Quienes trazaron la Senda del Oso, a finales del siglo XIX, poco podían imaginar el uso que acabaría teniendo esta ruta en el siglo XXI. Así, lo que nació como un tren minero, que prestó servicio durante casi un siglo, hoy es una de las rutas senderistas (y de bicicleta) más espectaculares del norte de España. Eso, con permiso de la ruta del Cares, por supuesto.

Quienes se animen a caminar o pedalear por la Senda del Oso tienen casi 60 kilómetros, entre Tuñón y Cueva Huerta o Ricabo (hay dos ramales), para descubrir la Asturias natural más salvaje. Parajes muy próximos a los que habita el oso pardo, uno de los emblemas naturales del Principado. De hecho, el recorrido pasa junto al llamado Cercado de los Osos, donde habitan desde hace años varios ejemplares de estos plantígrados criados en cautividad.

 

  1. Cómo es la Senda del Oso de Asturias
  2. Ruta del Oso, puntos de interés
  3. La Senda del Oso en bici
  4. La Senda del Oso con niños
  5. ¿Se pueden ver osos en Asturias?

Cómo es la Senda del Oso de Asturias

La Senda del Oso tiene una longitud total de 59 kilómetros, con origen o destino en un mismo punto (Tuñón) y llegada (o partida) a dos lugares diferentes: cueva de Huerta y Ricabo. Es decir, se trata de un recorrido en forma de Y. Cada tramo tiene un kilometraje total de unos 30 kilómetros.

 

 

Se trata de un sendero perfectamente señalizado y delimitado por una valla de madera, con apenas inclinación, dado que, hasta el año 1963 por aquí circuló un tren minero. Por tanto, es perfecto tanto para la práctica de senderismo como para recorrerlo en bicicleta.

A lo largo de esta senda, rodeada de una vegetación exuberante, se atraviesan tupidos bosques, puentes de madera que salvan espectaculares desniveles y túneles (iluminados) a través de las montañas. Un recorrido que cada año realizan miles de deportistas y amantes de la naturaleza, en general.

Ruta del Oso, puntos de interés

A lo largo de los 40 kilómetros de la Senda del Oso se puede disfrutar de la naturaleza más virgen de Asturias. Para ello, existen diversos carteles en los que se explican, de forma detallada, las características geológicas y biológicas de esta zona, plagada de lugares singulares. Algunos de ellos son:

Torre de Proaza
Torre de Proaza
  • Tuñón: en este bonito pueblo típicamente asturiano está la iglesia de Santo Adriano de Tuñón. Una joya del Románico (siglos IX-XII).
  • Proaza: en esta pequeña localidad es donde se encuentra el cercado que habitan los osos. Como están acostumbrados a la presencia humana es fácil verlos mientras desarrollan las actividades más diversas. Sobre todo, a mediodía, cuando acuden al comedero.
  • Embalse de Valdemurrio: en su entorno está una de las áreas recreativas más bonitas y frecuentadas de la Senda del Oso. Aquí hay un centro de alquiler de canoas con las que recorrer el embalse a fuerza de remo.
  • Desfiladero de Valdecerezales: trazado a lo largo de millones de años por el curso del río Teverga, impresionan su enormes murallones de roca granítica.
  • Museo Etnográfico de Quirós: está situado en parte de lo que fue la antigua explotación minera de esa localidad. En concreto, en los hornos de fundición. Aquí se puede comprender la forma de vida anterior y posterior a la llegada de la minería a la zona.
  • Parque de la Prehistoria de Teverga: permite una completa aproximación al Paleolítico Superior a través de las reproducciones de hallazgos arqueológicos en diferentes lugares de Europa.

La Senda del Oso en bici

Recorrer la Senda del Oso en bicicleta es una auténtica delicia. Por las características del recorrido se puede realizar en un solo día (ida y vuelta) o en dos. Lo aconsejable, para disfrutar al máximo de los muchos valores naturales y etnográficos de la zona, es pernoctar en alguno de los pueblos de la ruta y completar el recorrido de vuelta al día siguiente.

La bicicleta facilita que se pueda realizar la ruta completa en un tiempo razonable. Es decir, partiendo desde Tuñón se puede llegar hasta cueva Huerta. Y, una vez allí, deshacer el camino hasta Caranga, para tomar el desvío que conduce hasta Ricabo.

Ciclista en la Senda del Oso
Ciclista en la Senda del Oso

Los desniveles son mínimos (no más del 4%) y toda la ruta está perfectamente señalizada. Eso sí, dado que también se trata de un camino senderista, se recomienda circular con especial precaución. Sobre todo, en los túneles pues, aunque están iluminados, hay ciertos tramos que tienen una visibilidad reducida.

La Senda del Oso con niños

Las características de la Senda del Oso ya descritas en el capítulo ciclista son perfectamente extrapolables en el caso de decidir recorrer esta ruta con niños. Si se decide cubrir por completo la ruta conviene dividirla en varias etapas (2-3-4), en función de la forma física y la edad de los pequeños. A lo largo del camino existen varias áreas recreativas, con bastantes fuentes, donde descansar y disfrutar del entorno.

Y en los pueblos que se cruzan hay una interesante oferta de alojamientos, aunque conviene reservar con antelación. Sobre todo, durante el verano.

Sin duda, uno de los principales alicientes de realizar la Senda del Oso con niños es contemplar sus caras de asombro cuando ven a los ejemplares de este mamífero que habitan en el cercado de Proaza.

La comodidad del recorrido también permite la contemplación de otras numerosas especies animales y vegetales. Por eso, también es una de las rutas senderistas más interesantes desde el punto de vista de la educación hacia el respeto por el medio ambiente.

¿Se pueden ver osos en Asturias?

En toda la Cordillera Cantábrica habitan unos 250 ejemplares de osos pardos. Se trata de animales que se mueven a lo largo y ancho de los bosques y montañas de esta cadena, en busca de alimento y hábitats favorables. Y, desde luego, los montes de Asturias son de sus favoritos.

Pero el oso es un animal esquivo a la presencia humana, así que los avistamientos son realmente extraños. Y mucho más si se pretende que se produzcan de forma casual.

Por ese motivo, la Senda del Oso es uno de los mejores lugares para ver osos en Asturias, viviendo en un entorno muy similar al que estos animales tienen viviendo de forma salvaje.