Mar, historia, cultura y gastronomía. Gijón lo tiene todo, y una jornada nunca es suficiente para conocer los encantos de esta ciudad asturiana con vistas al mar Cantábrico, pero basta para quedarse con su esencia. Situada en una bahía dividida por por la península de Cimadevilla, que separa la playa de San Lorenzo (al este) del puerto deportivo y las playas de Poniente y Arbeyal (al oeste), Gijón es la ciudad más poblada del Principado de Asturias.
Para saber qué ver en Gijón en un día, te proponemos un recorrido que arranca en la iglesia de San Pedro para adentrarnos posteriormente en Cimadevilla, el llamado Barrio Alto y antigua zona de pescadores. En esta península y corazón histórico de la ciudad, subiremos al cerro de Santa Catalina para ver de cerca el ‘Elogio del horizonte’ de Chillida. Visitaremos el puerto deportivo y, sin dejar de pasear por la playa de San Lorenzo, nos adentraremos en el centro histórico de la ciudad para admirar la Plaza Mayor, el Ayuntamiento o el conocido Teatro Jovellanos. Para concluir, recomendamos una visita al Museo del Pueblo de Asturias, que no dista demasiado del conocido campo de fútbol del Molinón.
Iglesia de San Pedro
Es el templo católico más conocido de Gijón. Situado en el Campo de Valdés, en un extremo de la playa de San Lorenzo y a los pies del barrio de Cimadevilla, el eficio actual fue construido entre 1945 y 1955 puesto que el anterior, un templo que databa del siglo XV, fue prácticamente destruido durante la Guerra Civil.
La iglesia actual está inspirada en los templos del prerrománico asturiano y se divisa casi desde cualquier punto de la bahía. Junto al templo se pueden ver las termas romanas de Campo Valdés -una de las mejores conservadas del norte de España- y, si nos acercamos al borde del paseo marítimo, podemos observar la estatua del emperador romano Octavio Augusto, fundador de la ciudad.
Cerro de Santa Catalina y ‘Elogio del horizonte’
Siguiendo por el camino que circunda el borde de la península de Cimadevilla, llegamos al cerro de Santa Catalina, una especie de amplio parque cubierto de un intenso manto verde desde el que no dejamos de ver el intenso azul del Cantábrico y las playas que están a ambos lados.
Dominando el cerro, se encuentra la impactante escultura de hormigón ‘Elogio del horizonte’, elaborada en 1990 por Eduardo Chillida. Con sus 10 metros de altura y 500 toneladas, esta obra parece que se abraza al mar por el simbólico círculo incompleto situado en la parte superior, pero en su concepción representa justo lo contrario: el conocido artista vasco la creó para ser admirada desde su interior, donde se crea un impresionante efecto caracola al escucharse el eco del mar.
Puerto deportivo
Si miramos de frente Cimadevilla, el puerto deportivo se sitúa a su izquierda y colinda con la segunda playa más popular de Gijón: la de Poniente. El puerto deportivo cuenta con más de 600 amarres de hasta 32 metros de eslora y es un buen lugar para alquilar una moto de agua, hacer paddle surf, kayak o dar un paseo en barco, entre otras actividades naúticas. Está muy cerca del centro histórico (a 450 metros de la Playa Mayor) y es un buen punto desde el que dejar atrás Cimadevilla y adentrarse en la ciudad.

Palacio de Revillagigedo
Antes de cruzar hacia el centro, de visita obliga es el Palacio de Revillagigedo, situado junto a la colegiata de San Juan Bautista. De construcción barroca, este edificio se eleva junto al puerto deportivo, con la estatua de Don Pelayo que le mira de frente. Aunque fue el marqués de San Esteban del Mar de Natahoyo el que impulsó las obras del palacio, su nombre se debe al conde de Revillagigedo, su último propietario noble.

Además de componer un conjunto con la colegiata de San Juan Bautista, el palacio está adosado a la muralla romana que antiguamente protegía la población y destaca por dos torres gemelas que se sitúan en cada lateral. Abierto al público desde 1971, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1974 y actualmente su uso es de centro cultural (se organizan conferencias, obras de teatro, cursos, espectáculos de danza o conciertos, entre otras actividades).
Restaurante El Palacio
Después de una mañana entera de turismo, llega el turno de la comida. En Plaza Marqués 3, junto al Palacio de Revillagigedo, se encuentra el restaurante El Palacio. Este establecimiento abrió sus puertas en 1997 y tanto su interior como su facha exterior conservan el carácter del edificio antiguo. Un sitio ideal para degustar la comida más tradicional.
Playa de San Lorenzo
San Lorenzo es la playa más popular y transitada de Gijón. Además de ser la más grande, con kilómetro y medio de longitud -su paseo marítimo tiene tres kilómetros- y con forma de concha, es popular entre los surfistas que optan por sortear y subirse a olas que miran a una ciudad. Situada entre la iglesia de San Lorenzo y la desembocadura del río Piles, y bordeada por un muro de piedra, se puede bajar a la arena a través de quince accesos -el más conocido es la Escalerona, que corresponde al acceso número cuatro-.

Museo del Pueblo de Asturias
De entre los museos a visitar en Gijón, el Museo del Pueblo de Asturias (o Muséu del Pueblu d’Asturies, en asturiano) es una opción diferente para profundizar en las raíces de las gentes del Principado de Asturias. Creado en 1968 y situado cerca del estadio de fútbol del Molinón, pero justo en frente, en la otra orilla del río Piles, este recinto arbolado de 35.000 metros cuadrados alberga edificios y áreas que recogen a modo de colecciones un testimonio material e inmaterial de las viejas costumbres de la sociedad asturiana. De carácter etnográfico, este museo se divide en cinco áreas: museográfica, musical, fotográfica, documentación, oral. Abre de martes a domingo.
Restaurante Tierra Astur Poniente
Sidrería típica y popular de Gijón. Tierra Astur Poniente se ubica en frente de la playa de Poniente
a escasos cien metros del Museo del Ferrocarril o del Acuario de Gijón y a unos diez minutos del centro de la ciudad. Podemos tornar al punto en el que dejamos la ruta de la mañana para degustar una copiosa cena en un lugar en el que está separado el chigre tradicional asturiano, la sidrería propiamente dicha, de la zona del comedor. Su carta ofrece una amplia variedad de carnes, así como pescados y mariscos.