Desde los inicios de su construcción a mediados del siglo XIX, la Gran Vía de Bilbao se convirtió en el centro de todas las miradas. Conocida oficialmente como Gran Vía de Don Diego López de Haro ―en honor al fundador de la Villa en 1300―, esta larga y ancha avenida permitió a Bilbao expandirse al otro lado de la ría, vertebrando así el nuevo barrio burgués de la ciudad: el Ensanche de Abando. Ciento cuarenta años más tarde, la Gran Vía de Bilbao se presenta como el auténtico centro de la ciudad y, al mismo tiempo, como su principal arteria comercial. Catalogada por muchos como la “Milla de Oro” bilbaína, aquí encontrarás un sinfín de tiendas pertenecientes a las firmas más exclusivas, así como numerosas sedes de importantes entidades bancarias, instituciones públicas, anticuarios y casas de subastas vinculadas al mundo del arte. Asimismo, un paseo por la Gran Vía de Bilbao nos permitirá contemplar edificios de gran valor histórico como, por ejemplo, el palacio Chávarri o el palacio de la Diputación Foral de Vizcaya. A todo esto, hemos de sumar la amplia y variada oferta gastronómica disponible en la Gran Vía y sus inmediaciones, con especial mención a las calles adyacentes de la Diputación y Ledesma.
- Historia de la Gran Vía de Bilbao
- Qué ver en la Gran Vía de Bilbao
- Principales tiendas y negocios
- Restaurantes y dónde comer
Historia de la Gran Vía de Bilbao
Recorrer los 1500 metros de longitud que delimitan la Gran Vía de Bilbao guarda cierta similitud con un viaje a través del tiempo. Sus señoriales aceras, flanqueadas por edificios decimonónicos cuya belleza se conserva intacta, nos transportan al Bilbao de 1861, año de la aprobación de la Ley de Ensanche por parte de la reina Isabel II.
A partir de ese momento, el Ayuntamiento bilbaíno recibirá, de la mano de arquitectos reconocidos, propuestas de proyecto muy variadas. Tras varios planes frustrados, en 1876 la propuesta del arquitecto Achúcarro ―presentada junto a los ingenieros Pablo de Alzola y Ernesto de Hoffmeyer― terminará siendo la elegida. Con un trazado ambicioso y un gran cuidado por el detalle, la nueva Gran Vía daba el pistoletazo de salida al desarrollo del actual distrito de Abando, entonces la nueva zona residencial de la burguesía bilbaína.
Tras un siglo de vida marcado por el dinamismo del sector industrial vasco, en el año 2000 la Gran Vía de Bilbao experimentaba una peatonalización parcial de su recorrido, alcanzando así su consolidación como centro administrativo y comercial de la ciudad.
Qué ver en la Gran Vía de Bilbao
Si venimos desde el Casco Viejo a través del Puente del Arenal, enseguida nos encontramos con la plaza Circular, el punto de inicio de la Gran Vía de Bilbao. En el centro de la misma podemos contemplar una estatua de Don Diego López de Haro, el antiguo Señor de Vizcaya que da nombre a la Gran Vía. Asimismo, entre las fachadas que se asoman a esta plaza identificamos la de la Oficina de Información y Turismo, cuya visita resulta muy recomendable antes de comenzar nuestro paseo.
A partir de aquí, la Gran Vía se despliega en línea recta durante un kilómetro y medio. Su trazado, eso sí, presenta dos tramos claramente diferenciados. El primero, más comercial, llega hasta la plaza Federico Moyúa, una preciosa plaza ajardinada en la que convergen las calles más importantes de la ciudad. El segundo parte de esta misma plaza y finaliza en el monumento del Sagrado Corazón, situado a escasos metros del famoso Estadio de fútbol de San Mamés.
Os recomendamos disfrutar del ameno paseo que brinda la Gran Vía de Bilbao y no perder de vista los numerosos edificios de alto valor histórico que pueblan la calle. En especial, destacamos el palacio de la Diputación Foral de Vizcaya (nº 25), levantado a finales del siglo XIX en estilo ecléctico y con una profusa ornamentación exterior. También resulta llamativo el palacio Chavarri (nº 5), construido en 1888 y sede de la delegación del Gobierno de Vizcaya desde 1943. En concreto, merece la pena fijarse en una sus anomalías más celebradas: ninguna de sus ventanas es igual a la de al lado. Otros edificios interesantes son las Casas de Sota (nº 45), proyectadas en 1920 en estilo regionalista y declaradas monumento histórico-artístico; o los que actualmente ocupan entidades bancarias como el BBVA y el Kutxabank.
Asimismo, la Gran Vía de Bilbao conecta con algunas zonas verdes de la ciudad como, por ejemplo, los Jardines de Albia o el Parque Casilda Iturrizar, en cuyo interior se halla el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Principales tiendas y negocios
Si bien los edificios históricos que reúne esta avenida resultan un aliciente para nuestra visita, el auténtico atractivo de la misma reside en su variadísima oferta comercial. No por casualidad la Gran Vía de Bilbao presume de ser la zona que más tiendas concentra en toda la ciudad. Además de librerías, tiendas de deporte y calzado, aquí podemos encontrar grandes almacenes como los de El Corte Inglés, marcas de moda y complementos como Zara y Lacoste, boutiques de diseñador como Álvaro Moreno, y joyerías como Pedrori y Suarez.
Asimismo, la Gran Vía reúne centros de exposiciones como Yimby. También salas culturales como la Sala BBK, en la que se celebran cerca de 270 eventos culturales ―conciertos, obras de teatro, proyecciones cinematográficas…― cada año.
Por último, merece la pena destacar la presencia de anticuarios y casas de subastas en los alrededores de la Gran Vía. Es el caso, por ejemplo, de Subastas Gran Vía de Bilbao (Licenciado Poza, 9), que celebra cuatro subastas al año, con exposiciones previas de su catálogo incluidas.
Restaurantes y dónde comer
Como sabemos que ir de compras puede llegar a convertirse en una actividad agotadora, os queremos chivar el nombre de algunos bares y restaurantes de la zona que, a buen seguro, os reconfortaran a cualquier hora del día. Si comenzamos nuestra ruta por la plaza Circular, en los cercanos Jardines de Albia podemos visitar el mítico Café Iruña (Calle Colón de Larreátegui, 13), un local inaugurado en 1903 que nos brinda, en un ambiente a caballo entre lo taurino y lo mudéjar, pintxos morunos cocinados en una parrilla de carbón a la vista del público. Asimismo, en la cercana calle Ledesma se encuentra el restaurante Magnum (calle Astarloa, 5), un espacio inspirado en las antiguas tabernas vascas donde circulan porrones de vino e infinitud de embutidos.
En cambio, si avanzamos un poco en dirección hacia la plaza Moyúa, podemos dar una vuelta por la calle de la Diputación, perpendicular a la Gran Vía. Allí se aglutinan numerosos bares de pintxos, como El Globo (Diputación, 8) o La Viña del Ensanche (Diputación, 10). También bares de copas como el Sojo (Rodríguez Arias, 3).
Finalmente, llegando a la plaza del Sagrado Corazón de Jesús, os recomendamos visitar el Café Estoril (Plaza Campuzano, 3), un local emblemático por sus vermús y sus pintxos tradicionales. En un registro diferente, pero igualmente interesante, el Baka Vieja Burger Shop (Gran vía, 1) nos ofrece las mejores hamburguesas de la ciudad.