Una villa marinera que se abre al Cantábrico y que congrega a su alrededor todo tipo de actividades deportivas, culturales y de ocio. En Ribadesella puedes descender el río Sella en piragua, visitar un yacimiento arqueológico con increíbles pinturas paleolíticas o pasear por las calles medievales del centro, incluidas en la ruta Jacobea.
Podrás disfrutar de sus playas y ver huellas de dinosaurio y, también, degustar la mejor gastronomía tradicional asturiana. Si estás visitando Asturias, no necesitas más razones para hacer un alto en el camino y descubrir esta maravillosa ciudad. Te damos algunas claves sobre qué hacer y ver en Ribadesella. Toma buena nota.
El Descenso Internacional del Sella
Corría el año 1930 cuando Dionisio de la Huerta, promotor del Descenso Internacional del Río Sella, decidió descender con un grupo de amigos un tramo del río partiendo desde Arriondas. No fue hasta 1931 cuando consiguieron realizar el recorrido completo, los 17 km que distan río abajo hasta Ribadesella, instaurando así el trayecto oficial del Descenso del Sella.
Con solo una interrupción, durante los años de la guerra civil española, este evento deportivo organizado por la Real Federación Española de Piragüismo congrega anualmente, desde hace 83 años, a más de un millar de palistas nacionales e internacionales.
No necesariamente tienes que competir para disfrutar de todo lo que esta competición tiene para ofrecer al visitante. Si estás en Asturias la primera semana de agosto, acércate y disfruta de las celebraciones que tienen lugar en torno a la misma, conocida también como la fiesta de las Piraguas. La diversión está asegurada: desde disfraces y coches decorados –que acompañan a la salida de los competidores en Arriondas hasta la entrega de trofeos en la meta–, los Campos de Ova, donde se celebra la victoria con sidra (cómo no) y bollo preñao, a las grandes fiestas nocturnas en los chiringuitos y verbenas de Ribadesella. No en vano, desde 1951, el Descenso del Sella es considerada Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Qué hacer y visitar en Ribadesella
La cueva de Tito Bustillo
La cueva rupestre del macizo de Ardines, conocida en asturiano como El Pozu’l Ramu, y en el resto del mundo como la cueva de Tito Bustillo, en honor a uno de sus descubridores, es otro de los motivos por los que merece la pena detenerse al menos un par de jornadas en Ribadesella.
Descubierta por un grupo de espeleología en el año 1968, las pinturas prehistóricas que decoran sus paredes datan del 33.000 al 10.000 a.C. Representa uno de los conjuntos de arte rupestre paleolítico más valiosos a nivel mundial. Precisamente por ello fue declarado por la Unesco, en 2008, Patrimonio de la Humanidad. Grabados y pinturas zoomorfas y otras representaciones artísticas de diversa variedad técnica y estética se suceden por las 12 salas que conforman el conjunto de arte rupestre, aunque el visitante solo puede acceder a la más significativa: la sala del Panel Principal.
Para aquellos que deseen tratar desde una perspectiva más amplia todas las curiosidades de este descubrimiento paleolítico, el Centro de Arte Rupestre pone a su disposición un conocimiento más exhaustivo de la época en la que tuvieron lugar estas manifestaciones artísticas, su contexto social, quiénes habitaban las cuevas o las suposiciones sobre qué querían representar y por qué.
Las playas en Ribadesella
Siempre y cuando el inestable verano asturiano lo permita, las playas de Ribadsella ofrecen el momento de relax perfecto para tumbarse sobre su arena o para que los más valientes se atrevan con un chapuzón en el Cantábrico.
Playa de Santa Marina
La playa de Ribadesella o playa de Santa Marina brinda un escenario único al visitante: el estuario de la desembocadura del Sella en el mar, las espectaculares edificaciones indianas que recorren el paseo y las montañas de fondo, destacando los montes Somos y Corberu.
Un kilómetro y medio de playa que la convierten en el lugar preferido por los riosellanos para un relajante paseo por la orilla, si el tiempo lo permite. Y, como curiosidad, si el paseo se prolonga hacia el oeste, hasta el final del recorrido, en el acantilado se pueden visualizar huellas de dinosaurio, concretamente, de saurópodo.
Playa de La Atalaya
De fácil acceso desde la playa de Santa Marina, esta cala de un kilómetro de longitud y un ancho variable dependiendo de las mareas, se sitúa a los pies del monte Corberu o La Atalaya, de donde toma su nombre. A diferencia de su vecina, la playa del pueblo, esta no ofrece tantos servicios y no está masificada, por lo que si deseas un poco de tranquilidad, este es el lugar perfecto.
Restaurantes donde comer y beber en Ribadesella
Vayas donde vayas, en Asturias siempre encontrarás ese lugar donde disfrutar de su rica gastronomía acompañada de unos “culines” de sidra. Si buscas qué comer y dónde, te proponemos algunos restaurantes y sidrerías que no te dejarán indiferente.
Restaurantes y sidrerías en el casco antiguo
Para una inmersión completa en los encantos de esta villa marinera, debes visitar su casco histórico, de gran valor y con monumentos que se remontan a época románica. Además, si vas en verano, la perspectiva de sus calles y sus plazas llenas de gente bebiendo sidra asturiana no te dejará indiferente.
En el restaurante sidrería La Guía podrás disfrutar de un variado menú tradicional donde degustar desde una fabada, a un pescado del día de La Loja de Ribadesella. Eso sí, todo regado con culines de sidra natural asturiana. La Talamera Gastro, por su parte, es un restaurante pequeño que, situado en pleno centro de Ribadesella, te ofrece disfrutar de los quesos típicos asturianos, como el sabroso e intenso queso de Cabrales. No dejes de acudir al Mesón de Ana, uno de los más reconocidos de la villa riosellana, para probar el auténtico cachopo, otro de los platos estrella de la cocina asturiana.
Sidrerías y restaurantes en el puerto de Ribadesella
El puerto riosellano es el lugar idóneo para disfrutar del mejor producto del mar, pues La Lonja –La Rula de Ribadesella– proporciona a los restaurantes adyacentes el mejor pescado de la villa. Disfruta del paseo de la Grúa y no te pierdas los murales de cerámica en los que el humorista Antonio Mingote representó la historia local, y que constituyen otro de los principales atractivos turísticos de la ciudad.
Visita las principales sidrerías de la zona, como El Puerto, El Tarteru o Carroceru. Disfruta del pescado, del marisco y de la comida típica asturiana en La Marina o Arbidel. Vayas donde vayas, Ribadesella sabrá contagiarte el espíritu festivo de sus gentes.
