Situado a 43 kilómetros de Barcelona, exactamente entre Arenys de Mar y San Pol de Mar, en la comarca del Maresme, Canet de Mar es un bonito municipio costero que ha doblado su población en poco más de dos años debido a la expansión del Área Metropolitana de Barcelona. Hoy muchos de sus 15.000 habitantes se dedican al turismo, a la agricultura (fresones del Maresme, almendros, viñas, olivos, floricultura, etc.) o a la industria textil. Curiosamente, aquí se encuentra la única escuela universitaria de España que ofrece estudios de ingeniería técnica en tejidos de punto. Canet de Mar es un destino interesante para organizar una excursión desde Barcelona.
- Una historia que viene del siglo XI
- Qué ver en Canet de Mar
- Calas y playas de Canet de Mar
- Dónde comer en Canet de Mar
- Qué ver cerca de Canet de Mar
Una historia que viene del siglo XI
Canet de Mar, cuyo nombre procede de la palabra latina “cannetum” (lugar de cañas), tiene una larga historia que viene del siglo XI, cuando se formó una pequeña aldea de nombre Valle de Canet y Romaguera.
Mucho después, en el siglo XIX, el modernismo dejó su poso en la localidad gracias a la figura de Lluís Domènech i Montaner (1850-1923), autor de la Casa Roura y la Casa Domènech i Montaner, construida entre 1918 y 1919 y hoy convertida en casa museo. Aquí proyectó algunas de sus obras más singulares, como el Palau de la Música, la Universidad de Comillas o el Hospital de Sant Pau. También es el autor de l’Ateneu Canetenc y de la reforma del imponente castillo de Santa Florentina, escenario también de “Juego de tronos”. Otros artistas que tuvieron su importancia en Canet de Mar fueron Josep Puig i Cadafalch o los escultores Josep Llimona, Carles Flotats y Eusebio Arnau.
Todos los años, durante el mes de septiembre, se celebra la Feria del Mercado Modernista y el festival de Música Clásica del Castillo de Santa Florentina.
Qué ver en Canet de Mar
Además de los edificios modernistas, Canet de Mar cuenta con atractivos tan singulares como el templo de San Pedro y Pablo de Canet, del siglo XVI; el Santuario de la Misericòrdia, del siglo XIX, edificado en estilo neogótico; el Parque Vil.la Flora o la montaña de Pedrocastell, desde cuya cima se puede disfrutar de una magnífica vista del valle de Canet y de la sierra de Montnegre.
Castillo de Santa Florentina
El monumento más singular de Canet de Mar es el castillo de Santa Florentina, un edificio medieval del siglo XI levando sobre una vieja fortificación romana. En 1908 se alojó en esta fortaleza Alfonso XIII y en 1910 fue reformado por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner. En su fachada se pueden ver unas increíbles gárgolas del escultor Carles Flotats i Galtés. Su interior alberga una interesante colección de obras de artistas catalanes del siglo XX. Es uno de los escenarios de la película ‘La tabla de Flandes’, basada en la novela homónima de Arturo Pérez-Reverte.
Ayuntamiento de Canet
También conviene detenerse en el edificio del Ayuntamiento de Canet. Se levantó como casa del pueblo en 1906 gracias a la generosidad de la familia Golart-Palau y la obra arquitectónica la firmó Emili Cabanyes. En su interior sobresale la sala de Plenos, con un artesonado muy decorado.
Santuario de la Misericordia
Construido a mediados del siglo XIX, este santuario de estilo neogótico no pasa desapercibido. Fue edificado con un proyecto del arquitecto Francesc Daniel Molina que añadió elementos tan llamativos como un arco gótico enmarcando la entrada, o un rosetón de gran tamaño. Desafortunadamente, el interior no se mantiene como estaba en su origen debido al devastador incendio de 1936. No debe sorprenderte ver a parejas de novios en los alrededores porque este precioso santuario es testigo de decenas de bodas cada año.
Paseo marítimo
El paseo marítimo, jalonado de palmeras y árboles que aportan sombra y frescor, se disfruta todo el año en Canet de Mar y recorre la fachada litoral hasta enlazar con la vecina localidad de Arenys de Mar. Pasado el puente de madera, encontramos una escultura dedicada a Neptuno, “Neptuno saliendo del Mediterráneo”, y un poco más adelante, una zona con vegetación autóctona del litoral catalán. En el paseo hay también un circuito de ejercicio físico con seis aparatos instalados a lo largo del mismo.
Su paseo marítimo, jalonado de palmeras y árboles que aportan sombra y frescor, se disfruta todo el año en Canet de Mar y recorre la fachada litoral hasta enlazar con la vecina localidad de Arenys de Mar. Pasado el puente de madera, encontramos una escultura dedicada a Neptuno, “Neptuno saliendo del Mediterráneo”, y un poco más adelante, una zona con vegetación autóctona del litoral catalán. En el paseo hay también un circuito de ejercicio físico con seis aparatos instalados a lo largo del mismo.
Calas y playas de Canet de Mar
Canet de Mar cuenta con tres playas singulares que son el gran imán de los viajeros que llegan hasta esta población del Maresme. Son la playa de Canet, la playa del Cavaió y, tirando hacia San Pol de Mar, la playa del Plan de Santo Cristo, también conocida como Roques Blanques. Hay que decir que por Canet de Mar discurren varias rieras, que se unen a la desembocadura y acaban formando la playa de Canet.
Playa de Canet de Mar
Con casi dos kilómetros de longitud, la playa de Canet tiene un acceso muy fácil, tanto a pie como en bicicleta. Cuenta con la calificación de Bandera Azul de la Unión Europea debido a la calidad de sus aguas y sus servicios: vigilancia, aseos públicos, duchas, alquiler de hamacas y náuticos, pasarelas, vehículo de salvamento…
Playa del Cavaió
La playa del Cavaió, con unos 600 metros de largo y unos 50 de ancho, está situada entre Canet de Mar y Arenys de Mar. Es un arenal semiurbano con una arena un tanto gruesa y algunas rocas dispersas. Tiene muy fácil acceso tanto a pie como en bicicleta tanto desde el paseo marítimo como desde la avenida Maresme o desde Arenys de Mar. Además, cuenta con todos los servicios que un bañista pueda necesitar: pasarelas, duchas, baños, chiringuitos, restaurantes muy cerca y zona de aparcamiento de vehículos.
Playa de les Roques Blanques
Este arenal, conocido también como playa del Plan de Santo Cristo, se encuentra en el límite de Canet de Mar con Sant Pol y suele ser un lugar muy visitado por quienes practican naturismo. Tiene unos 500 metros de largo y unos 38 de ancho. Su arena es gruesa pero no llega a ser molesta y las rocas que le dan nombre aportan un toque especial al entorno.
Se puede llegar caminando desde la contigua playa de Canet o bien por un paso subterráneo de la A-2 donde se puede dejar el coche. Dispone de servicios básicos como vigilancia, duchas, lavapiés y agua potable.
Si buscas tranquilidad y viajas a Canet de Mar en temporada alta acude entre semana o en horas donde la afluencia sea menor. Sus aguas cristalinas y la calma del lugar te gustarán.
Dónde comer en Canet de Mar
Son muchas las opciones que tiene el viajero para disfrutar de la rica gastronomía catalana en Canet de Mar. Hay restaurantes tan bonitos como el 6Q Restaurant Modernista (Riera Sant Domènec, 1), de cocina mediterránea y de autor; A Media Luz (Carrer Ample, 9), un restaurante de fusión; Bar Restaurant Ancla (Verge de Montserrat, 6), de cocina casera; el Bar Restaurant Gatzara (Carrer de la Font, 7), de cocina catalana y de temporada; Restaurant Bar La Trinca (Nou, 54), o Hata-Ka Restaurant Japonés (Balmes, 29), de especialidades japonesas.
Si quieres comer junto a la playa, puedes optar por el Restaurante Les Roques (N-II, Km. 661), donde degustar una excelente paella junto al mar; La Lluna (un restaurante que mira al horizonte marino y con chill out), Atzavara (restaurante chiringuito y bar de copas), Bitákora Lounge Restaurant, también a pie de playa, o Lau Beach (restaurante, club y bar de copas).
Qué ver cerca de Canet de Mar
Canet de Mar está rodeado de pueblos con tanto encanto como San Pol de Mar y Arenys de Mar, además de espacios naturales tan increíbles como el Parc de Can Jalpí, el Macizo del Montnegre o el Turó Gros.
San Pol de Mar
Situado junto al mar y a un paso de la montaña, este delicioso pueblo de la comarca del Maresme surgió al amparo del Monasterio medieval de Sant Pau y fue un importante enclave cultural. Tiene ocho calas de roca de pequeño tamaño y playas de arena, como Roca Grossa o Roques Blanques. Tiene también interesantes edificios modernistas, la mayoría del arquitecto Ignasi Mas Morell, que se suman a otros monumentos importantes, como la iglesia de Santiago, de estilo gótico tardío, y la Ermita de Sant Pau, edificada sobre una antigua construcción romana.
Arenys de Mar
Está a sólo 40 kilómetros de Barcelona y es una de las principales poblaciones del Maresme. Todo su litoral está bordeado de increíbles playas que quedan enmarcadas por las colinas circundantes. La Riera es el paseo principal y el centro comercial y social de este pueblo que tiene un bonito mercado modernista en el que se puede tomar el pulso a la localidad. Otro edificio singular es el Calisay, de la antigua destilería del licor de hierbas y que hoy es un centro cultural.
Parc de Can Jalpí
Es el espacio ideal para disfrutar de un día de ocio y diversión en familiar. Situado a un paso de Arenys de Munt, cuenta con un castillo del siglo XIX rodeado de un lago artificial, y un parque de aventuras que son la excusa perfecta para entrar en contacto con la naturaleza. En la actualidad, el castillo es un restaurante donde se celebran bodas y otros eventos.
Macizo del Montnegre
Este conjunto montañoso alberga las cumbres más altas de la Cordillera Litoral, como el Turó Gros o el Turó d’en Vives, ambos con altitudes que superan los 750 metros. El Macizo del Montnegre ha estado poblado desde el Neolítico, como demuestra el dolmen de la Pedra Gentil, en el municipio de Vallgorguina.