Oviedo no sólo es la capital del Principado de Asturias, sino que está ubicado en su corazón, en el centro exacto de la comunidad autónoma. Es una ciudad en la que late la naturaleza, el arte románico, las fiestas, la gastronomía, la cultura… Es la sede de los Premios Princesa de Asturias y, en el pasado, fue la capital del primer reino cristiano de la península Ibérica. Y dicen que en Oviedo se halla el origen del Camino de Santiago.
Oviedo es, después de Gijón, el segundo municipio más poblado de Asturias, pero a pesar de ello guarda la esencia de sus tradiciones y conserva con un mimo infinito su patrimonio artístico, diseminado por las calles de su casco histórico. No en vano el cineasta Woody Allen, Premio Príncipe de Asturias de las Artes, la describió como “una ciudad de cuento de hadas donde todo es antiguo, limpio y agradable…”. Un homenaje que la ciudad le devolvió con una célebre estatua en bronce que ubicó en la calle de las Milicias Nacionales, una escultura entre las más de cien de diversa naturaleza que se hallan diseminadas por las calles del centro de Oviedo.
Qué hacer y qué visitar en Oviedo
A continuación enumeramos algunos espacios singulares y emblemáticos de Oviedo que resultaría imperdonable no visitar:
Santa María la Real del Naranco
El arte asturiano alcanza su plenitud en esta iglesia situada en la falda del monte del Naranco, a 4 kilómetros de Oviedo. Se levantó en el año 848 como aula regia del palacio del rey Ramiro I y en el siglo XII se convirtió en templo. Tiene planta rectangular y se ha convertido en un icono turístico del Principado.
Catedral de San Salvador
La gran catedral ojival de Oviedo comenzó a construirse en el siglo XIV y se terminó en 1587. Fue Juan de Badajoz quien diseñó su fachada y en su interior sobresale la capilla de Santa Bárbara, el altar de Santa Teresa (1739), el balcón donde se expone el Santo Sudario y la cámara Santa. Y adosada al pilar de la capilla Mayor, se encuentra la imagen policromada del Salvador (siglo XIII). El retablo Mayor, comparable a los de Toledo y Sevilla, tiene un gran número de imágenes de la vida de Cristo. Es interesante el museo de la Iglesia, con importantes colecciones arqueológicas y de arte sacro. La plaza de la Catedral, con su hervidero de paseantes, es un lugar ideal para tomar el pulso a la ciudad.
Estadio Municipal Carlos Tartiere
Es en este campo donde disputa sus encuentros el equipo de fútbol local Real Oviedo. Se inauguró en el año 2000, tiene capacidad para 34.500 espectadores y cuenta con 200 asientos VIP. La UEFA le ha otorgado la categoría 3, siendo la 4 la más alta. Su construcción estuvo salpicada de críticas ciudadanas, que protestaban por el predominio del gris tanto en el interior como en el exterior, con su fachada de hormigón. Hasta el punto de que se le conoce como La Formigonada.
Parroquia de San Julián de los Prados
Situada junto a la salida de Oviedo por la A66, en dirección a Gijón y Avilés, la iglesia de San Julián de los Prados es el mayor edificio de la arquitectura prerrománica asturiana. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998, formaba parte de un palacio que mandó edificar Alfonso II el Casto en el siglo IX, en el que había también unas termas que, desgraciadamente, fueron destruidas recientemente al construirse la autovía. Su nave central está decorada con pintura y el templo es uno de los mejores conservados de su época en Europa. La iglesia es conocida popularmente como “Santullano”.
Museo Arqueológico de Asturias
Se halla en el antiguo convento de San Vicente y distribuido alrededor del claustro de Juan de Badajoz. Aquí hay una importante colección de piezas encontradas en los yacimientos asturianos, que van del Paleolítico Inferior a la Edad Moderna. Son muy interesantes las salas dedicadas al prerrománico asturiano, sin desdeñar la colección de Etnografía. Aquí están las aras de consagración de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, así como el sepulcro románico de doña Gontrodo.
Calle de Gascona o el Bulevar de la Sidra
Que Asturias es la tierra de la sidra nadie lo duda. Lo que no todo el mundo sabe es que esta bebida cuenta con una calle, de nombre Gascona, que es más conocida como Bulevar de la Sidra. En ella hay, al menos, 13 sidrerías en las que se puede disfrutar de esta bebida y también de la gastronomía local: fabada asturiana, cachopo, bollos preñaos, frixuelos, queso de Cabrales, etc. Y todo en un ambiente muy distendido.
Parque de Invierno
Situado en la zona sur de Oviedo, es una de las grandes zonas verdes de la ciudad. En sus límites, con vistas a la sierra del Aramo, se encuentran las piscinas al aire libre de San Lázaro, el palacio de los Niños, una pista de skate y un laberinto formado por 650 laureles. Además, los interesados en el senderismo deben de saber que el parque enlaza con el camino Fuso de la Reina.
Campo de San Francisco
Un gran jardín de 90.000 m2 situado en el antiguo huerto del convento de San Francisco. En este paraíso natural encontrarás rincones mágicos entre la arboleda, la portada románica de la vieja iglesia de San Isidoro o la obra dedicada a Clarín. No olvides visitar la Rosaleda ni escuchar el murmullo de la fuente del Angelín en compañía de los vistosos pavos reales que caminan por el parque. Tampoco dejes de fotografiarte junto a la estatua de Mafalda.
Mercado y plaza del Fontán
En pleno corazón de Oviedo, la plaza del Fontán es uno de los escenarios más populares de la ciudad. En un extremo se encuentra lo que en su día fue la casa de Comedias o teatro del Fontán, colindante con el palacio barroco del Duque del Parque, y en otro el mercado de abastos del mismo nombre. Dicen que este espacio estuvo ocupado hace un par de siglos por una laguna natural que se abastecía de manantiales naturales. El Fontán se ha recreado en ‘La Regenta’ como la plaza del Pan, y Ramón Pérez de Ayala lo inmortalizó en su novela ‘Tigre Juan’. Aquí se celebra los jueves, sábados y domingos, en horario matinal, uno de los rastros más populares de España.
Está claro que el turismo en Oviedo da para mucho: tanto de día como de noche. Fue el faro de la cristiandad durante la Baja Edad Media y hoy sigue atrayendo a propios y extraños en busca de una ciudad que ha sabido conservar sus tradiciones y su identidad.
Mejores zonas para comer en Oviedo
Y es que Oviedo tiene una intensa y atractiva vida cultural y comercial en el entorno de la catedral, uno de los escenarios más céntricos e importantes de la ciudad, junto a la plaza de la Constitución, donde se halla el ayuntamiento de Oviedo. Es el corazón de la villa, que cuenta con numerosos atractivos para el viajero que va de turismo a Oviedo y que descubre a cada paso monumentos, esculturas, comercios singulares, tradiciones, iglesias prerrománicas, teatros e infinidad de restaurantes y sidrerías donde degustar la gastronomía asturiana y la bebida típica de la zona: la sidra.
Hablando de restaurantes en Oviedo, hay que recordar que existe una ruta de los vinos en la ciudad que transcurre en torno a las calles de Manuel Pedregal y Campoamor, muy cerca de la estación de tren y de la calle de Uría. Es toda una concentración de locales en los que el protagonista es, evidentemente, el vino, aunque es posible disfrutar también de una cerveza o de una sidra. Comer en Oviedo a base de tapas y tostas es posible en estos establecimientos en caso de que queramos completar la ruta de los vinos y no tengamos tiempo para detenernos y saborear los platos tradicionales asturianos.
El centro está dedicado al peatón y, de hecho, los coches fueron retirados de la circulación hace ya muchos años. Así que el viajero puede disfrutar con total seguridad de cada uno de los rincones de una ciudad que ha dado grandes literatos: Clarín, López de Ayala o Melchor de Jovellanos.