Si te apasionan los paisajes volcánicos, tienes que ir al Parc Natural de la Zona Volcànica de la Garrotxa, en la provincia de Girona. Aquí encontrarás unos 40 cráteres, como los de Montsacopa, Santa Margarida o el de Croscat, y más de 20 coladas de lava, como las de Sant Joan les Fonts o la de Castellfollit de la Roca. Toda una explosión de la naturaleza en un territorio que registró la última erupción de la tierra hace 14.000 años.

Pero en este peculiar y fértil territorio también encontrarás zonas con exuberante vegetación, como el bosque de la Fageda d’en Jordà que te hará transportarte a escenarios de cuento. La comarca de la Garrotxa te cautivará.

  1. Ruta por los pueblos de la Garrotxa
  2. Parque Natural de la Zona Volcánica

El Parc Natural de la Zona Volcànica de la Garrotxa es uno de los granddes atractivos de la comarca de la Garrotxa, que se encuentra a poco más de una hora de Barcelona y muy cerca de las localidades gerundenses de Olot y Santa Pau. Es un territorio que te invita a planificar una bonita escapada en familia, con amigos o en pareja. Podrás organizar rutas de naturaleza, paseos a caballo, itinerarios en bicicleta, senderismo y excursiones guiadas. Porque además, junto al parque, descubrirás paisajes de colinas y valles, masías, antiguos pueblos medievales, monumentos románicos, iglesias históricas, edificios modernistas y hasta un Museo de los Volcanes.

Ruta por los pueblos de la Garrotxa

La capital de la comarca de la Garrotxa es Olot, el pueblo más grande y con más población del entorno. El municipio cuenta con museos e iglesias de gran valor patrimonial y con una ruta de edificios modernistas que tienen influencias de arquitectos como Muntaner o artistas como Miquel Blay, y entre los que destacan la Casa Sola Morales o la Casa Gaietà Vila. En Olot se encuentra el Museo de los Volcanes, donde podrás adentrarse en la historia y la geología de este territorio, y otros de sus atractivos son el antiguo Convento del Carmen, del siglo XVI, que alberga hoy una activa escuela de arte, o el antiguo hospicio construido por el arquitecto Ventura Rodríguez, donde se halla en la actualidad el Museo Etnográfico de la Garrotxa.

Otros pueblos de la comarca que merece la pena visitar en una ruta por los pueblos de la Garrotxa son los siguientes:

Besalú

Es uno de los pueblos medievales mejor conservados de España y una de las localidades más turísticas de la comarca de la Garrotxa. El municipio vivió su gran esplendor histórico desde los siglos X al XII y conserva todavía un puente medieval con siete arcadas, convertido en el gran icono de Besalú, y la iglesia de San Pere, del año 977, que tiene un singular ábside con girola, además de una sala de baños rituales, también medieval, habilitada por la antigua comunidad judía. En su casco histórico, también destacan la iglesia de Sant Vicenç, la fachada de la iglesia hospital de Sant Julià y la casa de Cornellà, todas del siglo XII. Besalú se ha transformado, en ocasiones, en plató de cine para series como “Westworld” o “Juego de tronos” y para películas como “El perfume”.

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Besalú

Castellfollit de la Roca

En la entrada de este pequeño pueblo, podrás encontrar un centro de información que te permitirá conocer la historia de la formación de los volcanes de la zona. El propio pueblo está instalado literalmente sobre una colada basáltica de 50 metros de altura y casi un kilómetro de larga, lo cual le da una estampa muy hermosa y peculiar. Sus estrechas calles desembocan en la antigua iglesia de Sant Salvador, donde se encuentra un mirador con las mejores vistas de la zona. Si bajas a la pasarela que hay sobre el río Fluvià, podrás contemplar el pueblo sobre el risco.

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Castellfollit de la Roca

Argelaguer

Escenario de una importante batalla que tuvo lugar en 1873 entre los carlistas y los liberales, este pueblo conserva un rico patrimonio monumental: la Parroquia de Santa María (siglo XII), la casa-palacio de Montpalau (siglo XV), la capilla románica de Santa Ana (1453), la capilla de Santa Magdalena de Montpalau (siglo XIII) y la ermita Santa maría de Albis del Guilar, del año 1334.

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Entorno natural de Argelaguer

Montagut y Oix

También conocido como Montagut de Fluviá, en su término municipal abundan las iglesias y ermitas románicas, como las de Santa María del Cos, Sant Eudald de Jou, Santa Bàrbara de Pruneres o Sant Feliu de Riu, además del monasterio de Sant Aniol de Aguja. También merece la pena visitar el puente de Oix y el puente de Valentí. Se encuentra en un terreno montañoso y en uno de sus extremos limita con Francia.

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Puente de Valentí

Sant Joan de les Fonts

En este bonito pueblo, el pasado medieval se mezcla con más de 200 fuentes de agua que bañan todo el término municipal. De hecho, existe una ruta de las fuentes muy recomendable para hacer en familia. Los ejemplos más interesantes de su arquitectura civil y religiosa son la iglesia del antiguo monasterio benedictino (siglo XII), la casa fortificada de Juvinyà (siglos XII-XIV), la Torre de Canadell y el puente del siglo XIII.

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Sant Joan de les Fonts

Sant Feliu de Pallerols

Esta encantadora localidad que cuenta con más de 50 fuentes está dividida por el río Brugent, afluente del Ter. En su zona norte abundan los bosques de encinas y robles, y en el sur, los hayedos, robledales y castañares. Entre sus atractivos turísticos, destacan la iglesia parroquial, la capilla de Nostra Senyora del Roser, la iglesia de Sant Iscle de Colltort, el Pozo del Hielo y todo el casco histórico de la villa. En el valle hay tres castillos que merece la pena visitar: el castillo de Hostoles, el de Puig-Alder y el de Colltort.

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Sant Feliu de Pallerols

Santa Pau

Este pueblo amurallado del siglo XIII parece sacado literalmente de un cuento. Puedes tomar el pulso a la localidad desde la plaza del Mirador y callejear después por su laberinto de casas medievales hasta llegar a la Plaza Mayor y la iglesia de Santa María del siglo XV. No dejes de visitar el castillo de Santa Pau, construido entre los siglos XIII y XVIII, ya que fue la primera edificación de la localidad.

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Santa Pau

Parque Natural de la Zona Volcánica

El Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa se extiende a lo largo de 12.000 hectáreas. Es un territorio jalonado de conos volcánicos, algunos tan peculiares como el de Santa Margarida, en cuyo interior se encuentra una ermita románica. Está integrado por 11 municipios y cuenta con tres senderos que pasan por los escenarios más interesantes del parque. El 98% del parque natural es de propiedad privada y las zonas de aparcamiento están señalizadas.

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Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa

Volcán Croscat en la Garrotxa

Seguramente, el Volcán Croscat sea una de los espacios más visitados del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Es el volcán más grande y joven de toda la península y de su interior nace una colada de lava de unos seis kilómetros de longitud sobre la que, curiosamente, se asienta el espectacular Hayedo de Jordá. Se trata de una reserva natural en cuya entrada descubrirás un monolito dedicado al poeta Joan Maragall, quien escribió un hermoso poema inspirado en este bosque de hayas. Este lugar se puede recorrer a pie siguiendo alguno de sus senderos o bien puedes contratar una excursión a caballo de una hora de duración.

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Volcán Croscat