La arquitectura y el arte ocupan un lugar de honor en Barcelona, una ciudad privilegiada para los amantes de la cultura. De todos es sabido que el modernismo alcanzó una cota máxima en la capital catalana, pero no hay que olvidar tampoco lo que representó el arte contemporáneo. Una de las visitas que contribuye a conocer y valorar mejor este estilo es el Museu d’Art Contemporani de Barcelona, más conocido como MACBA. Si buscas un hueco en la agenda para disfrutarlo lograrás dos satisfacciones al mismo tiempo: ver su magnífico edificio y admirar la amplia colección que alberga.

Una larga historia: primera etapa

Hay que remontarse al año 1995 para encontrar los orígenes del MACBA, exactamente al 28 de noviembre cuando se inauguraba. Desde aquel momento han transcurrido varias décadas en las que se ha consolidado como museo, ha ganado prestigio y ha aumentado su colección. Sin olvidar algo también muy importante, ha incorporado una línea de trabajo basada en la investigación y en la reflexión sobre el arte.

Pero el MACBA no surgió de un día para otro, sino que fue una idea que comenzó a germinar en 1959 cuando algunos expertos en arte empezaron a hablar de la necesidad de reunir una buena colección de arte contemporáneo que en el futuro se pudiese exponer en un solo lugar. Entre las primeras personalidades de las que consta su interés en este proyecto están Alexandre Cirici y Cesáreo Rodríguez-Aguilera.

 

 

Mientras se buscaba el emplazamiento de la pinacoteca, decidieron organizar algunas exhibiciones con artistas del momento como Jordi Curós, Antoni Bonet, Jean Fautrier, August Puig, Albert Ràfols-Casamada, Ángel Ferrant y Josep Maria de Sucre, entre otros. Todo iba bien hasta que en 1963 se expuso la muestra L’art i la pau, que parece ser que no gustó en las esferas políticas del momento y a causa de la cual se retiró parte del apoyo económico. Ahí terminó la primera intentona de crear el museo. Parte de los fondos que se iban a destinar a su creación pasaron al Museu Víctor Balaguer de Vilanova i la Geltrú.

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MACBA Barcelona

Segunda etapa del MACBA

La idea cayó en el olvido hasta que en 1985, Joan Rigol, conseller de Cultura de la Generalitat de Catalunya, y algunos responsables del área de cultura del Ayuntamiento como Pep Subirós volvieron sobre este proyecto. La primera ubicación de la que habló el consorcio creado por las dos entidades fue la antigua Casa de la Caritat. Si bien, un año después, con cambios políticos y con Pasqual Maragall en el Ayuntamiento de Barcelona, la propuesta fue mucho más ambiciosa. Se encargó la construcción de una sede para el museo al arquitecto estadounidense Richard Meier.

En 1987, ya con las bases conceptuales redactadas, se creó la Fundación Museu d’Art Contemporani de Barcelona presidida por el empresario Leopoldo Rodés, dando paso de esta manera a la entrada de iniciativa privada al proyecto. Un año después, se constituyó definitivamente un Consorcio para la gestión del museo formado por el Ayuntamiento, la Generalitat y dicha fundación. No tuvo que transcurrir mucho tiempo más antes de que, por fin, naciese el MACBA en 1995, como hemos mencionado al inicio.

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MACBA Barcelona

Tercera etapa del Museu d’Art Contemporani de Barcelona

Una década después y con el proyecto ya consolidado, se incorpora al Consorcio en 2007 el Ministerio de Cultura. De este modo, las tres entidades públicas aportan los fondos para el funcionamiento diario del museo, y la fundación se encarga de generar ingresos para la colección de arte.

Un edificio de Richard Meier

Este arquitecto norteamericano no necesita presentación, ya que cuenta con numerosas construcciones repartidas por el mundo como el High Museum of Art de Atlanta, y el nuevo Ayuntamiento de La Haya. El edificio, que se construyó entre los años 1991 y 1995, fue concebido como un grupo de prismas y ocupa un espacio de 14.300 m2. En el centro del museo se sitúa un espacio en forma de cilindro que atraviesa las tres plantas desde la situada a la altura de la calle. Las líneas rectas y curvas, por tanto, se combinan creando galerías y lucernarios que tamizan la luz. Los especialistas en arquitectura aseguran que Meier reinterpreta el racionalismo y encuentra vinculación con maestros como Le Corbusier.

El MACBA de Barcelona divide, por tanto, sus estancias de un modo racional buscando buena conexión interior e iluminación adecuada. La entrada se sitúa en el centro de la fachada principal, donde también comienza el pasaje que lleva al jardín. Dicho jardín divide la planta baja en dos parte: vestíbulo que lleva a las salas de exposición y zona privada y tienda-librería. Desde el exterior su seña de identidad viene marcada por las galerías acristaladas.

En el sótano del museo se sitúa el auditorio MACBA, que tiene capacidad para 200 personas. Posee una buena acústica y suele acoger conciertos, conferencias, cine y otras manifestaciones artísticas.

Qué ver en el MACBA

Los objetivos de esta pinacoteca se dirigen tanto a preservar el patrimonio como a acercar el arte al público general. Esa segunda finalidad es la que nos permite acercarnos y conocer la abstracción de los años cincuenta, el pop europeo, las vanguardias de los años 60 y 70, la figuración fotográfica, la escultura anti minimalista de los 80 y creadores más actuales. Además de obras de arte de artistas españoles, también dispone de una buena selección de otros suramericanos, de países del Este y, más recientemente, ha incorporada algunas de autores del norte de África, del mundo árabe y de Oriente Medio.

Además de la colección permanente, el MACBA desarrolla una intensa actividad de exposiciones temporales que acerca este arte a barceloneses y visitantes. Pero la cultura artística que desarrolla no finaliza ahí sino que se encuentra complementada con charlas, jornadas, talleres y debates. La función didáctica y pedagógica se amplía también a los niños, a través de actividades escolares y familiares, y a investigadores. El MACBA cuenta con una amplia colección documental especializada que comparte en su archivo y biblioteca, abiertos en 2007, lo que permite reforzar su posición como centro de investigación.

Para el público general se realizan visitas guiadas, accesibles y a la carta para que nadie se quede sin entender o disfrutar de este magnífico museo.