El actual Jardín Botánico fue inaugurado en 1999. Ocupa catorce hectáreas de la montaña de Montjuïc y es un auténtico paseo de homenaje a “los mediterráneos del mundo”, como consta en el proyecto de su artífice, el arquitecto Carlos Ferrater. Lejos de otras áreas de este tipo que apuestan por el exotismo, aquí la gran protagonista es la vegetación predominante en las regiones del mundo que disfrutan del mismo tipo de clima que Barcelona.

Una de las características del Jardí Botànic es su carácter dinámico, ya que constantemente se reproducen nuevas especies en los viveros. Uno de sus mayores atractivos es el cambio que experimenta el paisaje según el paso de las estaciones. Además de un espacio lúdico, este jardín, vinculado al Instituto Botánico de Barcelona y a otros organismos, tiene un propósito científico.

 

 

  1. Historia del Jardín Botánico de Barcelona, los antecedentes
  2. Características del Jardín Botánico, moderno y ecológico
  3. Un recorrido con especies de “todos los mediterráneos”
  4. Actividades para todos en el Jardín Botánico de Barcelona

Historia del Jardín Botánico de Barcelona, los antecedentes

Antes de la apertura del Jardín Botánico, en 1999, la ciudad contaba con otro espacio vegetal, el Jardín Botánico Histórico. Se construyó en 1930 y todavía se conserva. También se encuentra en Montjuïc, en la avenida dels Montanyans, justo detrás del aparcamiento del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).

 

 

Se cerró al público en 1986 y fue abierto nuevamente en 2003 tras un proceso de reacondicionamiento. Diseñado en su día por el botánico Pius Font i Quer, se sitúa sobre dos hondonadas, procedentes de antiguas pedreras en el sector de la Foixarda de Montjuïc. Es un área umbría, circunstancia que facilita el desarrollo de especies de carácter eurosiberiano, propias de climas más fríos.

El entorno, que  acoge algunos de los árboles de mayor tamaño de la ciudad, contrasta con el carácter mediterráneo del más reciente Jardín Botánico. Éste comparte zona con el Estadio Olímpico Lluís Companys, el Castillo de Montjuïc y el cementerio nuevo. Y cautiva con su exhibición de flora propia de la cuenca mediterránea y de otras zonas como California, Chile, Sudáfrica y Australia.

Características del Jardín Botánico, moderno y ecológico

Las 14 hectáreas de terreno en la montaña de Montjuïc que ocupa el Jardí Botànic  habían sido ocupadas durante un siglo por un vertedero destinado a diferentes tipos de residuos. Para adaptar la zona al nuevo uso se contó con fondos de la Comunidad Europea. El proyecto se realizó en su totalidad con estrictos criterios de sostenibilidad y eliminación de barreras físicas.

«Será un Botánico del siglo XXI, con un criterio más ecológico y sostenible», declaró el arquitecto Carlos Ferrater al presentar el proyecto, realizado en colaboración con Josep Lluís Canosa y con el asesoramiento de biólogos y paisajistas. La intervención, muy respetuosa con el entorno, sigue la esencia del terreno, en lugar de tratar de modificarlo. El diseño se caracteriza por su malla triangular, a modo de fractales, donde crecen las distintas especies de plantas.

Vistas desde el Jardín Botánico de Barcelona
Vistas desde el Jardín Botánico de Barcelona

Caminos de cemento, plazas y muros de contención, formados por tierra armada y acero cortén, dotan al espacio de una moderna fisonomía. Los materiales usados son reciclables y ecológicos. Todas las infraestructuras de iluminación, riego y alcantarillado quedan ocultas a los ojos del visitante, sin nada que lo distraiga de la belleza del paisaje natural. El riego, sin cables, se realiza desde un ordenador central que activa las diferentes electroválvulas.

El paisaje mediterráneo, de cultivos en terraza, domina este Jardín que es uno de los mayores espacios verdes de la Ciudad Condal. El conjunto, ubicado en un variado relieve, con desniveles de más de 50 metros, tiene la forma de un gran anfiteatro, orientado al sudoeste y abierto al valle del Llobregat, con vistas al Anillo Olímpico y una gran perspectiva de la ciudad y la Sierra de Collserola. La calidad del contenido vegetal y la fuerza y originalidad del entorno convierten al lugar en uno de los rincones más atractivos y singulares de la ciudad.

Un recorrido con especies de “todos los mediterráneos”

Una de las imágenes más características del Jardín Botánico de Barcelona es la zona acuática. Sirve de salón-recibidor a los visitantes y ofrece una primera visión de gran belleza. A partir de ese momento el recorrido, con sus caminos trazados siguiendo la orografía de la montaña, resulta sorprendente.

El Botànic muestra cómo las diferentes regiones del mundo donde impera el clima mediterráneo tienen una vegetación similar, pero cada una de ellas con elementos autóctonos. El espacio propone un viaje a través de ocho escenografías vegetales diferenciadas: Australia, California, Chile, Sudáfrica, Norte de África, el Mediterráneo oriental, la Península Ibérica y, finalmente las Islas Canarias. El archipiélago atlántico se sitúa en el extremo noroeste y en él se agrupan palmeras y otras especies de espectaculares plantas, emparentadas con la flora tropical que ocupaba la región mediterránea antes de los periodos glaciares.

Vegetación del Jardín Botánico de Barcelona
Vegetación del Jardín Botánico de Barcelona

Muchas especies resultan familiares a los visitantes, ya que son habituales en los jardines de Barcelona. Es el caso de los eucaliptos, los árboles botella y distintas variedades de acacias y arbustos arbóreos como la dicksonia, de la familia de los helechos. De América del Sur destaca el boldo y el pimentero rojo. Y del continente africano –de Marruecos hasta Ciudad del Cabo– proceden las arganias, las adelfas y la goma arábiga, entre otras especies, así como los cedros y mañíos, también muy propios de la Ciudad Condal. Dependiendo de la estación, la fisonomía del Botànic cambia: árida en verano, verde y vigorosa en otoño, reposada y calma en invierno; exultante y llena de color en primavera.

En el área del Botánico se encuentra El Instituto Botánico de Barcelona. Obra también de Carlos Ferrater, el edificio se ubica aprovechando el desnivel de Montjuïc y se asoma al paisaje como si fuera un gran balcón de madera oscura y cristal. Este moderno centro está dedicado a la investigación y ofrece una amplia oferta de propuestas con las que cumple sus funciones de divulgación, asesoramiento y educación alrededor del mundo vegetal. El espacio cuenta con restaurante, auditorio, biblioteca y la sala de exposiciones.

Actividades para todos en el Jardín Botánico de Barcelona

En el Jardín Botánico de Barcelona se organizan actividades dirigidas a los escolares, pero también se diseñan planes para las familias y recorridos en grupo e individuales. Los sábados y domingos por la mañana se pueden realizar visitas guiadas, que son llevadas a cabo por voluntarios de la Asociación de Amigos del Jardín Botánico. Son recorridos donde se explican las características del clima mediterráneo y donde los visitantes se acercan a aspectos como la polinización o las adaptaciones de las plantas a la sequía. También se descubre el uso de las distintas especies con fines alimenticios, culinarios y medicinales.

El espacio acoge numerosos talleres especializados en cultivo de huertos, cestería, e iniciación a los bonsáis, entre otras opciones. Los amantes de este arte pueden disfrutar de la exposición permanente de bonsáis que permanece abierta los sábados, domingos y festivos. En la sala del Instituto Botánico se celebran exposiciones con asiduidad. Y se celebran fiestas cada año para celebrar la llegada de la primavera y el otoño.

Visitar el lugar con niños es muy recomendable. Los más pequeños pueden acercarse a los secretos de los árboles; realizar avistamientos de pájaros, conocer de cerca a distintos insectos y realizar construcciones para las abejas. También se organizan juegos de estrategia con temática mediterránea. Todas las acciones buscan concienciar sobre la importancia del cuidado del entorno natural.