Hablar de Asturias es acercarse a una región en la que la tradición tiene una fuerte presencia. Su pasado es, sin duda, uno de sus mayores atractivos; conocer su cultura resulta absolutamente esencial para entender sus orígenes y costumbres. En este sentido, si deseas acercarte más al pueblo asturiano tienes que viajar hasta Gijón, pues esta perla del Cantábrico encierra más de un tesoro.

Sus asombrosas playas, como la de San Lorenzo, su paisaje enmarcado por los Picos de Europa y su amplia oferta turística, convierten a esta ciudad en una de las más atractivas del Principado. El patrimonio arquitectónico se presenta con carácter propio en el centro histórico y la grandeza artística de Chillida se muestra en el Elogio del Horizonte,  que domina el cerro de Santa Catalina.

En lo referente al aspecto museístico, Gijón también tiene mucho que decir. En la urbe se dan cita varios espacios que merece la pena visitar: el Museo del Ferrocarril, el Museo Casa Natal de Jovellanos y el Museo Juan Barjola.

Pero si lo que estás buscando es profundizar en las raíces, tienes que acudir al Museo del Pueblo de Asturias (oficialmente​ Muséu del Pueblu d’Asturies), toda una eminencia en el terreno etnográfico de la región. ¿Quieres saber con más detalle lo que te espera en este singular espacio?

 

 

Unas pinceladas sobre la formación del Museo del Pueblo de Asturias

La principal labor de esta entidad es tanto conservar su memoria como darla a conocer. En el centro hay colecciones de lo más dispares, ya que al fin y al cabo es la diversidad asturiana lo que se quiere mostrar a los visitantes. Sus comienzos son de lo más curiosos. En 1968 el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Gijón crean una iniciativa para levantar un museo etnográfico al aire libre. Se fijan en modelos europeos, donde proliferaban este tipo de edificios abiertos desde finales del siglo XIX. Se asigna un terreno que ocupa casi 35.000 metros cuadrados y el proyecto comienza a tomar forma.

Muséu del Pueblu d’Asturies

En un primer momento se traen algunos hórreos datados en el siglo XVII. El hórreo asturiano puede ser de dos clases: o de planta cuadrada con una cámara de madera, sostenido sobre cuatro apoyos; o bien de tipo panera, una evolución con una planta de mayor tamaño que pasa a ser rectangular, con más apoyos y cubierta a cuatro aguas. Al Museo del Pueblo de Asturias llegan de los dos modelos y aún se pueden contemplar.

Tras esta incursión inicial, se trasladan hasta aquí dos antiguas casas hidalgas. La idea es recrear un auténtico poblado asturiano. Por ello, acaban en este espacio la casa de los González de la Vega, del siglo XVIII, y la casa de los Valdés, una construcción del siglo XVII. Mientras transcurren los años, la colección se va ampliando con una casa campesina, un lagar de sidra, un molino de mano, etc. De esta manera, todo va tomando forma gracias a diversas aportaciones públicas y particulares.

Sin embargo, no llega a despegar realmente hasta 1985, cuando la Fundación Municipal de Cultura toma el mando y asume un profundo programa de restauración. Dos decisiones muy importantes serán trasladar allí el Museo de la Gaita y el pabellón de Asturias de la Exposición Universal de Sevilla 92. Así, se van conformando las diferentes piezas que darán vida al actual Museo del Pueblo de Asturias.

Las colecciones que encontrarás en el museo

Con los nuevos edificios, se crea un plan museológico que va a definir la organización de este centro tal como la podemos encontrar hoy en día. Podrás visitar el espacio expositivo, el de ocio y entretenimiento, con un restaurante, y un bosque lleno de árboles autóctonos. Dentro del ambiente expositivo propiamente dicho, se distribuye de la siguiente manera:

  • El Pabellón de la Expo 92. Es el lugar de recepción, así como donde se localizan las salas de exposiciones permanentes, temporales y un salón de actos.
  • Casa de los González de la Vega. Este edificio se trasladó al Museo del Pueblo de Asturias en el año 1972 y acoge desde 1992 el Museo de la Gaita. Una parte tan importante para esta región como es la música, debe contar con su propia representación. Hoy se pueden contemplar aquí instrumentos y gaitas de todas partes del mundo, además de albergar una biblioteca, un centro de documentación y el Archivo de la Música Tradicional.

    Casa de los Valdés. Muséu del Pueblu d’Asturies
  • Casa de los Valdés. Llegó a su ubicación actual en 1969 y hoy es la sede de la Fototeca de Asturias, con sitio para consultar e investigar. Gracias a los extraordinarios fondos de esta colección, podemos tener una imagen testimonial clara de cómo era la forma de vida de los asturianos, la evolución de la sociedad y sus tradiciones, algo de incalculable valor.
  • Tres pabellones en los que podemos observar aperos agrícolas, medios de transporte como carros y todo tipo de utensilios para el campo. Se puede seguir el cambio de materiales que se sucede con el paso de los años.
  • El conjunto de construcciones rurales que quieren recrear como era un auténtico pueblo asturiano. Una casa campesina, los hórreos, las paneras, etc. todo dispuesto para darnos una idea lo más exacta posible de cómo se vivía en el siglo XIX. Gracias a un exhaustivo trabajo de investigación, entrar en este “pueblo” es una experiencia enriquecedora para comprender las condiciones que se tenían antiguamente.

A todas estas colecciones del ámbito doméstico, agrícola, de caza, musical, de vestimenta, de ocio o religioso, se une una extensa colección documental que termina de completar esta representación, dando voz a la memoria del pueblo asturiano. Es un museo diferente, en el que entender mejor el pasado, el presente y el futuro de esta sociedad. Una visita ideal para hacer con amigos, con niños o en pareja. Se crea un ambiente único del que todos saldréis recompensados, sintiendo un mayor acercamiento a la extraordinaria cultura de Asturias.