Tradición, piedra y bosque, encanto, calma… Los calificativos que pueden acompañar cualquier descripción de la localidad catalana de Mura remiten, inevitablemente, a la extraordinaria combinación entre historia y naturaleza que da sentido a este pequeño pueblo de los valles del Montcau.
Organiza una escapada desde Barcelona a este lugar enclavado en pleno corazón del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y l’Obac y disfruta paseando entre sus casas de piedra, contemplando sus exuberantes paisajes de montaña, degustando su rica gastronomía y desvelando los secretos de su dilatada historia.
- Ecos del Medievo: la historia de Mura
- Qué ver y hacer en Mura
- Dónde comer en Mura
- Qué ver en los alrededores de Mura
- Cómo llegar desde Barcelona
- Mejores hoteles de Barcelona
Ecos del medievo: la historia de Mura
Los primeros registros que se tienen de este minúsculo pueblo de la provincia de Barcelona se remontan al cambio del primer milenio. Para el siglo XI, Mura contaba ya con el encanto medieval del que aún presume. La agricultura más tradicional y, en particular, el cultivo de la vid y la elaboración de vino (hasta que la filoxera arrasó los viñedos en el siglo XIX) definieron la vida en este rincón de la comarca del Bages a lo largo de los siglos.
Los antiguos molinos de aceite y las tinas y bodegas para elaborar vino, las viejas casonas ligadas a oficios hoy desaparecidos, los huertos que flanquean la riera de Nespres, las fuentes… En cada rincón de Mura resuenan los ecos de un pasado remoto, que se resiste, a pesar de todo, a caer víctima de una modernidad rampante. En todo caso, hoy en día, los poco más de dos centenares de vecinos de Mura reciben a todo tipo de visitantes (sobre todo en fin de semana) que buscan descubrir y disfrutar del inagotable encanto de esta joya medieval y su privilegiado entorno natural.
Qué ver y hacer en Mura
Esta minúscula localidad catalana es uno de esos lugares que se pueden recorrer prácticamente al completo, y simplemente deambular por sus calles supone disfrutar de una auténtico viaje en el tiempo.
Casco viejo
El corazón del pueblo es, por supuesto, su parte más antigua, su casco viejo, un lugar donde aún resuenan los ecos de tiempos pasados. Encaramado en la ladera del estrecho valle, el lugar es una joya tallada en piedra, y recorrer sus estrechas callejuelas llenas de encanto es, por supuesto, un auténtico placer. Balcones floridos, algún lavadero, pequeñas plazoletas, arcos y casas de piedra, la hiedra devorando viejos muros… El casco viejo de Mura es uno de esos lugares donde la historia se palpa.
Iglesia de San Martín
Ubicada en la parte baja del pueblo, asomada a la riera de Nespres, esta pequeña iglesia de estilo románico –con modificaciones posteriores, desde luego– es uno de los tesoros de Mura. Su magnífica portada, del siglo XII, es uno de los elementos más destacados del edificio. La escena de la Adoración de los Reyes Magos que se muestra en el tímpano está notablemente bien conservada. Y al interior, sus tres naves muestran todo tipo de detalles decorativos que narran la dilatada historia del templo.
Antiguo Ayuntamiento
A espaldas de la iglesia de San Martín, el edificio del antiguo Ayuntamiento de Mura es una buena muestra de la típica arquitectura local. Reconvertido en la sede de la Asociación Recull Histórico de Mura, el lugar está dedicado a conservar la identidad, la memoria, las tradiciones y la historia del pueblo de Mura. Además, a un paso de ahí, una placita conocida como Mirador del Ayuntamiento ofrece una de las mejores vistas de la localidad y su entorno.
Casa-museo Puig de la Balma
Uno de los lugares más emblemáticos de Mura es esta antigua masía del siglo XII que cuenta la rica historia del municipio. Construida en un abrigo rocoso, en pleno corazón del Parque Natural de Sant Llorenç de Munt y L’Obac, Puig de la Balma se ubica a unos 2 km del núcleo histórico de Mura y en su interior cuenta con un restaurante, cinco habitaciones y un interesante museo que muestra una extensa colección de utensilios y herramientas ligadas al trabajo diario en la propia masía.
Como dato curioso, el Puig de la Balma fue una de las localizaciones principales de la galardonada película Pa negre (2010), escrita y dirigida por Agustí Villaronga.
Otros lugares que ver en Mura
Una visita a Mura no estaría completa sin echar un vistazo a lugares como la ermita de Sant Antoni, del siglo XVII, situada en las afueras del pueblo. O como el Molí del Mig, un antiguo molino del siglo XI, que también cuenta con una huerta de productos típicos y un pequeño museo que muestra la vida de los campesinos de la zona. Además, desde el Molí del Mig se ofrecen distintas visita guiadas para descubrir todo los detalles sobre Mura y su entorno.
El pasaje Camil Antonietti, una de las callejuelas más pintoresca de Mura; los escasos restos del antiguo Castillo de Mura, a las afueras del punto; las acequias de los huertos de Mura, al otro lado de la riera de Les Nespres; la Balma del Perich, una antigua masía emplazada en una gran cueva (del tipo del Puig de la Balma); las tinas ca l’Arola y el edificio de la antigua fábrica textil de Mura, hoy reconvertido en Centro Cívico, son solo algunos de los lugares a los que también merece la pena echar un vistazo.
Dónde comer en Mura
La gastronomía del Bages está indisolublemente ligada a la propia comarca. Productos como la berenjena blanca, las variedades autóctonas de aceite, el garbanzo de Mura, el tomate rosa y tantos otros, invitan a disfrutar de sabores auténticos; una concina de proximidad y temporada, en la que la tradición se salpimienta con toques de vanguardia. Y todo ello siempre maridado con los vinos de la DO Pla de Bages.
En todo caso, lugares como Cal Carter, regentado por la tercera generación de la familia Perich; como el Hostal de Mura, especializado en cocina tradicional catalana y producto de la zona; como Les Olles dels Caus, que ofrece concina de montaña, recetas de raíz y despensa local; o como El Café de Mura, invitan a disfrutar, en pleno casco histórico de la villa, de un delicioso encuentro con los ricos sabores de estas tierra.
Además, la antigua carbonera y la sala del viejo horno del Puig de la Balma se han transformado en un restaurante donde se sirven platos elaborados con productos locales: huerta, carnes, embutidos, miel… La cocina casera de siempre en un lugar mágico.
Qué ver en los alrededores de Mura
De los 49 km2 de superficie que abarca el municipio de Mura, el 90% forma parte del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y l’Obac. Este dato no solo subraya el rico patrimonio natural de la localidad, también confirma que Mura es un excelente punto de partida para explorar un territorio lleno de sorpresas.
En este sentido, hay todo tipo de rutas senderistas, muchas de ellas señalizadas, que invitan a explorar el entorno del pueblo. Itinerarios como la Ruta de la Riera de Nespres, de algo más de 5 km de recorrido, o la Ruta de las Mil Fuentes (2,77 km), que visita algunas de las muchas fuentes naturales que manan en las inmediaciones de Mura, así como los restos de un antiguo molino harinero y de un horno de cal, son solo un par de ejemplos.
También entre los atractivos cercanos se encuentran lugares como el Gorg del Pare, un espacio natural privilegiado que en primavera y otoño, cuando el agua es más abundante, presenta pequeñas cascadas y pozas de enorme belleza. O como la Cueva de Mura, una fantástica formación geológica, de unos 180 m de fondo, que fue utilizada como lugar de enterramientos colectivos hace unos 4.000 años. La visita de la Cueva se debe concertar con anterioridad en el Centro de Información de Mura.
Como llegar desde Barcelona
Por supuesto, la manera más sencilla de viajar a Mura es en coche, particular o alquilado, recorriendo los poco más de 50 km que le separan del centro de Barcelona. La mejor ruta accede al pueblo desde Sabadell y Matadepera por la carretera BV-1221, atravesando el propio Parque Natural de Sant Llorenç.
También es posible viajar, por ejemplo, en tren de cercanías hasta Terrassa (líneas S1, R12 y R4) y de ahí continuar en taxi o en bicicleta hasta Mura. Aunque quizás esta opción puede resultar poco práctica, y algo cara si se opta por el taxi o sólo para buenos deportistas si se viaja en bici (unos 25 km con bastante desnivel). En todo caso, la posibilidad existe.
Mejores hoteles de Barcelona
Tras una fantástica excursión por Mura y el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y l’Obac, nada como disfrutar de una estancia de primera clase en cualquiera de los hoteles del Grupo Barceló en Barcelona.
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