Una de las zonas más pujantes del Cabo de Gata es la ciudad de Carboneras. A tan sólo 67 kilómetros de Almería y con un entorno agreste extrañamente bello, la localidad ha pasado de ser un discreto pueblo pesquero a un núcleo turístico de primer orden con todos los ingredientes que se puede pedir a un municipio costero del Mediterráneo: buena gastronomía, playas amplias y un paraje natural inigualable.
Sería una lástima visitar sólo el municipio en busca de sol y playa. Más allá de este poderoso reclamo, hay muchos lugares que ver en Carboneras, como puede ser el imponente mirador del Faro de Mesa Roldán, el castillo de San Andrés o los estupendos parajes de los alrededores de la ciudad. Recopilamos algunos de los mejores planes que se pueden hacer en Carboneras.
- Castillo de San Andrés
- Carboneras, un pueblo que ama el turismo
- Playas de Carboneras
- Faro Mesa de Roldán
- Castillo de Mesa Roldán
- Molino de Vela Latina
- Escultura de Lawrence de Arabia
- Torre del Rayo
- Mirador Punta de los Muertos
Castillo de San Andrés
El nombre de Carboneras nos retrotrae al pasado fundacional de la localidad. En efecto, la industria carbonera fue uno de los motivos por los que se fundó la localidad. Los escarpados montes que hoy rodean la ciudad fueron en su día frondosos bosques de encinas y de otras especies de árboles mediterráneos. La actividad industrial que se inició en el siglo XVI terminaría con esta biodiversidad vegetal.
Otra de las razones por las que surgió Carboneras fue eminentemente defensiva. El rey Felipe II cedió en 1559 el municipio como señorío al marqués del Carpio. Por aquellos años, la costa andaluza, especialmente la almeriense por su lejanía y aislamiento, era la puerta de entrada preferida por los piratas berberiscos en sus razias. La zona, a su vez, vivía una prolongada y desasosegante inestabilidad social como consecuencia de las revueltas moriscas. El marqués del Carpio levantó el castillo de San Andrés para defender la zona precisamente contra los ataques berberiscos y la sublevación morisca.
Ubicado en pleno centro de Carboneras, el castillo de San Andrés es una contundente construcción cuadrada de mampostería. En su origen, disponía de tres torres en cada esquina, de las que hoy se conservan dos, y una cuarta torre cuadrangular de tres pisos. En 2013 finalizaron los trabajos de restauración y hoy se utiliza como centro cultural. Se puede visitar todos los días, en horario de mañana y tarde.
Carboneras, un pueblo que ama el turismo
Hoy día en el pueblo de Carboneras no queda nada de ese pasado industrial que le da nombre, y sí mucho de una tradición que ha estado más tiempo asentada en la zona: la pesca. En plena temporada alta veraniega tal vez sea difícil detectar el aroma auténtico, silencioso y retraído del que hasta hace poco fue un modesto puerto de pescadores, pero su alta categoría pesquera se constata en cualquiera de los estupendos restaurantes que hay en la localidad.
Hay una delicia gastronómica prácticamente exclusiva de Carboneras y sus alrededores: el galán, pues sólo se pesca en esta zona. Se trata de un pescado blanco parecido a los salmonetes pero algo más aplastados. Un manjar que puede llegar a costar 100 euros cada kilogramo, aunque en la comarca el precio es mucho menor. Las excelentes gambas de sus costas son otro de sus atractivos culinarios. En restaurantes como Sol y Playa, El Cabo o El Pescador, entre otros muchos, se pueden degustar fresquísimos.
Otro de los atractivos de Carboneras son sus calles. Entre el enorme paseo marítimo de la localidad y el castillo de San Andrés se encuentra el Parque Andaluz. Su enorme palmeral y sus bellos jardines lo hacen perfecto para pasear con niños. Dentro de este parque se sitúa un auditorio al aire libre donde se realizan todo tipo de actos culturales. Y junto al Parque Andaluz se puede ver la Casa de la Música, una antigua casa señorial del siglo XIX reconvertida hoy en teatro y conservatorio de música.
También señorial y decimonónica es la Casa de los Fuentes, actual sede del Ayuntamiento de Carboneras tras una oportuna reforma. Destaca especialmente su llamativo mirador hacia la costa, llamado Solarium.
Playas de Carboneras
Uno de los principales reclamos de Carboneras, como centro neurálgico del turismo de sol y playa, es sin duda su proximidad con la archiconocida Playa de los Muertos, uno de los arenales más bellos y sorprendentes de la Península.
Sin embargo, también se puede disfrutar de magníficas y extensas playas –tanto dentro como en los alrededores de la localidad– dignas de visitar. Las playas de las Marinicas, los Cocones y del Arcón son los tres arenales que se extienden alrededor de la ciudad. Las Marinicas se sitúa entre la central térmica y el puerto pesquero. Con casi 1,5 kilómetros de longitud, sus aguas poco profundas y su tranquilidad la hacen perfecta para visitarla con los peques. Pasado el puerto y hasta la punta situada frente al islote de San Andrés se ubica la playa de los Cocotes. En la costa muy cerca de esta playa se alcanzan más de 650 metros de profundidad marina, lo que lo hace un lugar perfecto para practicar buceo. Desde esta zona arranca el paseo marino. Pasado el pequeño cabo se extiende la enorme playa del Arcón, la más frecuentada y popular de la localidad, con kilómetro y medio de largo y todo tipo de servicios (socorristas, acceso para discapacitados, etcétera).
A continuación, al norte de esta playa, detrás de la torre del Rayo, se puede visitar la cala La Galera encajada entre acantilados y con un aspecto semisalvaje. Al otro lado, a unos tres kilómetros al sur de Carboneras y muy cerca de la playa de los Muertos, está la cala El Corral. Con arena de grava gruesa y aguas turquesas, es muy frecuentada por familias con niños porque cuenta con unas piscinas naturales donde divertirse.
Faro Mesa de Roldán
Pasada la playa de los Muertos hacia el sur, en pleno Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, se alza un espectacular acantilado, el más elevado de Almería, coronado por una planicie denominada Mesa Roldán. En este lugar se construyó en el siglo XVIII una imponente torre de vigía con forma de pezuña para controlar las posibles invasiones marítimas, si bien hay testimonios de construcciones defensivas en el lugar al menos desde el siglo XV. A solo unos metros se construyó en 1863 el faro de Mesa de Roldán. Se trata de una torre blanca esbelta, de forma octogonal y 12 metros de altura.
El conjunto del faro y la torre de la Mesa, la zona más alta de la costa almeriense, ofrece unas panorámicas del litoral indescriptibles.
Castillo de Mesa Roldán
En el siglo XVIII fue construido un castillo en Mesa Roldán, a unos 220 metros sobre el nivel del mar, la zona más elevada de la costa almeriense. Esta ubicación era idónea para desempeñar su función defensiva. De aquella fortaleza hoy día sólo queda una torre, con forma de pezuña, a la que se denomina Torre de Mesa Roldán. Es fácil de localizar ya que se encuentra ubicada muy cerca del faro, ambos en territorio del Parque Nacional Cabo de Gata-Níjar.
Por las vistas panorámicas que proporciona su localización es muy recomendable visitarla o hacer una pequeña excursión desde la famosa playa de los Muertos.
Molino de Vela Latina
Entre las visitas culturales que se pueden realizar en Carboneras se incluye un molino de viento convertido en centro de interpretación. Está catalogado como Bien de Interés Cultural y es el único molino que queda en la zona del levante de Almería.
El centro de interpretación brinda información sobre la actividad de la molienda en la zona, los cereales, el territorio de Carboneras y el funcionamiento de los propios molinos.
Escultura de Lawrence de Arabia
Los más cinéfilos seguro que saben el fuerte nexo de Carboneras con el cine, y cómo el rodaje de una película, ‘Lawrence de Arabia’, posicionó al pueblo en el mapa de Hollywood. En el año 2012, cuando se cumplieron 50 años del rodaje del filme mencionado, la población lo celebró por todo lo alto con actividades y proyecciones. Sin embargo, el recuerdo que permanece perenne de aquella fecha es la escultura de bronce de Lawrence de Arabia –encarnado por el actor británico Peter O’Toole–, realizada por la escultura Carmen Mudarra.
Está situada en la plaza del pueblo por lo que es fácil sucumbir a la tentación de hacerse una foto con este personaje.
Torre del Rayo
Esta torre vigía de planta cilíndrica y edificada en mampostería se encuentra situada en la punta del Rayo, encima de la playa de la Galera. Ha sido restaurada, por lo que se encuentra en perfectas condiciones estéticas. Además, ha sido declarada Monumento de Interés Cultural.
Formaba parte de la línea defensiva de la costa, por lo que habitualmente alguna persona permanecía en ella vigilando la posible llegada de barcos enemigos. En caso de avistarlos, debía encender una hoguera para avisar a las tropas.
Mirador Punta de los Muertos
Los amantes de las panorámicas no deben perderse la visita a este mirador desde el que se obtiene una bellísima imagen del mar, las montañas, la playa y los acantilados. Sin duda, resume una gran parte de lo que es el Parque Natural Gata-Níjar. Los contrastes entre la tonalidad oscura de las rocas y la arena fina de las playas que se ven tienen su explicación por la acción de volcanes hace millones de años.
Su curioso nombre, mirador Punta de los Muertos, se debe a las caprichosas corrientes marinas que terminaban arrastrando hasta este lugar los cuerpos sin vida de los marineros accidentados en alta mar.
El mirador está entre la playa de las Salinicas y la playa de los Muertos así que es una visita idónea para hacerla el día que hagas la excursión a esta ensenada de arena dorada y aguas turquesas.