El Parque Nacional de los Picos de Europa es, más allá de un espacio protegido de especial valor biológico y geológico, todo un símbolo para el Principado de Asturias. Símbolo compartido, eso sí, con las vecinas comunidades autónomas de Cantabria y Castilla y León. Un espacio singular que tiene su máxima altura en el pico Torre Cerredo (2.648 metros).
Pero no solo los amantes de los valores naturales son los que disfrutan del que fue uno de los dos primeros parques nacionales de España (1918), nacido con el nombre de Parque Nacional de la Montaña de Covadonga.
El Parque Nacional de los Picos de Europa es también una auténtica meca para amantes del senderismo y los deportes extremos (fundamentalmente, la escalada). Toda su superficie está cruzada por senderos que permiten disfrutar de algunos de los lugares más espectaculares del país.
Los Picos de Europa, la maravilla de Asturias
El macizo de los Picos de Europa ocupa una extensión de algo más de 67.000 hectáreas y una de sus principales características es la concentración de cumbres con más de 2.500 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Un mar que, por cierto, se encuentra sorprendentemente cercano. De hecho, la zona más septentrional de los Picos de Europa está a solo 15 kilómetros del Cantábrico.
Aun así, existen diferencias geológicas importantes entre las diferentes zonas en que está dividido este sistema montañoso. Estas son las áreas en que se divide:
- Macizo Occidental (o Cornión): es el más extenso y está delimitado por las cuencas de los ríos Sella y Dobra (al oeste) y Cares (en la zona oriental). Es aquí donde se sitúa la montaña de Covadonga, con los célebres lagos.
- Macizo Central (o de los Urrieles): entre los cauces del Cares y del río Duje, concentra la mayor cantidad de picos verticales del Parque Nacional de los Picos de Europa. En total, 38 alturas que superan los 2.500 metros de altura. Entre ellas la que probablemente sea la montaña más emblemática del Principado, es decir, el pico Urriellu o Naranjo de Bulnes (2.519 metros).
- Macizo Oriental (o de Ándara): es el que tiene las montañas de menor altura. Aun así, alberga parajes tan espectaculares como la Silla del Caballo Cimero (2.436 metros) o el lago de Ándara, uno de los más grandes del Parque Nacional de los Picos de Europa.
Los lagos de Covadonga
Ya sabemos que el embrión del actual Parque Nacional de los Picos de Europa fue la declaración de la Montaña de Covadonga como espacio protegido, a nivel estatal, en 1918. De esta forma se reconocían los especiales valores naturales de un entorno que ya era célebre entre los asturianos por albergar la basílica de Covadonga.
Pero no menos conocidos que el santuario, que conmemora el inicio de la llamada Reconquista, son los lagos de Covadonga. Dos pequeñas superficies de agua de origen glaciar, situados a unos 1.100 metros de altura, a los que se llega a través de una vertiginosa carretera de 14,5 kilómetros que parte desde el entorno de la basílica.
Esta carretera es realmente célebre gracias al ciclismo, pues durante varios años la llegada a los lagos de Covadonga ha supuesto la etapa reina de la Vuelta Ciclista a España. Un recorrido que forma parte de la mítica de ese deporte, gracias a gestas como las de Marino Lejarreta, Pedro Delgado, Laurent Jalabet, Lucho Herrera, Álvaro Pino, Nairo Quintana o Thibaut Pinot, entre otros. En cuanto a los lagos, son dos:
- Enol: está a 1.070 metros de altura y se caracteriza por su espectacular color verde esmeralda, más oscuro en invierno.
- Ercina: se sitúa en un plano superior al anterior (1.108 metros). Aunque se trata de un lago natural su volumen se ha visto modificado por la construcción de una presa en uno de sus extremos con el fin de abastecer a una antigua mina existente en la zona (Buferrera).
Qué (más) ver en los Picos de Europa
Los lagos de Covadonga son, sin duda, el lugar más emblemático y visitado del Parque Nacional de los Picos de Europa. Pero en todo el parque existen otros puntos igual de espectaculares, o más, que éstos. Algunos son:
- Pico Urriellu (o Naranjo de Bulnes): habitualmente oculto por la niebla, esta montaña es un auténtico icono del Parque Nacional de los Picos de Europa. También una meta muy exigente para todo escalador que se precie.
- Pueblo de Bulnes: es una aldea de la comarca de Cabrales, a la que se accede a través de un funicular. Se trata de uno de los principales puntos de acceso al parque, fundamentalmente para senderistas y escaladores que afrontan el ascenso al Naranjo de Bulnes.
- Garganta del Cares: en torno a esta garganta discurre la que, sin duda, es la ruta senderista más famosa de Asturias y, probablemente, de España. Fue trazada para el servicio de la pequeña central hidroeléctrica de Camarmeña-Poncebos.
- Desfiladero de La Hermida: el río Deva ha abierto este espectacular espacio natural, surcado también por una carretera que comunica los municipios de Peñamellera Baja y Tresviso (Cantabria). Las angostas paredes verticales del desfiladero están cubiertas de vegetación.
- Sotres: considerado el pueblo más alto de Asturias (a 1.050 metros), domina todo Cabrales, comarca donde se elabora el famoso queso.
Rutas por los Picos de Europa. Excursiones para niños mayores y adultos
Garganta del Cares aparte, por el Parque Nacional de los Picos de Europa discurren algunas rutas senderistas especialmente interesantes que se pueden realizar en familia, en solitario o con un grupo de amigos. Infórmate bien previamente para no tener ninguna sorpresa desagradable si estáis en baja forma. Estas son algunas de ellas:
- Senda del Arcediano: dividido en dos etapas, del Puerto del Pontón, a Soto de Sajambre y, desde allí, hasta Amieva. Esta segunda parte es algo más exigente. En total, unos 28 kilómetros de recorrido.
- Desfiladero de Los Beyos: esta ruta discurre en paralelo al curso del río Sella a lo largo de unos 12 kilómetros. Aunque el recorrido total, ida y vuelta, es de 32 kilómetros.
- Pueblos de Sajambre: recorrido circular de algo más de 11 kilómetros, que conecta las principales localidades de esa comarca, con una honda vocación rural.
- La Vega de Llos: se trata de una ruta circular que transcurre por el valle de Valdeón. En total 13 kilómetros de recorrido que regalan algunas de las panorámicas más espectaculares del Parque Nacional de los Picos de Europa.
Si los niños son pequeños, busca otras alternativas, hay muchas otras donde elegir.
