Sin duda, es uno de los pueblos más bonitos de Almería. Y de los que mejor han conservado su patrimonio histórico y natural. También muchas de sus tradiciones. Por eso, hay tantas y tan diversas cosas que ver en Mojácar. Y por eso resulta tan buena opción para una excursión desde Almería o, incluso, para disfrutar aquí de unos días de vacaciones.
Entre tantos atractivos destaca, sin duda, su relación con el mar Mediterráneo. Y esto se traduce en el hecho de que aquí están algunas de las mejores playas de la provincia. A eso hay que sumar la cercanía a otros arenales, como El Playazo de la vecina Vera, que también justifican la visita a Mojácar.
- El Playazo, una ensenada espectacular
- Paseo marítimo de Mojácar
- Disfruta de la plaza del Parterre
- La Fuente Mora de Mojácar o fuente de los 13 caños, un sitio histórico
- Plaza Nueva
- Iglesia de Santa María
- Csa de la Canana
- Qué más ver en Mojácar
- Playas de Mojácar
- Qué ver en los alrededores de Mojácar
- Dónde comer en Mojácar
- Dónde alojarse cerca de Mojácar
El Playazo, una ensenada espectacular
Sin duda, El Playazo es una de las playas más espectaculares de la provincia de Almería, y de las más equipadas entre todas las que hay que ver en Mojácar y su entorno. En total, más de seis kilómetros de longitud, con una anchura media de 50 metros. Se encuentra en el término municipal de Vera, a unos 15 kilómetros de Mojácar.
Pero lo que hace célebre a este arenal es el hecho de que aquí está el mayor centro naturista de Europa, que ocupa unos dos kilómetros de esta playa. De hecho, con el buen tiempo, en las urbanizaciones, chiringuitos, restaurantes y otros establecimientos turísticos que la flanquean se practica el nudismo de una forma absolutamente natural.
Paseo marítimo de Mojácar
Entre los lugares que ver en Mojácar, el paseo marítimo es uno de los más animados, sobre todo en verano. Algo más de tres kilómetros que discurren paralelos a la costa, entre palmeras y flanqueados por numerosos restaurantes, chiringuitos, supermercados, tiendas de moda y de souvenirs y todo tipo de infraestructuras turísticas.
Por supuesto, la zona peatonalizada, la más cercana a la playa, está habilitada para la circulación de bicicletas. Por eso, es habitual ver por aquí tanto a deportistas como a personas simplemente paseando y disfrutando de la brisa del mar y de las magníficas vistas al Mediterráneo.
En cuanto a los restaurantes de la zona, estos son algunos de los más destacados:
- Torre Bahía (Torrebahía, 3): tiene una parrilla para carnes. Pero sería imperdonable pasar por este local sin probar alguno de sus pescados capturados en el Mediterráneo (y también más allá).
- Casa Egea (Paseo del Mediterráneo, 127): sin pretensiones, pero con la autenticidad de la cocina mediterránea tradicional, este local con vistas lleva abierto desde 1992 y tiene una clientela que repite año tras año.
- Mohana Mojácar (Paseo del Mediterráneo, 28): sin duda, uno de los mejores locales para comer carne a la parrilla en Mojácar. Aparte de los platos de brasa, hay otros más de cocina internacional y mediterránea, para contentar a todo tipo de públicos.
Disfruta de la plaza del Parterre
La llamada plaza del Parterre es uno de los restos más claros de la presencia de los musulmanes en esta localidad durante varios siglos. Sin duda, también es uno de los lugares más encantadores que se pueden ver en Mojácar.
Los arqueólogos afirman que este espacio porticado, situado junto a la iglesia principal de la localidad (de la que hablamos más abajo), fue una necrópolis musulmana. De ahí la orientación al Este, es decir, en dirección a La Meca, de los sepulcros encontrados en el subsuelo de la plaza.
En cuanto hace buen tiempo este lugar lo ocupa en parte una agradable terraza. Además, en uno de los rincones, se puede admirar una reproducción de parte de la sillería del coro de la Catedral de Toledo, que representa la Reconquista, firmada por la artista Itziar Ortuzar.
La Fuente Mora de Mojácar o fuente de los 13 caños, un sitio histórico
A la fuente pública de Mojácar también se la conoce como ‘De los 13 caños’, por el número de grifos que la conforman y que vierten en tres pilares. Se trata de una construcción en mármol blanco que también tiene su origen en la época del dominio musulmán.
Lo cierto es que esta fuente, uno de los lugares obligados que ver en Mojácar, ha sufrido diversas reestructuraciones a lo largo del tiempo. Estas modificaciones transformaron de una forma sustancial la fisonomía original. La última de estas reformas tuvo lugar durante los años 80 del pasado siglo.
Según la tradición, fue en este lugar donde se produjo la entrevista entre Garcilaso de la Vega, enviado de los Reyes Católicos, y el alcaide de la Mojácar musulmana, que culminaría con la rendición pacífica de la localidad.
Hoy éste es un espacio realmente agradable, con macetas de flores que cuelgan de los muros y el sonido del agua en todo momento. Sin duda, se trata de uno de los rincones más bonitos de Mojácar.
Barrio del Arrabal
El barrio del Arrabal es el antiguo barrio judío de Mojácar, construido en el siglo XVII extramuros. Atravesando la puerta de la ciudad entrarás en esta judería de la antigua Muxacra árabe. El arrabal judío se situaba tras la puerta, ya fuera de los muros de la ciudad, y fue por donde Mojácar comenzó a crecer. Se trata de un barrio de calles sinuosas y muy estrechas, un lugar de calma y mucha luz, gracias al blanco de las casas y al color de las flores que cuelgan de las paredes. Si bien no está del todo claro, se cree que la comunidad judía ya habitaba aquí antes de la llegada de los musulmanes.
Cueva de Mariquita la Posá, un rostro terrible sobre la piedra
Se trata de una de las muchas cuevas que, conocidas o no, horadan el subsuelo de esta localidad. Ésta, en concreto, se sitúa bajo la Plaza Nueva y su nombre viene de una vieja leyenda medieval: María (Mariquita) era una joven de especial belleza de la que se enamoró el viejo hechicero o curandero que habitaba la cueva.
Eran tiempos de peste negra, para la que el anciano decía tener un remedio. De hecho, estaba dispuesto a compartirlo con la población local, a cambio de que Mariquita se casara con él, como así ocurrió. Así que Mariquita terminó siendo desposada: de ahí a posada y finalmente posá. Una historia de triste y controvertido final que narran los más mayores de Mojácar, que también dicen ver, a la entrada de la cueva, los rasgos terribles del hechicero.
Plaza Nueva
La Plaza Nueva de Mojácar es uno de los principales puntos de encuentro para sus habitantes. También se trata de un lugar muy frecuentado por quienes vienen de visita, pues en uno de los laterales se abre uno de los mejores miradores al resto de la localidad y al valle en que se encuentra, conocido como de las Pirámides, rodeado de las sierras de Bédar, Almagrera y Cabrera.
Desde aquí también se puede contemplar Mojácar la Vieja, es decir, el primigenio asentamiento de esta localidad, que baña el río Aguas. Por lo demás, esta plaza es uno de los lugares más agradables en las tardes-noches de primavera-verano y al mediodía durante el resto del año, en el que sentarse en alguna de sus terrazas para contemplar el trasiego de viandantes.
Su origen está en el siglo XVI y ocupa en buena parte el espacio donde se encontraba la mezquita principal. Luego, en el siglo XVIII, la plaza fue remodelada para darle aún más luz. Hoy aparece flanqueada, entre otras construcciones, por la ermita privada de Nuestra Señora de los Dolores y por Arco de la Plaza, que la comunica con el resto de la localidad.
Iglesia de Santa María
De finales del siglo XVI, se construyó en el solar de lo que fue la mezquita. Llama la atención por su sobriedad. De hecho, la fachada es un muro de mampostería sin apenas vanos. Y es así porque, aparte de su función como lugar de culto, también formó parte importante de las construcciones defensivas de la ciudad.
Además de acoger las imágenes de los patrones de Mojácar, en el altar mayor destaca un fresco por el artista alemán Michael Sucker, que fue vecino de la localidad durante cerca de una década.
Recientes excavaciones realizadas en este templo han sacado a la luz varios enterramientos y restos de alfarería datados en la época de la dominación musulmana.
Casa de la Canana
Esta casa, con más 200 metros cuadrados de superficie visitable, es un lugar inmejorable para sumergirse en la atmósfera de lo que era el mundo rural andaluz durante la primera mitad del siglo XX.
Perteneció a la Canana, conocido personaje de Mojácar, sobre todo por la venta de productos de consumo básico y también de tabaco. Lo que alberga este museo etnográfico es una completa colección de objetos de uso cotidiano para el hogar en aquellos tiempos. Desde los útiles de cocina, aseo y limpieza a la ropa de dormitorio y mesa, pasando por la costura y todo tipo de mobiliario y objetos decorativos. La casa tiene dos plantas y se encuentra en la calle Esteve.
Qué más ver en Mojácar
El centro histórico de Mojácar está plagado de rincones que recuerdan el intrincado urbanismo de la localidad durante el periodo musulmán. Lugares con un especial encanto que se han visto complementados, a lo largo de los siglos, por monumentos destacables. Estas son algunas de las mejores opciones que ver en Mojácar:
Torre de Macenas
Se trata de una de las muchas torres de vigilancia que salpican la costa mediterránea. Ésta se construyó a finales del siglo XVIII. Muy próxima, y comunicada por un camino costero, está la no menos llamativa torre del Perulico.
Fiesta de Moros y Cristianos
Es la fiesta que más implica a la población local. Se celebra el fin de semana más cercano al 10 de junio y conmemora la rendición de la ciudad musulmana a las tropas de los Reyes Católicos, en 1488. Llaman la atención los vistosos desfiles que tienen lugar por las principales calles de la localidad.
Playas de Mojácar
En total, el municipio de Mojácar tiene 17 kilómetros de costa, a lo largo de los cuales se puede disfrutar de playas tan atractivas como las siguientes:
– Cala de Granatilla: está englobada dentro de un espacio protegido, por lo que los bañistas deben tener un especial cuidado con el entorno. En ella se alterna la arena con las rocas volcánicas, en un paisaje prácticamente virgen y con una gran belleza.
– Marina de la Torre. Es una playa semiurbana, muy cerca del municipio de Garrucha. Tiene casi 2 kilómetros de extensión y una arena de tipo medio, bañada por aguas transparentes. Cuenta con todo tipo de servicios, incluidos chiringuitos, y la posibilidad de practicar deportes náuticos.
– El Descargador: situada a las afueras de Mojácar, en una zona semiurbana, tiene unos 900 metros de longitud y sus arenas son oscuras y de grano medio. Dispone de varios servicios, incluido acceso para personas con cualquier tipo de discapacidad, aseos, duchas y un mini golf.
– Venta del Bancal: es la primera de las playas según se llega desde el municipio de Carboneras. Su nombre viene de una venta que aquí existía y es el comienzo del paseo marítimo que recorre buena parte del litoral de Mojácar.
– El Cantal: es la más popular de las playas de Mojácar, pues se encuentra en plena zona urbana. Con todo tipo de servicios, incluido socorristas en verano, a lo largo de sus casi 800 metros de longitud, y accesos para personas con movilidad reducida. Desde los años 70 del siglo XX se la conoce como la “playa de los hippies” y suele haber mucha música ambiental.
– Macenas: es una de las más tranquilas, al estar algo alejada del núcleo urbano, aunque enfrente de un resort y un campo de golf. Algo menos de 1.500 metros de arenal y rocas en los que disfrutar de un Mediterráneo casi virgen.
– La Rumina: junto a las lagunas del río Aguas, espacio protegido de gran valor ornitológico, esta playa tiene unos 1.200 metros de arenas grises y grava. Por su belleza y facilidad de acceso, en verano suele estar muy concurrida.
Qué ver en los alrededores de Mojácar
Mojácar se encuentra en una de las zonas más atractivas del litoral almeriense, entre las localidades turísticas de Garrucha, Carboneras y Vera. También de varios espacios de especial valor desde el punto de vista de la naturaleza. A continuación mostramos algunos de los lugares que ver en los alrededores de Mojácar:
– Turre: situada a algo menos de 6 kilómetros de Mojácar, es un típico pueblo blanco andaluz que ha sabido mantener el urbanismo de la época musulmana, incluso en las nuevas construcciones. Además, alberga varios yacimientos arqueológicos como el Cerro del Castellón, ejemplo de la cultura argárica.
– Sierra Cabrera: las principales alturas de esta formación montañosa litoral alcanzan los 1.000 metros de altitud. En buena parte está cubierta de árboles, sobre todo en las zonas más húmedas, con algunos bosques de ribera. En cuanto a la fauna, aquí habitan mamíferos como jabalís, zorros, liebres y conejos y aves rapaces. También es el hábitat de la rara tortuga mora.
– Playa de los Muertos: es, quizás, la más espectacular de las playas de la zona, entre las localidades de Carboneras y Agua Amarga. Casi 1 kilómetro de gravilla blanca y un acceso algo complicado, a través de una empinada cuesta, no parecen suficientes razones para no disfrutar de los encantos de este magnífico rincón del litoral almeriense.
– Bedar: se trata de un pueblo con mucho encanto, sobre un altozano (al estilo de la mayor parte de las poblaciones de origen musulmán) y rodeado de un paisaje sorprendentemente verde y frondoso. Es un lugar ideal para amantes del turismo rural.
Dónde comer en Mojácar
El hecho de que Mojácar esté entre los municipios más turísticos y conocidos de la provincia de Almería favorece la abundancia de bares y restaurantes en los que comer y/o cenar. Estos son algunos de los más recomendados por casi todos:
Calima
En este restaurante realizan una atractiva fusión entre los sabores clásicos de las cocinas andaluza y mediterránea española con la del Norte de África. De esta forma, en la carta lo mismo te encuentras una deliciosa pastela de marisco, como una tajine, unos calamares en aceite, unas samosas rellenas de verduras, unas patatas bravas o unas gambas al pil pil.
Plaza Arbollón.
Cabo Norte
Tanto en el jardín como en el recoleto comedor interior, se agradece la tranquilidad que se respira en este restaurante. Con una cocina de honda inspiración mediterránea y presentaciones a la altura de la cuidada decoración, aquí se mima mucho el producto de temporada. Todo ello a unos precios bastante razonables.
Piedra Villazar, 1.
Marcelo Entre Tapas
Una propuesta divertida y bastante resultona para aquellos que no quieren pasar horas sentados a la mesa de un restaurante al uso. Las raciones que aquí sirven van desde las clásicas patatas bravas al pollo Jerk, al chili con carne o los arroces al wok. En general, las carne, en sus más diversas versiones, tiene aquí un gran protagonismo.
Estrella del Cantal, 261.