Muy particular por su ubicación y de gran interés por la temática que abarca, el Museo Arqueológico de Bilbao se ha convertido en una visita imprescindible para mayores y pequeños. Desde el año 2009, este espacio museístico ofrece al visitante en la antigua estación de tren que unía Bilbao con Lezama, más de 3.000 metros cuadrados dedicados a diversas etapas de la historia vasca. Su muestra permanente transporta al visitante desde el Paleolítico de Euskadi hasta la Edad Moderna.
- El pecio de Urbieta
- Espacios interactivos y multimedias
- Triple función del museo
- Otros museos de Bilbao
Exteriormente podría pasar desapercibido, pero una visita a la capital vizcaína no estaría completa sin recorrer las cinco plantas en las que está dividido el Museo Arqueológico, o al menos, algunas de ellas. En sus salas se exhiben 500 piezas de su colección permanente (integrada por unas 18.000) pertenecientes al Neolítico, la Edad del Hierro, la Antigua Roma y la Edad Media. Entre ellas, las más antiguas se remontan a 75.000 años atrás y proceden de Kurtzia/Barrika y de Lemoa, exactamente de Axlor y de la Cueva de Arlanpe.
En el yacimiento de Forua, en Urdaibai, también se han encontrado numerosos restos que permiten profundizar en las formas de vida del ser humano en torno a los siglos I al IV d.C. Algunos enseres cotidianos como ollas, vajillas, llaves, hachas, cuñas de hierro, monedas y otros objetos religiosos sirven para contextualizar sus rutinas diarias. Una pieza que suele llamar la atención de los visitantes es una escultura que representa a la diosa Isis Fortuna, que está colocada en un altar doméstico.
En sus fondos también cuentan con piezas procedentes de yacimientos arqueológicos como la cueva de Santimamiñe, una visita imprescindible para todos los amantes de la Prehistoria, del Museo Vasco de Bilbao y del Museo Diocesano de Arte Sacro de Bilbao.
El pecio de Urbieta
Una de las joyas del Museo Arqueológico, entre las favoritas del público más joven, es el pecio de Urbieta, un barco medieval hallado bajo el lodo del estuario de la ría de Gernika en 1998. Esta embarcación, datada a mediados del siglo XV, es una pieza única por su tipología, ya que no se ha encontrado ninguna otra similar. Mide 12 metros de eslora y cuatro de manga y presenta un estado de conservación aceptable.
Las estelas funerarias también atraen las miradas de los curiosos. Fijaos, sobre todo, en las estelas procedentes de San Pedro de Elorriaga (siglos I a IV) y en el ajuar funerario recuperado en la Cueva de Pico Ramos (Muskiz), con llamativas hachas votivas colocadas junto a los muertos.
Espacios interactivos y multimedias
Las nuevas tendencias museísticas también han llegado al Museo Arqueológico, que está dotado de 19 recursos interactivos multimedia y 5 audiovisuales. De este modo, el visitante puede ampliar el conocimiento de las etapas prehistóricas y de las piezas expuestas con información complementaria que incluye vídeos y animaciones.
Uno de los recursos más destacados es la proyección que narra los cuatro periodos climáticos característicos de la Prehistoria, con sus cambios en el paisaje, el clima, la fauna, la flora y los seres humanos en una pantalla de sección cónica de cuatro metros de longitud.
Otra de las proyecciones que no debéis perderos es la que representa un ritual funerario de un jefe militar rodeado de su ajuar. Este montaje es especialmente de interés porque permite ofrecer una visión dual de un mismo hallazgo: la del arqueólogo, que encuentra ese enterramiento tal y como está (huesos, ajuares) y, también, la interpretación histórica que se ha deducido de esos restos (un guerrero vestido con sus ajuares).
En otra zona del museo se presenta, también de forma interactiva, la evolución urbanística de la Villa de Bilbao desde su fundación y diversas entrevistas de divulgación con personas representativas del mundo arqueológico en los que hablan de sus vivencias relacionadas con esta ciencia.
Triple función del museo
El Museo Arqueológico de Bilbao no solo se centra en su labor de difusión al ciudadano, dentro de sus objetivos también se encuentran la conservación del legado prehistórico del territorio histórico, la investigación y catalogación del mismo y su puesta en valor para la población.
La oferta de este espacio cultural se complementa con un calendario de actividades didácticas que contemplan conferencias, cursos, talleres para escolares, publicación de cuadernos y guías del museo. Es interesante consultar previamente su agenda de actividades ya que muchas de ellas se programan durante los fines de semana y pueden ser realizadas por particulares. Esta es, sin duda, una sugerencia interesante para los viajes con niños a Bilbao.
Otros museos de Bilbao
La capital vizcaína lidera la oferta cultural del norte de la península. Entre los museos más recomendables en una visita a esta ciudad se encuentran el Museo Guggenheim, para los amantes de la arquitectura y el Arte Contemporáneo; el Museo de Bellas Artes, con una gran colección de obras de artistas españoles; el Museo Marítimo, una visita imprescindible para comprender la importancia de la Ría del Nervión y el desarrollo industrial de la ciudad; y el Museo Vasco, que es un espacio etnográfico, histórico y arqueológico ubicado en el antiguo edificio del colegio Jesuita de San Andrés.
En el casco antiguo, cerca del Museo Arqueológico, también se pueden visitar otros como el Museo de Pasos de Semana Santa (situado en la calle calle Iturribide es uno de los más desconocidos) y el Museo Diocesano de Arte Sacro (en el convento de la Encarnación) que dispone de una importante colección de arte religioso.
*Imágenes facilitadas por la Diputación Foral de Bizkaia