La provincia de Barcelona es un fantástico mosaico de posibilidades. Desde las zonas montañosas del Berguedà y Osona hasta el largo litoral Mediterráneo, sus más de 300 municipios y 12 comarcas invitan a disfrutar de un ingente patrimonio histórico, de arte y cultura, gastronomía, naturaleza, deporte… En este sentido, la comarca del Alt Penedès es una de sus grandes protagonistas.
Y el palpitante corazón de esta tierra de extraordinarios vinos y sabores auténticos, de pueblos llenos de encanto e invaluables joyas históricas, de magia mediterránea, es, precisamente, Vilafranca del Penedès.
- Historia de la «Capital del vino y el cava»
- La Basílica de Santa María
- VINSEUM – Museo del Vino
- Yacimiento arqueológico de Olérdola
- Palau Baltà
- Casa de la Vila
- Otras cosas que ver en Vilafranca del Penedès
- Dónde comer en Vilafranca del Penedès
- Qué ver en los alrededores
- Una estancia de 10: hoteles en Barcelona
Historia de la “Capital del Vino y el Cava”
Vilafranca del Penedès es una ciudad en la que se respira la historia. Surgida como villa de frontera en el siglo XII, el lugar ofrece un apasionante recorrido desde la Edad Media hasta nuestros días. Su cualidad de cruce de caminos y los fueros otorgados por el Conde de Barcelona hicieron de Vilafranca, a pesar de todo tipo de turbulencias históricas, la villa más poblada de todo el Penedès.
Junto con sus históricas ferias y mercados, la villa se consolidó, a partir de la segunda mitad del siglo XX, como la “capital” de la zona vitivinícola del Penedès, la más extensa de Cataluña y una de las mayores de la Península Ibérica. Así, al legado de origen medieval (románico, gótico…) y renacentista se sumaron interesantes ejemplos de arquitectura modernista, trazando una interesante línea temporal que subraya la relevancia de Vilafranca a lo largo de la historia, desde el siglo XII hasta nuestros días.
La Basílica de Santa María
La primera piedra de este gran edificio de una sola nave fue puesta en 1285 y desde entonces ha sido el icono del núcleo histórico de Vilafranca del Penedès. Ejemplo de transición entre el románico y el gótico en Cataluña, la iglesia ha experimentado varios cambios a lo largo del tiempo, incluyendo, por ejemplo, su actual fachada neogótica, realizada a principios del siglo XX.
Del mismo modo, la profusa decoración escultórica exterior y la torre octogonal del Campanario, también de estilo gótico y adyacente al cuerpo principal de la basílica, acentúan la singularidad del edificio. De hecho, desde lo alto del Campanario de Santa Maria se puede disfrutar de una de las mejores panorámicas de la ciudad.
Otro detalle singular que traza, una vez más, la dilatada línea histórica de la villa es el conjunto escultórico de El Entierro de Cristo, que se encuentra en la cripta interior de la basílica. Se trata de una obra excepcional realizada en mármol de Carrara por el escultor modernista Josep Llimona en 1916.
VINSEUM – Museo del Vino
Hablar de Vilafranca del Penedès es hablar de vino y cava, y el lugar perfecto para hacerlo es este museo dedicado, precisamente, a la rica cultural de la viña y el vino en la ciudad. Ubicado en plena Plaza de Jaume I, frente a la Basílica de Santa María, y alojado en el antiguo Palau Reial (siglo XIII) el VINSEUM – Museo de las Culturas del Vino de Cataluña cuenta con más de 17.000 objetos que narran la historia de un territorio ligado desde siempre a ese rico universo habitado por vides, cubas, barricas, fermentaciones, botellas, copas…
Piezas arqueológicas, obras de arte (cerámica, pintura, dibujo…), fondos ligados a la geología, e incluso a ciencias como la paleontología y ornitología, así como todo tipo de elementos etnográficos relacionados con el cultivo de la viña y la vinificación, forman parte de la excepcional colección de este extraordinario museo del vino ubicado en pleno corazón de Vilafranca.
Yacimiento arqueológico de Olérdola
Ubicada a unos 10 km del casco histórico de Vilafranca del Penedès, la montaña de Olèrdola es un lugar clave para entender el devenir de la comarca Alt Penedès. Se trata de un gran conjunto monumental que ha sido habitado, en mayor o menor medida, desde la Edad de Bronce hasta bien entrado el siglo XX, es decir, cerca de 4.000 años. Vestigios prehistóricos, un poblado íbero, una cisterna y una impresionante fortificación romana, una ciudad medieval con iglesias prerrománicas y románicas, un castillo, distintas tumbas medievales antropomórficas excavadas en la roca… Todo ello se reúne en este singular promontorio rocoso estratégicamente situado entre la llanura del Penedès y la costa del Garraf.
Declarado Bien de Interés Cultural, el Conjunt monumental d’Olèrdola es hoy en día una de las sedes del Museo d’Arqueología de Catalunya (MAC), entidad encargada de la gestión del yacimiento, así como de los distintos servicios con los que cuenta tanto el sitio arqueológico como el Centro de Interpretación.
Palau Baltà
De vuelta en el corazón de Vilafranca, en la plaza de Jaume I y a un paso de Santa María, esta imponente casa señorial de estilo gótico (siglo XIV, aunque ampliamente reformada en 1522) es uno de los ejemplos más representativos de la mejor arquitectura civil de la ciudad. Declarado Bien de Interés Cultural, las dos torres que enmarcan su fachada principal le otorgan una apariencia casi militar. Pero la pequeña tribuna central y la galería que se extiende entre ambas torres subrayan su indiscutible carácter señorial.
También conocido como Palacio del Fraret o Can Babau, el interior del Palau se estructura en torno a un patio central, y sus distintos salones y habitaciones fueron testigos de algunos de los acontecimientos más significativos de la historia de la villa. El conjunto fue restaurando en 1889 por el arquitecto August Font, quien se encargó de introducir nuevos elementos en el edificio, incluyendo la tribuna de la fachada principal.
Casa de la Vila
No muy lejos del Paul Baltà, este singular edificio de dos pisos, patio central, galería y buhardillas es un magnífico ejemplo de las conexiones históricas experimentadas en Vilafranca del Penedès. Por ejemplo: la fachada original de este palacio gótico del siglo XIV fue remodelada en 1912 y se le agregaron elementos modernistas. Además, los balcones cuentan con balaustradas coronadas por unas peculiares farolas de pie, de luces redondas, que hacen aún más especial el conjunto. En cualquier caso, la evolución arquitectónica de la Casa Consistorial refleja la propia historia de Vilafranca del Penedès.
Al interior, destaca, entre otros espacios, la Sala de San Ramón o Sala de los Canarios, donde se encuentran unos murales, realizados por el pintor villafranqués Pau Boada, que combinan pintura policroma y esgrafiado. En ellos se representan distintos temas relacionados tanto con la propia villa como con el Penedès en su conjunto.
Otras cosas que ver en Vilafranca del Penedès
Además de sus grandes referencias, recorrer Vilafranca supone embarcarse en una maravilloso viaje a través del tiempo. Lugares como la iglesia y el claustro del antiguo convento de San Francisco; como la Casa Maciá, una casa palaciega de origen gótico situada en la plaza del Ayuntamiento; o las distintas joyas modernistas, como la Casa Ramona Quer i Via, la Casa Serda Ros, la Casa Miró y la Casa Guasch Estalella, entre tantas otras, son solo una mínima parte de la gran acervo arquitectónico que va narrando, como si de un gran libro de piedra se tratase, la rica historia de la villa.
Otra pieza fundamental del patrimonio cultural de Vilafranca son sus castellers, las impresionantes “torres humanas” declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Festividades como la de San Jordi (abril), San Félix y San Ramón (agosto), y Todos los Santos (noviembre), entre otras, congregan a las Colles (agrupaciones de castellers) en la Plaza de la Vila. Una manifestación popular única, a la que se suman, a lo largo del año, todo tipo de propuestas artísticas y culturales, desde festivales de música, danza y teatro hasta multitudinarias fiestas populares
Dónde comer en Vilafranca del Penedès
De lo más tradicional a la vanguardia culinaria, la “Capital del Vino” es una auténtica fiesta de sabores. Productos y elaboraciones tan emblemáticos como el gallo negro del Penedès, el xató, el melocotón del Órdal, las verduras y hortalizas de temporada, los embutidos, las garlandas y las catanias, entre tantas otras, hacen de la mesa villafranquesa un auténtico placer. Y todo ello regado, desde luego, con los estupendos vinos y cavas de la D.O. Penedès.
Restaurantes como El Convent, con una propuesta de cocina mediterránea, tradicional y creativa; como Meraki, que pone sobre la mesa lo mejor de la cocina creativa de autor; como Casa Joan, un punto de encuentro con la cocina tradicional casera; y Desperta Ferro, que ofrece carnes y pescados a la brasa, son solo algunas de las muchas opciones que ofrece Vilafranca del Penedès para disfrutar de su extraordinaria gastronomía.
Qué ver en los alrededores
Además del enorme patrimonio histórico, artístico y cultural que se puede disfrutar en el corazón de la ciudad, desde Vilafranca se pueden realizar también varias rutas, a pie o en bicicleta, que invitan a descubrir los distintos espacios naturales que rodean a la capital de la comarca del Alt Penedès.
Del mismo modo, en el entorno de la ciudad existen propuestas tan atractivas como
- – Como “Capital del Vino”, la oferta enoturística de Vilafranca es, desde luego, uno de sus principales atractivos. Visitar las bodegas y viñedos próximos a la ciudad es una manera perfecta de empaparse de la rica historia y la maravillosa cultura vitivinícola de la zona.
- Montaña de Sant Pau.- Las vistas privilegiadas hacia Vilafranca y la singular ermita excavada en la roca, con más de 600 años de historia, hacen de este sitio a las afueras de la ciudad un lugar de visita obligada.
- Sant Martí Sarroca.- A unos 10 km de Vilafranca, la iglesia románica de Santa María (restaurada por el arquitecto modernistas Josep Puig i Cadafalch) y el Castillo de Sant María Sarroca forman un conjunto monumental más que interesante.
Una estancia de 10: hoteles en Barcelona
Tras una buena visita a Vilafranca del Penedès, la capital catalana es el lugar perfecto para recuperar fuerzas y seguir disfrutando una escapada (o unas buenas vacaciones) inolvidable. En este sentido, los hoteles del Grupo Barceló en la Ciudad Condal ofrecen todo lo necesario para una estancia realmente fuera de serie. Y buena muestra de ello son el Barceló Raval y el Barceló Sants , dos propuestas que combinan diseño de vanguardia, ambiente cosmopolita y todo tipo de servicios en pleno corazón de la ciudad.
Por su parte, el Allegro Barcelona es un singular hotel boutique de 3 estrellas situado en el popular barrio del Eixample. Diseñado por el arquitecto Nadal Moneo y el diseñador de interiores Tomás Alia, el lugar refleja a la perfección la cara más moderna de la ciudad. Además, gracias a su privilegiada ubicación, se encuentra rodeado de algunos de los atractivos más importantes de la Barcelona.
Y para experimentar la fachada marinera de la ciudad, nada como Occidental Atenea Mar – Adults Only , un fantástico hotel urbano ubicado a 150 metros de la playa Nova Mar Bella y escasos minutos andando del Parc del Forum. También dentro de la línea Easy Living de Occidental, el Occidental Diagonal 414 y el Occidental Barcelona 1929 ofrecen una experiencia donde la tranquilidad y comodidad se mezclan con todo el encanto de la fascinante capital catalana.