El patrimonio cultural de la capital almeriense tiene mucho que decir. A pesar de que los museos no son los espacios más demandados en la provincia, solo es preciso detenerse un momento en ellos para cambiar de parecer. Si te interesa la pintura, no dudes en visitar el Museo de Arte de Almería, una institución municipal dividida en dos edificios. Uno de ellos es la antigua casa de Doña Pakyta, una emprendedora almeriense conocida por su compromiso con el medio ambiente, y el otro es el moderno Espacio 2, conocido anteriormente como Centro de Arte Contemporáneo.
- El Centro de Arte Museo de Almería, el inicio de todo
- El Museo de Arte Doña Pakyta, la otra mitad
- Qué colecciones puedes contemplar
El Centro de Arte Museo de Almería, el inicio de todo
El edificio conocido antiguamente como CAMA se encuentra a corta distancia del centro de la ciudad. Curiosamente, está formado por dos construcciones que se conectan entre sí. Por un lado tenemos una obra de estilo claramente posmoderno que se inauguró en 1988. El color blanco y las líneas contemporáneas son los claros protagonistas del lugar.
Junto a este, se levanta un chalet de arquitectura neomudéjar que contrasta radicalmente con el anterior. Fue construido en el año 1927 y bombardeado durante la Guerra Civil. De su restauración se encargó el arquitecto Guillermo Langle, conocido por ser el artífice de los Refugios de Almería. La reforma de la vivienda se realizó con el objetivo de transformarla en un hospital para niños con tuberculosis.
Al construirse el CAMA, se decidió que este bello edificio funcionara como anexo para acoger parte de la colección. La primera exposición del museo se dedicó a Joan Miró y desde entonces su interés principal ha sido la pintura. Ha celebrado eventos relacionados con artistas como Goya, Sorolla y Zabaleta.
En la actualidad, esta sede se conoce como Espacio 2, y en el año 2015, con la inauguración del Museo de Arte Doña Pakyta, ambos se unieron y surgió el nuevo Museo de Arte de Almería.
El Museo de Arte Doña Pakyta, la otra mitad
Francisca Díaz Torres, más conocida como Doña Pakyta, fue una importante empresaria almeriense. Era propietaria de la finca El Romeral, que se encontraba en el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar. Tanto ella como su marido, José González Montoya, siempre lucharon por conservar y cuidar este entorno tan emblemático, apostando por una gestión sostenible en la finca.
Otra de sus propiedades estaba en Almería capital, la conocida como Casa Montoya o Casa Vasca. Una vez más entró en juego el arquitecto Guillermo Langle, que diseñó esa obra en 1928 por encargo de Antonio González Egea, alcalde de la ciudad. Sin embargo, la Guerra Civil interrumpió la construcción, y Egea nunca llegó a ver terminada la casa. Los que sí la habitaron fueron su hijo, José González Montoya, y la mujer de éste, Doña Pakyta.
Esta casona sigue un estilo neovasco, un estupendo ejemplo de arquitectura regionalista del norte en un sitio tan mediterráneo como Almería. Se expolió durante la guerra y se restauró en 1943, llegando a pasar una noche en ella el propio dictador Francisco Franco cuando visitaba la capital.
Al morir González Montoya, su viuda heredó la Casa Vasca. Doña Pakyta decidió en 1984 donar esta pintoresca propiedad al ayuntamiento de Almería, para que la convirtiera en museo cuando falleciese.
En el año 2010 a esta filántropa incansable se le concede el título de Hija Predilecta de Andalucía, por la conservación sostenible que había iniciado en Cabo de Gata. Doña Pakyta falleció en marzo de 2014, pasando la Casa Montoya a titularidad estatal. En mayo de ese mismo año se iniciaron las obras de adaptación para convertir este céntrico chalet de dos plantas en una galería de arte. Un año después se abrió por fin al público y tuvo lugar la unión de las dos instituciones, el Espacio 2 y el Museo de Arte Doña Pakyta, naciendo así el Museo de Arte de Almería.
Qué colecciones puedes contemplar
Los dos edificios que forman el Museo de Arte de Almería están separados por menos de un kilómetro de distancia y muy próximos al centro de la ciudad. Por ello, es muy sencillo organizar una visita en una mañana para poder conocer ambos lugares y sus diferentes colecciones.
Te recomendamos que empieces por el Museo de Arte Doña Pakyta si quieres seguir un orden cronológico. Este espacio, que acoge obras fechadas entre 1880 y 1970, ofrece una panorámica del arte almeriense a lo largo de siete salas, donde se exponen piezas de pintura, escultura, dibujo y grabado.
El Movimiento Indaliano tiene un especial protagonismo, ya que ocupa tres de las siete salas del museo. Este genuino movimiento artístico se desarrolló en Almería entre 1943, cuando se celebró el primer congreso en el Café Granja Balear, y 1963, fecha del segundo y último congreso. La figura principal fue el pintor y escultor Jesús de Perceval, que ansiaba protestar por la apatía que mostraba la sociedad almeriense en el período de posguerra. Una pintura realista clásica que siente su origen mediterráneo.
Después, podrás dirigirte hasta el edificio de Espacio 2. Aquí, a través de cuatro salas se continúa con la Historia del Arte en Almería, desde la década de 1980 hasta la actualidad. Grabados, fotografías y carteles, las obras más contemporáneas de la provincia, se exhiben en la planta baja como colección permanente. En la planta superior se celebran las exposiciones temporales, además de otro tipo de actividades culturales, como conferencias, presentaciones de libros, etc.
Si estás dando un paseo por los alrededores del centro de Almería, aprovecha para acercarte a estos dos singulares edificios y llevarte una visión mucho más amplia de lo que significa el arte almeriense de los siglos XX y XXI.