El golfo en el que se ubica el puerto de Almería ha sido la puerta de entrada de numerosas civilizaciones desde tiempos prehistóricos, llegando a convertirse en el puerto más importante de la Península en tiempos del Califato de Córdoba. Actualmente, a nivel turístico su mayor interés radica en presenciar la subasta del pescado, ver llegar y descargar el material de los barcos, y posteriormente degustar un género de primera en los restaurantes situados en las instalaciones.  

Por su cercanía con el norte de África, este fondeadero es una de las 10 infraestructuras portuarias con más tráfico de pasajeros de España. El estratégico sector agrícola y de materiales de construcción en la zona impulsa un floreciente tráfico mercancías, mientras que las toneladas de pescado descargadas en la Lonja de la capital de la provincia sitúan a Almería como el octavo puerto pesquero de España por volumen de capturas. 

  1. Historia del Puerto de Almería
  2. Un recorrido por el puerto de Almería

Pero más allá de su relevancia para la economía de la región, el puerto de Almería es un lugar integrado en la vida de la ciudad. Dispone de multitud de espacios verdes alrededor que invitan a recorrer la zona y disfrutar de sus apacibles vistas, con instalaciones para practicar deporte, así como estupendos locales en los que disfrutar del pescado y marisco recién llegados del mar.  

Historia del Puerto de Almería

En las cercanías de la capital almeriense existen yacimientos arqueológicos tan relevantes como los de Millares, a unos 20 kilómetros al norte, y el asentamiento íbero de Urci, ubicado en Benahadux, antecedente de lo que sería posteriormente la ciudad romana de Pechina, a unos 10 kilómetros de Almería. Todo ello nos habla de la relevancia estratégica que debió tener el golfo de Almería como puerto natural desde hace al menos 3.000 años.   

El puerto de Almería con la Alcazaba en el fondo
El puerto de Almería y la Alcazaba

Sin embargo, el auge del puerto y con ello, de toda la zona, comenzó con el desembarque en el año 884 de unos legendarios marinos procedentes, al parecer, del norte de África que terminarían por fundar la República Marítima de Pechina. Estos marinos constituyeron una alianza con las comunidades yemeníes, muladíes y mozárabes de la zona con el fin de protegerse de las razias normandas. El resultado fue el florecimiento de un emporio comercial con un ajetreado puerto por el que transitaban esclavos, la célebre seda de Pechina, lino, así como productos agrícolas y de artesanía. La mercancía se enviaba al norte de África, el Mediterráneo oriental e, incluso, a Bizancio. También fue la sede de una potencia corsaria que gozó de enorme autonomía política, militar y comercial con respecto al Califato de Córdoba.

La llegada al poder del califa Abderramán III en el siglo X y la construcción de la Alcazaba de Almería puso fin a la República Marítima pero supuso el impulso definitivo en la creación de la ciudad. El declive del Califato de Córdoba trajo consigo que la ciudad de Almería se convirtiera en la sede de un reino de taifa gobernado por Jairán. Este monarca convirtió a Almería en un emporio industrial y comercial. Incluso debió de haber miles de telares en la zona, que tejían el damasco, el algodón, el terciopelo, los brocados y la seda. Todas estas lujosas telas se distribuían a los confines del mundo conocido en las bodegas de barcos que partían del puerto de Almería y regresaban cargados de innumerables tesoros.

Sin embargo, la conquista de la región por parte de los Reyes Católicos fue el inicio del declive del puerto de Almería. El terremoto que sufrió en 1522 dejó definitivamente al muelle almeriense imposibilitado para ser un fondeadero de referencia en el tráfico con el Nuevo Mundo. Además, fue testigo directo de uno de los episodios más infames de nuestra historia: del embarcadero salieron moriscos expulsados de España. Buena parte de los herederos de estos expatriados se aliaron con berberiscos del norte de África entregándose a la piratería, asolando la ciudad en varias incursiones entre los siglos XVII y XVIII.  

El impulso de la minería de hierro en la región durante el siglo XIX hizo que el puerto floreciera de nuevo durante unas décadas, para caer otra vez en la parálisis económica en la primera mitad del siglo XX. Pero una nueva ventana de oportunidad se abrió a partir del desarrollo de la agricultura de invernadero y del fenómeno del turismo a partir de los años 60. Desde entonces se fue modernizando el puerto llegando a convertirse en una infraestructura moderna con un importante tráfico de pasajeros, mercancías y pesca.  

Un recorrido por el puerto de Almería

El puerto de Almería está dividido en varias áreas. En la zona más occidental se ubica el puerto pesquero. En las inmediaciones de la Lonja, donde descargan el pescado y el marisco, se encuentra el restaurante La Lonja, con género muy fresco, precios asequibles y bellas vistas al puerto. Algo más económico es el Bar-Cafetería 900 Millas, en el que destacan sus tapas. 

Almería y las aguas color turquesa del puerto
Almería y las aguas color turquesa del puerto

El muelle para transporte de pasajeros y mercancías es, como no podía ser menos, la zona más amplia del puerto. Desde su terminal de ferries parten cuatro líneas que conectan la Península con el norte de África (Melilla, Orán, Nador y Ghazaouet). 

En la larga lengua que es el muelle de Levante, donde está situada la torre de control del puerto, atracan las embarcaciones más destacadas que visitan la ciudad, desde enormes cruceros hasta barcos históricos y militares. Ahí se encuentra la escalinata real y un mirador con una impresionante panorámica de la ciudad y de toda la bahía.  

El puerto deportivo se sitúa en la zona oriental. Con capacidad para más de 300 embarcaciones, en sus inmediaciones se encuentra multitud de lugares interesantes para visitar. El Club de Mar, por ejemplo, cuenta con un restaurante muy celebrado. También hay un bello monumento a las Víctimas Almerienses del Campo de Concentración de Mauthausen, con 142 columnas en recuerdo de todos los vecinos de la región que fallecieron en el Holocausto.  

Con sus alegres palmeras, el Parque de las Almadrabillas es un lugar ideal para pasear y para que los más pequeños disfruten con sus atracciones. El histórico Centro de Actividades Náuticas de Almería y las modernas y amplias instalaciones del EGO Sport Center completan con una nota deportiva la oferta de actividades del Puerto.