Comer en Barcelona es toda una experiencia sensorial. Y no solo para el gusto y el olfato. Lo cierto es que, sobre todo en los restaurantes más creativos, también pueden disfrutar el resto de los sentidos. Ese es el concepto que mueve a los cocineros integrados en la nueva cocina catalana y española: la satisfacción total y completa del comensal. Eso casi siempre se consigue gracias al uso de un producto excepcional, mimado y elaborado hasta extremos increíbles. Y, muchas veces, también se logra a través de las sorpresas, jugando con trampantojos, con nuevos sabores y texturas, y con presentaciones más propias de museos de arte moderno.
Pero, junto a este tipo de restaurantes, también se puede degustar la mejor tradición local. Cocina típica de Barcelona y del resto de Cataluña, servida en locales clásicos en los que casi se puede respirar el paso del tiempo.
Además, también es posible comer en Barcelona con calidad pero sin que se resienta demasiado la cartera. Son las ventajas de un lugar en el que la gastronomía juega un papel fundamental. De hecho, comer en Barcelona es el motivo que mueve a millones de turistas a venir hasta aquí cada año. Y, desde luego, la mayor parte de ellos quedan satisfechos de la experiencia y con muchas ganas de repetir. ¡Buen provecho!
Restaurantes con estética futurista o con vistas en Barcelona
Hay muchas maneras de empezar una noche en Barcelona, pero una de los mejores es disfrutando de las vistas 360º que se pueden admirar desde la terraza del hotel Barceló Raval (Rambla del Raval, 17-21). De verdad que son impresionantes. Está abierta durante todo el día para los huéspedes, pero aunque no estés alojado podrás subir por la tarde.
Un plan completo podría ser comer, cenar o tomar el brunch (los domingos) en el restaurante B-Lounge –en la planta baja y con una decoración galáctica–, que sirve ricas tapas y platos a la carta, y luego subir para tomar un cóctel mientras admiras la ciudad condal.
También de estética futurista es el restaurante Hydrogen (plaza dels Països Catalans), del hotel Barceló Sants, donde su chef, Ramón Ribas, sorprende al comensal con deliciosos platos que incluyen nuevas formas y texturas. Pregunta también por su cocina ‘Brain Food’, que se caracteriza por ayudar al cerebro a rendir más. Y la copa tras la cena os la recomendamos en el Orbital Bar. Os gustará.
Las vistas en el hotel Occidental Atenea Mar son al Mediterráneo, ya que se encuentra a sólo 150 metros de la playa Nova Mar Bella. En este hotel sólo para adultos, que se ha convertido en un pequeño oasis en Barcelona, se sitúa el restaurante Canela (Passeig García i Faria, 37-47). Tras un día ajetreado de compras o de visitas turísticas, este puede
Los mejores restaurantes de Barcelona
Nada menos que 29 restaurantes de Barcelona están reconocidos con, al menos, una estrella por la Guía Roja de Michelin 2019. Un claro reconocimiento a la calidad e innovación que caracteriza a la cocina barcelonesa. De todos ellos, dos tienen tres estrellas:
- ÀBaC (Avenida Tibidabo, 1): es el proyecto personal del televisivo cocinero Jordi Cruz (Master Chef España). Un lugar donde desarrolla una cocina creativa hasta lo inimaginable (Nuestra Vanguardia), pero que también ofrece otras opciones más clásicas, en la que el producto es la estrella (Nuestra tradición).
- Lasarte (Mallorca, 259): se trata de la propuesta barcelonesa de Martín Berasategui, el cocinero español con más estrellas Michelin en sus diferentes restaurantes. Este local está comandado por el italiano Paolo Casagrande, que traslada hasta aquí lo mejor de la cocina del chef vasco, pero con algunas ideas propias. Producto, producto y más producto caracteriza la carta de este restaurante, con una clara apuesta por lo natural y lo orgánico.
Junto a éstos, hay en Barcelona otros cuatro restaurantes reconocidos con dos estrellas. Estos son:
- Cocina de Hermanos Torres (Taquígraf Serra, 20): los también televisivos Sergio y Javier Torres han querido darle a este restaurante un ambiente de cercanía muy agradable. De hecho, todas las propuestas se elaboran en una cocina abierta con las mesas dispuestas alrededor. Está en pleno barrio de Les Corts y ofrece platos muy creativos y con claras influencias internacionales.
- Moments (Passeig de Gràcia, 38): al frente de este restaurante está Raül Balam, hijo de una de las más grandes de la cocina catalana, Carme Ruscalleda. Su concepto culinario traspasa fronteras con platos tan originales como sabrosos. Sobre todo los que utilizan los pescados y mariscos del Mediterráneo.
- Disfrutar (Villarroel, 163): tres antiguos integrantes del equipo de El Bulli en Roses (Girona) están al frente de este local, que pretende continuar con el legado de aquel mítico restaurante y las enseñanzas del genial Ferran Adrià. Un ejemplo: la yema de huevo crujiente con gelatina de setas.
- Enoteca Paco Pérez (La Marina, 19-21): en el Hotel Arts, propone una cocina muy mediterránea y fresca. Se llama de esta forma por las más de 700 etiquetas de vino que existen en su bodega.
Comer cocina tradicional en Barcelona
Una de las mejores maneras de conocer las esencias y la filosofía de esta ciudad es comer en alguno de sus restaurantes de cocina tradicional. Algunos ellos forman parte de historia de Barcelona y muchos están presentes también en su Literatura (por ejemplo, en los libros de Manuel Vázquez Montalbán y Eduardo Mendoza). Algunos de los más representativos son:
- La Cova Fumada (Baluard, 56): está en uno de los barrios más gastronómicos de la ciudad, La Barceloneta. Recomendable ir con reserva y estar dispuesto a compartir mesa, pues el local está siempre muy concurrido. Son míticas sus bombas y el bacalao. Los precios son bastante populares.
- La Plata (Mercè, 28): está especializado en frituras de pescado. Aunque también triunfan sus montaditos de butifarra y de anchoas.
- Bodega Sepúlveda (Sepúlveda, 173): son célebres sus cazuelas, entre las que destacan los garbanzos con butifarras blancas y negras. El restaurante lo abrió en 1952 Llorenç Solá, que fue cocinero del rey Alfonso XIII.
- Can Vilaró (Comte Borrell, 61): a este restaurante, abierto en 1967, se viene a probar sus albóndigas, su carrillera con setas, pero también sus platos de casquería, como el hígado con cebolla.
Restaurantes baratos en Barcelona
El mejor consejo para comer en Barcelona barato y con buena calidad es huir de los barrios más frecuentados por los turistas, como el Born, el Barrio Gótico, el Puerto Olímpico o La Barceloneta. Aun así, siempre hay alguna honrosa excepción, incluso en estas zonas. Algunas de las opciones más económicas para comer en Barcelona a buen precio son las siguientes:
- Granja Mabel (Marina, 114): cocina sin grandes pretensiones, con buenos productos (muchos de ellos comprados en el mercado de La Boquería) y con platos tan originales como los macarrones al revés, que están rellenos de pollo y bechamel.
- La Taquería (Passatge de Font, 5): tacos mexicanos, como es obvio, muy auténticos y con sabores propios del país azteca. Ojo, incluidos sus picantes y sus salsas a base de cilantro. Pero, eso sí, son muy interesantes las cantidades de comida que se sirven en cada plato.
- Mà de Morter (Travessera de les Corts, 118-120, local 2): platos tradicionales catalanes, cocinados a fuego lento, tal y como hacían las madres (de ahí el nombre del local).
- Gelida (Diputació, 133): preparaciones de la cocina tradicional catalana, como capipota, bacalao y también codillo, por no más de 15 euros.
- Cal Cuc (Taulat, 109): aquí se viene, sobre todo, a comer algunos de los ramen más auténticos de Barcelona. Los miércoles los venden a cinco euros.
- Escairón (En Fontrodona, 5): cocina gallega servida en un ambiente muy familiar, como en tu propia casa. Protagonistas de la carta son las carnes hechas a la brasa.