Situado en el corazón de la ciudad vasca, el Centro Azkuna es un espacio cultural polifacético de referencia para los bilbaínos. El edificio de la que fuera antigua alhóndiga –la de Bilbao funcionaba como almacén de vinos– ha vivido una increíble transformación y constituye un ejemplo de cómo dar salida a construcciones de interés que han dejado de ejercer la función para la cual se diseñaron. Así pues, hoy en día este antiguo edificio industrial alberga un centro deportivo, 8 salas de cine, una mediateca y una hermosa terraza solárium con vistas privilegiadas al centro de Bilbao.
- De alhóndiga de Bilbao a centro de ocio y cultura
- Su renacer de la mano de Philippe Starck
- La nueva vida del Centro Azkuna
De alhóndiga de Bilbao a centro de ocio y cultura
El actual Azkuna Zentroa –en euskera; Centro Azkuna, en castellano– ocupa la antigua construcción diseñada por Ricardo Bastida entre 1905 y 1909. Dicho arquitecto vasco, autor del edificio del Banco de Bilbao –en la madrileña calle de Alcalá–, marcó con su planteamiento de la alhóndiga un paso importante hacia la transformación de la ciudad vasca. Su ejecución se enmarca de hecho en un momento significativo para Bilbao, pues coincide con la implantación del ensanche de la villa. Asimismo, su decisión de usar hormigón armado en una obra civil supuso una apuesta decidida por llevar la innovación a la ciudad.
Sin embargo, al empezar a funcionar la nueva alhóndiga en el distrito bilbaíno de Recalde, en los años sesenta, el bello inmueble de Ricardo Bastida quedaría relegado a una suerte de letargo.
Su renacer de la mano de Philippe Starck
A menudo los edificios que pierden su funcionalidad están condenados a la desaparición o, cuando menos, a tener un futuro complicado. En este caso, sin embargo, el Ayuntamiento de Bilbao apostó por su rehabilitación, encargando el proyecto al original diseñador industrial francés Philippe Starck. Este fantástico creador es una figura tremendamente poliédrica, capaz de otorgarle una nueva vida a un hotel o a una institución cultural y de desarrollar guiones para cine. En definitiva, es lo más cercano en la sociedad contemporánea a un artista del Renacimiento, pues está acostumbrado a abordar la creación desde diferentes aristas.
Así pues, entre 2001 y 2010, el francés trabajó para imprimir su mundo mágico a esta antigua y bella construcción que rezuma una estética claramente industrial a base de hormigón armado y ladrillo visto. Junto a 120 artesanos, Philippe Starck resucitó y humanizó una construcción que llevaba hibernando aproximadamente 4 décadas. Sus bancos luminosos y sus 43 columnas, diferentes todas ellas entre sí, son una excelente muestra del renacer del edificio.
Dichas columnas, algunas de las cuales fueron construidas con materiales tradicionales (como el ladrillo o el mármol) y otras con soluciones más modernas (como el cemento o el acero), son la mejor demostración de su forma de entender este elemento arquitectónico: “Tras las columnas se esconde, se enamora, se besa… Tras las columnas se espía, se mata, nace una cita…”.
Con esta renovada y potente plasticidad, el 18 de mayo de 2010 fue inaugurado el centro cultural Alhóndiga Bilbao. No obstante, en marzo de 2015 se decidió renombrarlo como Centro Azkuna para homenajear así a quien está considerado el ideólogo del nuevo Bilbao. En efecto, Iñaki Azkuna tenía muy claro lo que la institución cultural supondría para la capital de Vizcaya: “Será el punto de encuentro de la cultura en Bilbao y un catalizador de la convivencia en la Villa”.
La nueva vida del Centro Azkuna
En la actualidad, el Centro Azkuna ejerce de espacio multifuncional que apuesta por las vertientes local e internacional de la cultura. Su agenda engloba exposiciones, espectáculos de danza, obras de teatro, cine, etc.
Entre sus espacios destacan la Mediateka BBK, un repositorio de más de 70.000 títulos –entre libros, revistas, películas e, incluso, videojuegos– que se sustenta en tres pilares: la divulgación científica, el impulso a la lectura y escritura y la innovación tecnológica. Además, su agradable estética mantiene la esencia del estilo industrial originario, resultando un refugio ideal para escribir o disfrutar de un buen libro.
El encanto industrial se conserva también en el Centro de Actividad Física de la Alhóndiga Bilbao. De hecho, podemos afirmar sin matices que se ha logrado con éxito la inclusión de un gimnasio y una piscina en un edificio que data de inicios del siglo XX. Aunque, sin lugar a dudas, una de las joyas del rehabilitado edificio es su terraza dotada de solárium, donde los viajeros pueden gozar de unas vistas fantásticas del paisaje urbano de la villa.
No obstante, el Centro Azkuna tiene mucho más que ofrecer, albergando también el cine Golem, en el cual se proyectan películas comerciales, independientes y de autor, y establecimientos gastronómicos como el elegante Yandiola, el bar de tapas The Boar y el cosmopolita Hola Bar.
Como ves, sobran los motivos para dejarse caer por este bello y original centro de cultura situado en el corazón de la capital de Vizcaya.
Foto: Azkuna Zentroa – Alhóndiga Bilbao.