Asturias es una tierra con vistas al mar. Verde, fértil y custodiada por las altas montañas de la cordillera Cantábrica. Los valles, bosques y hermosos paisajes asturianos siempre han sido objeto, y lugar, de mitos, creencias y tradiciones. Cada comarca tiene los suyos propios, por lo que hay un sinfín de productos típicos en cada rincón a los que no podrás resistirte en tu visita a Asturias.
Sin embargo, esta provincia no es sólo una tierra de buena mesa, también hay artesanos que diseñan y crean productos ancestrales. Hay tanto donde elegir que parece imposible decantarse por una sola cosa que regalarle a la familia (o a uno mismo, que también se lo merece). Por lo que si no sabes qué comprar en Asturias o cuál podría ser un buen souvenir, atento porque aquí te dejamos los imprescindibles.
- Productos para un regalo gourmet
- Regalos líquidos
- Algo dulce para los golosos
- Un recuerdo hecho a mano
Productos para un regalo gourmet
Fabes
son la base del plato estrella de Asturias: la fabada. Aunque la elaboración de este plato es sencilla, es primordial que los productos sean de calidad, por lo que hacer fabada, o pote asturiano, sin fabes es misión imposible.
Quesos
Los asturianos tienen 42 variedades de quesos artesanales. Los hay fuertes y picantes, ahumados, frescos y cremosos, veteados, de todo tipo de formas y sabores. Aunque si quieres una apuesta segura, estos 4 que tienen denominación de origen no te decepcionarán: Afuega’l Pitu, Cabrales, Casín y Gamonéu.
Chosco de Tineo
Se trata de un embutido de cerdo curado y ahumado, adobado con sal, pimienta y ajo. Los cortes más selectos de la carne se introducen en la tripa, que se utiliza como cobertura. Al cortarlo se aprecian las diferentes piezas del cerdo. Puede ser más o menos intenso dependiendo del tiempo de ahumado y las maderas utilizadas.
Pastel de cabracho
Este pudin de pescado saltó a la fama de la mano de Juan Mari Arzak en 1971, quien creó una exquisitez con un pescado de roca muy sabroso: el cabracho. El pastel se cuaja con huevos, nata y el pescado cocido en un intenso caldo. Untado en pan es, simplemente, delicioso.
Chorizo asturiano
Este producto tan típico te abrirá las puertas de la cocina asturiana. Podrás dominar la fabada, el pote, los chorizos a la sidra o los bollos preñaos en un abrir y cerrar de ojos. Después de una curación de 7 días al humo y una semana de secado, ningún familiar o amigo podría resistirse a sus encantos. Es, sin duda, un “regalazo”.
Regalos líquidos
Sidra
Quizás es el mayor símbolo de la identidad asturiana. Durante todo el año se puede disfrutar de este producto reconocido a nivel mundial, ya que existe una enorme producción de manzanas de calidad. La sidra se toma como acompañamiento de las comidas. Primero se escancia (lo cual es todo un espectáculo de precisión) y después se sirve en culines. Estos culines han de tomarse inmediatamente después de servirse. Aunque también se utiliza como ingrediente en platos como el rape o el chorizo a la sidra.
Vino de Cangas
No todo es sidra en Asturias, también hay buenos vinos en el concejo de Cangas de Narcea, Allande, Grandas de Salime, Illano, Pesoz, Ibias y Tineo, donde la denominación de origen ha conseguido que sea un referente a nivel internacional. Durante el mes de octubre tiene lugar la fiesta de la Vendimia, aunque las bodegas se pueden visitar todo el año.
Orujo de hierbas o miel
Esta bebida es perfecta para acompañar el café o favorecer la digestión después de una copiosa comida asturiana. El orujo se consigue destilando los restos del prensado de las uvas, pero que no te engañe esto, se trata de un licor fuerte. También son típicos los orujos de sidra dulce o crema de orujo.
Algo dulce para los golosos
Casadielles
Se trata de una empanadilla frita con azúcar por encima, elaborada con una masa de harina de trigo rellena de nueces, azúcar y anís. Su nombre proviene de “cosadielles”, que son acertijos asturianos, pues el comensal no sabe de qué están rellenas.
Carbayones de Oviedo
Se trata de un dulce alargado de almendra y yema con hojaldre en la base y bañados en almíbar. Los mejores (y originales) son de la confitería Camilo de Blas, quienes lo crearon en 1924 y le pusieron carbayón, como el gentilicio de los ovetenses.
Moscovitas de Rialto
Si pasas por la confitería Rialto (en Oviedo) seguro que verás moscovitas en su escaparate. Unas finas tejas de chocolate y almendra que traían locas a las señoras de la alta sociedad en 1926.
Marañuelas de Candás
Se elaboran con harina, azúcar, huevo, mantequilla y ralladura de limón. En forma de espiral se llaman “galletas” y en forma entrelazada “bollo”. Se toma durante el desayuno de Pascua, donde los más jóvenes de la mesa deben servirse los cuatro trozos más tostados y crujientes.
Un recuerdo hecho a mano
Cuchillería de Taramundi
Se trata de una zona de yacimientos de hierro y agua abundante, donde se desarrolló, a partir del siglo XVIII, un importante núcleo de artesanos con más de 100 talleres. Las técnicas y materiales de fabricación de cuchillos y navajas se basan en los métodos tradicionales y familiares. Aunque hoy en día han ido desapareciendo, aún hay muchos artesanos de “la vieja escuela” que hacen maravillas. Si vas a coger un avión, mejor factura el equipaje.
Amuletos de azabache
Esta piedra semipreciosa abunda en Asturias y, antaño, se consideraba que tenía propiedades mágicas. Es común llevar una cigüa o higa al cuello: un pequeño puño cerrado, con el pulgar entre el índice y el anular, que se utiliza contra el mal de ojo.
Alfarería negra de Llamas del Mouro
La cerámica de esta zona es conocida por su intenso color negro y gris metalizado. Este resultado se obtiene durante el proceso de “carbonación” en el horno: se cubre la pieza con tapines (hierba) y así se impide la entrada de oxígeno. Si te interesa un producto típico con años de tradición tienes todo tipo de vasijas donde elegir.
Madreñas
Se trata de un zapato de madera de una sola pieza con dos tacos en la parte delantera y un talón detrás. Perfectos para el clima húmedo y los caminos embarrados. Solían venderse en los mercados y, también, a domicilio. El madreñero, que se encargaba de crear estos zapatos, se alojaba y comía gratis a cambio de madreñas para toda la familia.
Asturias ofrece un gran abanico de productos, ya sean comestibles o no, así que puedes disfrutar de la visita cuando vuelvas a casa, o incluso cuando hayan pasado semanas de esas maravillosas vacaciones.