyosa

En los 12 kilómetros de costa de Villajoyosa hay cinco playas reconocidas con bandera azul, un distintivo que garantiza su óptimo estado y todo tipo de servicios. Vamos a hacer un somero recorrido por las playas que podemos encontrar en el litoral de La Vila. 

En el límite oriental del término municipal, a los pies de la torre del Aguiló, encontramos el Racó del Conill. Se trata de una bella cala algo escondida que se ha convertido en un polo de atracción para aquellos que practican nudismo. Y, prácticamente, tocando el municipio está la playa de Torres, el arenal en el que se encontraba la antigua ciudad romana y cuyo principal vestigio es la ya mencionada torre de Sant Josep. Justo en la desembocadura del río Torres se sitúa un chiringuito.  

Las playas del Tío Roig y de los Estudiantes son los siguientes arenales antes de llegar a la primera playa con bandera azul: Varadero. Una vez pasado el puerto, se suceden los principales arenales del municipio: la enorme playa de la Vila, también conocida como Centro, y la playa del Paradís. Ambos litorales suman cerca de 2,5 kilómetros de arenal y cuentan con bandera azul.  

Playa de Esparrello
Puesta de sol en la Playa de Esparrello

Algo más hacia occidente se suceden playas un poco más solitarias, pues van desapareciendo paulatinamente los núcleos urbanos, pero igualmente magníficas como son las playas de Bol Nou y La Caleta, ambas con bandera azul. Entre ellas está el pequeño arenal de L’Esparrelló, con zona nudista. La oferta playera de Villajoyosa concluye con la cala del Xarco, que cuenta con un tramo de playa canina.  

Qué ver cerca de Villajoyosa

Además de su proximidad con un polo turístico de primer nivel internacional como es Benidorm, desde Villajoyosa se pueden realizar interesantes excursiones a pintorescos municipios cercanos. Especialmente atractivos son los pueblos que salen a nuestro encuentro en una agradable ruta hacia Alcoy/ Alcoi a través de sierra Aitana, como son Orcheta, Sella o Relleu.