El frente marítimo de la ciudad de Gijón, uno de los más importantes a nivel comercial dentro del Arco Atlántico, se asoma a orillas del mar Cantábrico con un marcado aire medieval. Conocida turísticamente como la capital de la Costa Verde, Gijón se presenta como una ciudad abierta y vibrante, en la que conviven diariamente más de 270.000 personas. Y quien dice diariamente, también dice ‘de noche’. Porque la animada vida nocturna de la cual goza Gijón no es sino una prolongación de la vida que respira hora tras hora desde su fundación hace 2.500 años. La oferta de ocio nocturno es amplia y variada, y permite elegir según el gusto particular: sidrerías y pubs, bares de copas y discotecas… Todo espacio es bueno a la hora de indagar Gijón bajo la luz de la luna.
- Cimadevilla, el origen de Gijón y de cualquier noche de fiesta
- Puerto deportivo de Gijón, discotecas a pie de playa
- Fomento, un barrio genuino con ritmos latinos
- Otros lugares de fiesta en Gijón
Tres son las principales zonas de marcha. El histórico barrio de Cimadevilla, aupado en lo alto de la península de Santa Catalina, compite en concurrencia tanto con el puerto deportivo como con la llamada zona de Fomento. Ubicadas a escasa distancia las unas de las otras, cada cual ofrece ambientes y estilos de música diferentes. Por el contrario, los clásicos bares de tapas, lugares idóneos si queremos catar una buena sidra junto a una ración de fabes, están omnipresentes en Gijón, y nos invitan a comenzar la noche con el estómago saciado. Esta ciudad asturiana también organiza algunos de los mejores festivales del Cantábrico, una buena oportunidad para disfrutar de la música en directo.
Ahora sí, si nos sigues, te mostramos algunos de los lugares que más fama atesoran en la noche gijonesa. Toma buena nota, sobre todo, si viajas a Asturias con amigos.
Cimadevilla, el origen de Gijón y de cualquier noche de fiesta
Independientemente de las ansias de fiesta, Cimadevilla debería ser un must para todos aquellos que viajen a Gijón. Antiguo barrio de pescadores —el primer barrio de Gijón, de hecho—, sus edificaciones se levantan sobre la céntrica y rechoncha península de Santa Catalina. A su vez, se encuentra flanqueado por el fuerte Viejo, un complejo militar del siglo XVII; y por el cerro de Santa Catalina, el primer asentamiento romano de la ciudad. Y, por si fuera poco, sus empinadas e irregulares calles peatonales nos deparan multitud de chigres —clásicas sidrerías asturianas—, así como pubs y discotecas donde dar comienzo a una noche de marcha.
La plaza del Lavaderu, presidida por la antigua fábrica de tabacos, es señalada por muchos como el primer punto de encuentro en Cimadevilla. Habitada día y noche por todo tipo de público, sus escaleras y muros de piedra suelen utilizarse como asientos improvisados. Lo mismo sucede con las terrazas de sus bares, entre las cuales destacan las de El Lavaderu, un mesón asturiano repleto de tapas, platos y sidras de la tierra; o las de la sidrería Casa Rober, un espacio de reciente creación, pero muy respetuoso con la sidra bien escanciada.
Por su parte, la plaza del Ayuntamiento, situada a muy pocos metros de las refrescantes termas romanas de Campo Valdés, nos sale al encuentro de camino al centro de Gijón. Allí también se aglutinan numerosas opciones de sidrería, como la de El Centenario; o bares de copas, como el Bar 470 o El Siete.
Y a menos de doscientos metros en dirección al paseo marítimo de la playa de San Lorenzo, se encuentra el emblemático café-bar Naútico, un local con una terraza ideal para tomar los primeros cócteles de la noche.
Puerto deportivo de Gijón, discotecas a pie de playa
Descendiendo la cuesta del Cholo desde Cimadevilla, rápidamente llegamos al puerto deportivo de Gijón, un importante lugar de amarre dentro del Cantábrico, y hogar de escasas, pero muy apreciadas salas de fiesta. Más grandes y con música más comercial, aquí los disco-bares se centran en un público más selecto. El Ocean, situado en una de las dársenas del puerto, es una moderna terraza con vistas al mar, cuyas cartas de cócteles y de platos de cocina fusión representan a la perfección este tipo de espacios.
Y en el extremo izquierdo del puerto, encontramos el café Trisquel, un retorno al ambiente más sosegado, donde es posible tomar unas cañas a ritmo de música folk.
Fomento, un barrio genuino con ritmos latinos
El otro gran espacio nocturno de Gijón se encuentra a menos de veinte metros del mar, en una calle paralela al puerto deportivo. Marqués de San Esteban —o como se conoce popularmente, la “calle de los arcos”—, reúne, junto a sus aledaños, lo que comúnmente se ha denominado Fomento. Todavía inserta en el casco viejo de calles irregulares, se dice que esta zona se mueve con ritmos latinos debido a la abundancia de pubs con temática tropical que acoge, tanto en decoración como en banda sonora. El pub Bananas o el pub La Habana son dos buenos ejemplos de esto que venimos diciendo.
Por su parte, la zona de Fomento también reúne lugares tan variopintos como el Blow-up, cuya debilidad por la música ye-ye se hace patente al instante; o el pub Buddha Gijón, una discoteca con marcado estilo oriental en la que las estatuas de Buda y los techos de madera marcan el contraste con la música de los años sesenta y setenta que suele sonar en la sala. Es, además, lugar habitual de bolos mediáticos de estrellas televisivas.
Si nos entra hambre antes de tiempo, el Dosmasuno Gastro, en la cercana calle del Carmen, sirve unas patatas bravas de gran fama en la ciudad; y la Cava Baja, en la también cercana calle de Cervantes, se gana el reconocimiento a base cachopos y quesos de Asturias.
En definitiva, la calle Marqués de San Esteban y sus alrededores resultan fáciles de encontrar. Su extremo oriental, el que más pega con Cimadevilla, es famoso por acoger las famosas letronas rojas de Gijón. Un punto de reencuentro impagable si la noche gijonesa se desmadra (aquí los pubs y disco-bares suelen abrir hasta las 6 de la mañana cada fin de semana). Que no te sorprenda encontrar aquí alguna que otra despedida de soltero o de soltera.
Otros lugares de fiesta en Gijón
Por último, un par de rápidas sugerencias acerca de otros lugares de fiesta no tan convencionales. Aunque el pachangueo y la música electrónica se hayan adueñado del panorama nocturno, eso no significa que ya no haya sitios distintos. La Vida Alegre, un tranquilo café por el día, y un intenso bar por la noche, se encuentra ubicado a escasos pasos de la plaza Carmen. Allí se venden originales y generosos bocatas, se sirve vino de calidad y, por si fuera poco, también se celebran numerosos conciertos en directo como, por ejemplo, las sesiones de jazz durante las mañanas de domingo.
Por su parte, La Mina, una cervecería ubicada en las afueras de Fomento, rinda culto al heavy, al rock y al indie más actual mientras sirve copas económicas a sus visitantes. Gente joven y mucha pasión por la música definen a este sitio.
Por último, la Sala Albéniz, situada en el antiguo edificio del Teatro Albéniz, permanece abierta cada fin de semana hasta las 7.30 de la mañana, celebrando conciertos de vez en cuando.