Villaviciosa (que significa ‘villa fértil’) es el corazón de la ‘comarca asturiana de la sidra’, ya que su territorio, protagonizado por una hermosa ría, la mayor del Principado, está jalonado por “pumaraes” (arboledas de manzanos), llagares y fábricas de conocidas marcas de sidra. Y, evidentemente, también existe una buena oferta de bares, sidrerías y restaurantes que permiten al visitante disfrutar de esta bebida local y comer productos típicos de la cocina asturiana.
El monumento más espectacular para el visitante que llega hasta Villaviciosa es la iglesia de Santa María de la Oliva, que data de finales del siglo XIII, aunque en el municipio hay nada menos que 27 templos de los siglos XI al XIII, casi todos modificados, lo que convierte a Villaviciosa en la población con mayor concentración de arte románico de todo el territorio asturiano.
Villaviciosa, 27 templos románicos
La iglesia de Santa María de la Oliva, que guarda una inscripción de su fecha fundacional (1213) es, pues, el sitio ideal para comenzar un recorrido por la localidad asturiana de Villaviciosa. Así que podemos entrar en su interior y descubrir una nave con un ábside románico, aunque su fachada ya revela elementos del estilo gótico, con los arcos apuntados, los rosetones y la portada, en este caso con una imagen de una virgen del siglo XV en el tímpano.
Junto a ella descubrimos la iglesia de San Salvador de Valdediós, más conocida como El Conventín, que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Data del siglo IX y fue construida por Alfonso III el Magno.
Casas solariegas en Villaviciosa
Detrás de este templo, y situada junto al teatro Riera, nos encontramos con la escultura de La Manzanera, de Mariano Benlliure. Está exactamente en la plaza de Obdulio Fernández Pando, desde la que salen las dos calles principales del casco antiguo, Agua y Sol, ambas flanqueadas por casas solariegas de los siglos XVII y XVIII.
La casa de Hevia y el rey Carlos I
Uno de los grandes atractivos turísticos de la calle del Agua es la casa de Hevia, del siglo XV. Un edificio en el que se hospedó Carlos I, un rey al que se le recuerda en la localidad con un busto situado en la plaza de su nombre. Al parecer, el monarca se dirigía a Santander cuando, por culpa de una tormenta, hubo de parar en Tazones, desde donde se dirigió, junto con su hermana, a la casa de Rodrigo de Hevia. En dicha vivienda pasó tres días y cuatro noches antes de partir en dirección a Colunga. Es una casa de tres plantas que, en su centro, muestra dos escudos con el águila imperial.
Qué hacer en Villaviciosa. Un paseo por la población
Son tantas las casonas y la arquitectura civil sobresaliente de Villaviciosa que la villa fue declarada Conjunto Histórico Artístico. Otras edificaciones importantes son la casona de Valdés, las escuelas graduadas, el chalet de Les Baragañes y el Ateneo Obrero.
Fuera del casco antiguo de Villaviciosa, nos encontramos con la capilla de la Concepción, el palacio de la Torre (siglo XVII) y el convento de Santa Clara (siglo XVIII). El templo que hace las funciones de iglesia parroquial es el de Santa María de Villaviciosa. Está situado sobre una loma y se aprovechó, para su construcción, la conventual franciscana del siglo XVIII. Merece también una visita el descomunal mercado de abastos de principios del siglo XX.
Exaltación a la manzana
Otro espacio interesante para visitar en Villaviciosa es la plaza del Ayuntamiento o del Huevu, que está presidida, evidentemente, por el edificio del consistorio municipal, de 1906. Está muy cerca del romántico parque Ballina, de 1928, en el que abundan las palmeras y donde existe una escultura de Eduardo Úrculo con el nombre de ‘Exaltación a la manzana’ (1996), en un evidente homenaje a la sidra.
A sólo 1 kilómetro de Villaviciosa, y en dirección a Santander, se encuentra la fábrica de sidra El Gaitero, cuyas instalaciones y colección histórica pueden ser visitadas por el público. Hay recorridos guiados organizados por la Fundación José Cardín, que muestra la historia centenaria de esta empresa a través de manuscritos, impresos, maquinaria, fotografías, materiales publicitarios y un gran número de objetos conservados por la firma.
Bellezas de Asturias
Merece la pena visitar la fábrica, aunque sólo sea por ver la película Bellezas de Asturias, rodada entre 1919 y 1920, en la que se combinan vistas de ciudades y villas asturianas con un completo reportaje sobre las bodegas de La Espuncia y la elaboración de la sidra en sus instalaciones. La entrada, además, es gratuita. Por ello, se recomienda reservar previamente.
Todos los veranos, Villaviciosa celebra el Festival de la Ría, un ciclo de conciertos ofrecidos por figuras de primera línea en la iglesia de Santa María de la Oliva a los que asisten cada año más de 2.000 personas. Y también en verano tiene lugar un ciclo de música de órgano en la iglesia de Santa María de Valdediós, que cuenta con un magnífico órgano que ha sido declarado Bien de Interés Cultural. La entrada es libre hasta completar aforo.
Restaurantes en Villaviciosa
No olvides disfrutar de la rica gastronomía asturiana en cualquiera de los restaurantes que jalonan la localidad de Villaviciosa. Comer en Villaviciosa será una experiencia inolvidable. Tienes mucho para elegir más allá de la fabada y el cachopo. Consulta el artículo Dónde comer en Asturias.
Y si lo que quieres es disfrutar del mar y de la playa, puedes hacerlo no sólo junto a la ría de Villaviciosa, sino también en la costa de las localidades vecinas: la playa de Rodiles, la playa y el puerto del Puntal, la playa de la Ñora, la playa y el puerto de Tazones, la playa de Merón, la playa España, la playa de Misiegu o la playa de Bonhome.