Uno de los tramos más agradecidos a nivel paisajístico del norte de España es el que transcurre por la costa asturiana. El Principado alberga una gran variedad de matices que muestra en distintas rutas costeras, con la ventaja añadida de poder recorrerlas a pie o en bicicleta. Ahora que el deporte sobre dos ruedas ha despegado en España ha llegado el momento de lanzarse a descubrir una geografía tan apasionante como la asturiana.

En este artículo encontrarás cinco propuestas igual de sorprendentes que te ayudarán a conocer un poco más de Asturias, su costa recortada, el mar desafiante, el verde intenso de sus prados y los caseríos repartidos en entornos encantadores.

  1. Senda costera de Llanes, sorpresas junto al mar
  2. La energía de los acantilados del Infierno
  3. Senda de Navia, playas y castros
  4. La mejor Ruta de los Miradores
  5. Ruta Gozoniega, la costa salvaje
  6. Camino de Celorio

Senda costera de Llanes, sorpresas junto al mar

Cualquier momento del año puede ser adecuado para recorrer la senda costera de Llanes, unos 65 kilómetros que deparan sorpresas en cada tramo del camino: bosques, cuevas, monasterios, acantilados, e, incluso, bufones. El itinerario comienza en Bustio y finaliza en la playa de Guadamía. Se divide en cinco etapas: Bustio – Pendueles, Pendueles – Llanes, Llanes – Celorio, Celorio – San Antolín y San Antolín – Playa de Guadamía. Aunque la ruta se puede hacer en bicicleta o a pie, algunos tramos son más adecuados que otros para caminantes.

senda costera de llanes
Senda costera de Llanes. Asturias.

La energía de los acantilados del Infierno

El aroma del mar, el viento en la cara y pequeñas gotas saladas te salpicarán en la ruta de los acantilados del Infierno. La belleza geológica de la costa queda al descubierto en este tramo con miles de figuras inverosímiles esculpidas en las rocas. La fuerza del Cantábrico ha influido en el perfil de los acantilados, en las cuevas y en los arcos de piedra que se descubren al pasear.

Es una ruta sencilla de 5,6 kilómetros que comienza en el coqueto pueblo de Cuerres y finaliza cerca de Ribadesella. El itinerario en sí no está marcado como tal sino que sigue caminos y atraviesa prados que se encuentran paralelos al litoral, no te desvíes y mantén siempre a la vista el mar. Algunos lugares donde sí merece la pena detenerse es en los bufones de Pría, donde el agua sale a presión por los huecos de la roca, y por supuesto en los acantilados del Infierno. Los días más brumosos el entorno es mágico.

bufones de pria asturias
Bufones de Pria. Asturias.

Senda de Navia, playas y castros

Esta senda, a pesar de ser una de las menos populares de las que recogemos en este artículo, brinda una experiencia impagable y es ideal para engancharse al mundo de las caminatas en Asturias. El itinerario completo es de 20 kilómetros y cuenta con buena señalización. Si estás en forma, lo podrías hacer en una jornada. Si no tienes prisa nuestra recomendación es que te organices para estar varios días y así disfrutar, en condiciones, de la belleza natural asturiana.

El camino comienza en Barayo, que tiene una preciosa playa, y continúa hasta Puerto de Vega, a 8 kilómetros. Este es un buen lugar para hacer una parada y visitar la vivienda donde murió Jovellanos. Más adelante haz otro alto en el camino en la capilla de la Atalaya, que brinda una bella panorámica de Puerto de la Vega.

senda de navia asturias
Senda de Navia. Asturias.

Continúa 4 kilómetros más por la senda de Navia hasta la playa de Frexulfe, y no te pierdas el castro de El Castiel. En los últimos 8 kilómetros aparecerán preciosas playas, bosques y riberas hasta terminar, tras pasar la ría de Navia, en la propia Navia.

La mejor Ruta de los Miradores

Aunque cualquier paseo por la costa asturiana se podría catalogar como una ‘Ruta de los Miradores’ porque sus vistas son impresionantes, existe un tramo que tiene este nombre. Este camino, para el que hay que ir preparado para no sufrir el síndrome de Stendhal (un malestar provocado por el exceso de belleza), comienza en la playa de Veneiro, en Muros del Nalón, y finaliza en San Esteban de Pravia. Tiene unos 5 kilómetros y está considerado de poca dificultad. Es incluso adecuado para hacerlo en familia.

En la Ruta de los Miradores las sorpresas, como es de esperar, llegan en forma de panorámicas. Te sugerimos que disfrutes cada recodo, que bajes a las playas y calas cuando sea posible, e, incluso, que te lleves un pequeño pícnic y aproveches algún merendero para sentarte y admirar el entorno mientras degustas las viandas. En Asturias no tendrás problemas para llenar la mochila de quesos, chorizos, pan y sidra.

acantilados-en-cabo-penas
Acantilados en Cabo Penas. Asturias.

El primer mirador que regalará una bonita vista es el de Xeneiro, de donde sale la ruta. En el camino también reclamará tu atención el mirador de los Glayos –que tiene al lado un área de descanso–, el mirador de la Atalaya, y el mirador de la Ermita –junto a la ermita del Espíritu Santo–. Desde ese punto se llega, bajando por una escalinata, al final de la ruta en San Esteban de Pravia.

Ruta Gozoniega, la costa salvaje

Si no estás familiarizado con el Principado de Asturias, te llamará la atención el nombre de esta ruta costera. La denominación de ‘Gozoniega’ se debe a que transcurre por el concejo de Gozón, cuya capital es Luanco, y que está situado entre Avilés, Corvera y Carreño. Realizadas las presentaciones, te proponemos profundizar en este concejo realizando un amplio itinerario de 26 kilómetros que dejará todos sus secretos al descubierto. Si piensas que es demasiado, siempre puedes elegir algún tramo.

Playa de Aguilar cerca Muros-de Nalon
Playa de Aguilar cerca Muros de Nalon

La Ruta Gozoniega comienza en la playa de San Pedro de Antromero y termina en la Punta La Narvata. El camino no sólo va pegado a la costa sino que también atraviesa campos de cultivo y alguna zona urbana.

Algunos lugares que pueden gustarte son la playa de los Cristales, donde antaño había miles de vidrios redondeados por el oleaje, la playa de Gargantera, la playa del Dique, playa del Bañugués y, entre otros, el paisaje del cabo Peñas. Es muy útil descargarse la ruta en Wikiloc.

Camino de Celorio

La última ruta costera que os recomendamos en Asturias es el Camino de Celorio y se desarrolla entre Celorio y la playa de San Antolín, en Naves. Se prolonga durante 8,3 kilómetros y el punto de inicio es la plaza del monasterio de San Salvador, junto a la playa de Palombina. A continuación atraviesa el pueblo por la carretera comarcal LLN-9 y llega hasta la población de Barro. El siguiente tramo, entre Barro y Niembru, es realmente bonito ya que atraviesa un bosque de encinas y llega a una pasarela de madera que cruza el arroyo Calabrés.

playa de torimbia asturias
Playa de Torimbia. Asturias.

Desde Niembru se llega a la playa de Torimbia donde desde su mirador se obtiene una amplia panorámica. Fíjate en la escultura que preside el lugar, se llama Estela y fue realizada por Ernesto Knorr. La última parte del sendero lleva por una zona de meseta desde donde se ve el Cantábrico y, a lo lejos, los Picos de Europa, para seguir bajando por el Cerro La Cuestona que lleva a la antigua carretera de Llanes, antes de terminar en la playa de San Antolín. Como siempre, os recomendamos descargaros una ficha de este camino, aunque sea sencillo.

Ruta Entrecabos

Los dos cabos a los que hace referencia este recorrido son el del faro Vidio, en Ovillana (Cudillero) y el del faro Busto (en Valdés). Una ruta que se puede realizar entre dos o tres días, en función de si se elige ir a pie, en bicicleta o, incluso, en vehículo motorizado.

En total se recorren unos 80 kilómetros de un tramo de costa especialmente abrupto pero, al tiempo, de una gran belleza. La ruta Entrecabos es, sin duda, una de las mejores formas de empaparse y disfrutar de esa triple dimensión de Asturias: montañosa, agrícola y marinera. Respecto a esta última, conviene hacer notar que el recorrido está salpicado localidades de visita tan recomendable como Luarca y la propia Cudillero. También de valiosos monumentos como la Quinta Selgas (en El Pito), la iglesia de santa María y la casa rectoral de Soto de Luiña.

A lo largo del recorrido hay varios espacios protegidos de especial valor, como la Reserva Natural de Barayo (entre Navia y Valdés), donde habita un auténtico emblema de la fauna de esta zona del país: la nutria.

Castropol a Veiga

Esta ruta senderista tiene unos 10 kilómetros (20 en el caso de ida y vuelta) con una dificultad baja, dado que prácticamente discurre por un terreno llano. A buen paso se puede completar en algo más de dos horas.

El punto de partida es la playa de Arnao del municipio de Castropol y en su mayor parte el camino discurre en paralelo a la ría del Eo, teniendo casi siempre a la vista el curso de agua. A lo largo de la caminata es bastante habitual el avistamiento de aves como el cernícalo, además de corzos, y pequeños erizos.

En cuanto a la flora, este tramo litoral está salpicado de bosques de robles y eucaliptos, que conviven con numerosos pastos donde se alimenta el abundante ganado que vive en la zona. Además, junto al camino se pueden admirar algunos antiguos molinos de marea que permanecen en pie.

Bustio a Pendueles

Se trata de una ruta indicada para ciclistas, más que para recorrerla a pie. En total, cerca de 23 kilómetros con más de 1.200 metros de desnivel total, por lo que su dificultad es moderada. De todos los recorridos descritos en este tema es quizás, el menos costero y la mayor parte del camino discurre por el interior asturiano. Una parte de la ruta, sobre todo la final, se adentra por carreteras locales, por lo que se recomienda una especial precaución.

El camino se inicia en el parque de La Remansona de Bustio, núcleo urbano perteneciente a Ribadedeva, para rodear el monte Las Gurizas y continuar por la carreta del faro de San Emeterio. Muy cerca está la cueva de El Pindal, con interesantes muestras pictóricas de Paleolítico.

Luego se llega hasta el mirador de Llavendres, se pasa por los parajes naturales de Serra y Tejavana, antes de llegar a La Franca. A continuación la ruta continúa por la Sierra Plana de la Borbolla, por la localidad de Buelna (con sus casonas indianas), antes de terminar en Pendueles.