Bilbao, la capital de Vizcaya, está rodeada por encantadores y singulares pueblos que, sin duda, te enamorarán. Serán, desde luego, el complemento ideal a tu escapada turística por esta deliciosa zona del País Vasco. Los hay de interior y de costa, pequeños y grandes… pero todos tienen un denominador común: su extraordinario entorno natural, su arquitectura tradicional y una gastronomía que no podrás olvidar.
Por su cercanía a Bilbao, te recomendamos algunos municipios que bien merece la pena recorrer. Cada uno tiene su personalidad, pero todos acogen al visitante con sus mejores galas.
Aquí te esperan un gran patrimonio cultural y arquitectónico, paradisíacos destinos de naturaleza para disfrutar al aire libre, pequeños pueblitos medievales que te conducirán por calles estrechas y adoquinadas, una larga historia que querrás conocer y una cocina que dará más sabor a tu ruta. Vamos a citar algunos de los pueblos imprescindibles que están cerca de Bilbao, pero hay muchos más:
- Balmaseda
- Orduña
- Castro Urdiales
- Gernika
- Bermeo
- Lekeitio
- Elantxobe
- Bakio
- Mundaka
- Portugalete
- Santurzi
- Plentzia
- Areatza
Balmaseda
Este curioso pueblo de la comarca de Las Encartaciones, situado a 32 kilómetros de Bilbao, tiene un delicioso casco histórico medieval, un Puente Viejo (o de la Muza) que es un icono y, lo más curioso, el Museo de Boinas la Encartada, toda una joya industrial. También merece la pena visitar el Monasterio de Santa Clara, el Palacio Horcasitas, el Palacio Urrutia, la iglesia del Santo Cristo de San Severino, la iglesia de San Juan, la Ermita de San Sebastián y la Ermita de San Roque. Y si eres amante de los coches, muy cerca del pueblo, en la Torre Loizaga de Galdames, encontrarás una de las mayores colecciones privadas de Rolls Royce.
Orduña
Situado en el límite con las provincias de Álava y Burgos, a 40 kilómetros de Bilbao, este bonito pueblo tiene la singularidad de que aquí nace del río Nervión, un auténtico tesoro de la naturaleza. Tiene un valioso patrimonio monumental, en el que sobresalen el Santuario de Nuestra Señora de la Antigua, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la iglesia de la Sagrada Familia, la ermita del Buen Suceso, el antiguo Convento de San Francisco, el antiguo Convento de Santa Clara o la Antigua Aduana. No olvides disfrutar de su bonita Plaza de los Fueros.
Castro Urdiales
Geográficamente, este pueblo pertenece a Cantabria, pero está tan cerca de Bilbao que bien merece una escapada. Está sólo a 31 kilómetros de la capital vizcaína y consigue atrapar al visitante con sus laberínticas calles medievales y su encanto marinero. Tienes que visitar el Castillo de Santa Ana, su puente medieval, la iglesia de Santa María de la Asunción, el puerto y los acantilados de su costa. Está, lógicamente, en la lista de los pueblos más bonitos de Cantabria.
Gernika
Célebre por su histórico y terrible bombardeo durante la Guerra Civil española, es uno de los pueblos más representativos del País Vasco. Situado en el interior de Vizcaya, en plena Reserva de Urdaibai, cuenta con un gran patrimonio monumental. No debes dejar de visitar el emblemático árbol de Gernika, un roble que representa las libertades; la Casa de Juntas, el Museo de la Paz y el Parque de los Pueblos de Europa. Gernika está a 35 kilómetros de Bilbao y otros de sus atractivos son la iglesia de Santa María, la antigua fábrica Astra, el Refugio Antiaéreo del Pasealeku, el Frontón Jai Alai, la escultura de Chillida “Gure Aitaren Etxea” o la monumental obra de Henry Moore “Large Figure in a Shelter”.
Bermeo
Situado a 36 kilómetros de Bilbao, este pueblo marinero forma parte de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Se halla en la falda del monte Sollube, junto al cabo Matxitxako, y lo primero que muestra al visitante es su viejo puerto, jalonado de tradicionales casas de pescadores. Si tienes ocasión, no dejes de acudir a la subasta de pescado, cuando atracan los barcos tras su faena en el mar, que suele ser a las siete de la mañana o a las seis de la tarde. También tienes que pasear por su casco viejo, en el que abundan las calles estrechas y en el que descubrirás edificios tan monumentales como la emblemática Torre de Ercilla, el Casino, la Casa Consistorial, la Casa Kikumbera, el Convento de San Francisco, la iglesia de Santa Eufemia o la Puerta de San Juan. En su entorno, se encuentra la extraordinaria ermita de San Juan de Gaztelugatxe.
Lekeitio
Esta “noble y leal villa”, en la cual veranearon en su día relevantes personalidades de la realeza, forma parte del club de los pueblos más bonitos de la costa de Vizcaya. El pueblo, situado a 58 kilómetros de Bilbao, sigue manteniendo un romántico puerto y un abigarrado casco histórico de casitas de colores y calles empedradas que dan fe de su gran pasado histórico. Conserva tradiciones tan arraigadas como el Atzar Eguna (Día del Ganso) o bailes tan curiosos como la kaxarranka. Desde luego, tienes que descubrir la belleza de la isla de San Nicolás, a la que se puede llegar andando cuando hay marea baja; la basílica de la Asunción de Nuestra Señora y las playas de Isuntza y Karraspio. Y si tienes tiempo, acércate al faro de Santa Catalina, el único que se puede visitar de la costa vasca y donde hay un pequeño bar con grandes vistas. Y está sólo a unos 2 kilómetros del centro de Lekeitio.
Elantxobe
Este delicioso pueblo pesquero de Vizcaya, situado a 50 kilómetros de Bilbao capital, ha recibido los mejores y mayores elogios de quienes se han animado a transitar sus laberínticas calles en cuesta y descubrir sus casas de colores que parecen descender escalonadamente hacia el puerto. Hay quien dice que sus habitantes tienen los glúteos y los gemelos más a tono de todo el País Vasco. Además, los locales diferencian entre Elantxobe pueblo y Elantxobe puerto. De su patrimonio arquitectónico, destaca la iglesia de San Nicolás de Bari y, en sus inmediaciones, se hallan las playas de Laida, un imán para los surfistas, y Laga, al abrigo del cabo Ogoño. En cualquier caso, la estampa de esta localidad no la olvidarás.
Bakio
Ubicada en la comarca de Uribe Butrón, esta localidad costera muestra un atractivo casco urbano rodeado de montes y con dos ríos (Zarraga y Ondarra) que se abren camino atravesándolo. En este pueblo vizcaíno las visitas principales se deben combinar con los paseos por la playa y por sus acantilados.
Sus hitos arquitectónicos más apreciados son, entre otros, la parroquia de Santa María de la Asunción de Bakio, la parroquia de Andra Mari, situada en la ladera del monte Jata, los palacios de Ormatza y Elexpuru, y la villa Quinta-Torre. Paseando por el centro urbano descubrirás muchas otras casonas de interés. También debes reservar tiempo para conocer el Museo del Txakoli Txakolingunea. Por último, debes saber que San Juan de Gaztelugatxe se encuentra entre Bakio y Bermeo, por lo que es una excursión muy aconsejable desde este lugar.
Mundaka
Adorada por surfista y por viajeros amantes del ecoturismo, Mundaka es una de las poblaciones que siempre se deben considerar en un viaje al País Vasco. Se sitúa en la ribera izquierda de la desembocadura de la ría de Mundaka, en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, por lo que es un lugar excelente para admirar aves migratorias.
En una visita a Mundaka no debes perderte varias visitas: su puerto pesquero que, aunque es pequeño, goza de mucha autenticidad; la pequeña iglesia de Santa María, situada a pie de playa; y casonas y palacios como el de Ibaialde o el de Kurutziaga. Recorre también sus miradores, date un baño en la playa de Laidatxu y disfruta de la buena gastronomía local con sus sabores marineros.
Portugalete
En la margen izquierda de la ría de Bilbao hay una villa marinera que no pasa desapercibida, ni por su atractivo ni por su inmenso puente colgante. Te hablamos de Portugalete y de su puente (conocido como Colgante o Bizkaia) declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Cruza el río sobre esta obra de ingeniería del hierro construida en 1893 para admirar las bellas panorámica del entorno desde 45 metros de altura. Además de esta visita, pasea por las empinadas callejuelas del casco urbano para descubrir lugares únicos como la torre Salazar, del siglo XIV, la basílica de Santa María de estilo gótico-renacentista, el convento de Santa Clara, etc.
Y si te gusta palpar el ambiente festivo, no te pierdas las Fiestas de San Roque que se celebran a mediados de agosto o el Festival Internacional de Folklore.
Santurzi
A esta villa marinera se suele ir a comer sardinas a la parrilla, es cierto. Pero, a pesar del atractivo indudable de su gastronomía, te recomendamos que disfrutes de todo lo que tiene que ofrecerte. ¿Qué te parece recorrer su paseo marítimo, visitar el puerto deportivo, o conocer los hitos monumentales de la población? En su centro urbano podrás ver la iglesia de San Jorge, el palacio Oriol, el Ayuntamiento con sus cúpulas de pizarra negra y el monumento a la Virgen del Carmen, patrona de Santurtzi.
Como visita singular te sugerimos caminar por el Museo de Esculturas al aire libre, un recorrido que enlaza 14 obras de artistas nacionales e internacionales.
Plentzia
Un pueblo, una playa, una ría. Plentzia descansa y se protege en el meandro que forma su minúscula ría interior, conformando una hermosa estampa de pueblo cantábrico. Su playa asoma al exterior mirando a una pequeña y mansa bahía rodeada por acantilados. Pero Plentzia esconde un coqueto y agradable pueblo de origen medieval, aires pesqueros y cierto poderío económico, donde la arquitectura es prueba de todo ello. De las coloridas casas a palacetes, pasando por iglesias como la de Santa María Magdalena, del siglo XVI, cuya impresionante torre tenía la primordial función de vigilar la bahía.
La playa de Plentzia es una de las más tranquilas de la costa vasca gracias, en parte, a la bahía. Sin embargo, esto no impide que se puedan practicar deportes náuticos como el surf.
A escasos 25 kilómetros de Bilbao, visitar Plentzia merece un largo día de verano para disfrutar de un hermoso casco histórico, de la naturaleza costera y de la playa.
Areatza
Hacia el interior, en el valle de Arratia y camino del Parque Natural de Urkiola, se encuentra Areatza, otra villa medieval que merece la pena visitar cerca de Bilbao. El casco histórico de Areatza está declarado Bien Cultural y destaca por sus numerosas construcciones de interés, como la Torre de Ugunaga (siglo XVI), la Casa Gótica (1490), la Casa Mudéjar (1525) o los diferentes palacetes que son fiel reflejo de la importancia que cobró la villa en la ruta comercial que unía la costa con el interior.
Otro de los atractivos de Areatza es su ubicación a los pies del Monte Gorbea, de 1482 metros, techo y límite natural entre las provincias de Vizcaya y Álava. Desde Areatza podemos partir para descubrir el Parque Natural de Gorbeia, el más grande del País Vasco, y realizar rutas de senderismo, en bicicleta o actividades como parapente, espeleología, escalada, golf o recorridos nocturnos.