Considerada la villa más antigua de Vizcaya, Balmaseda ha sido testigo del paso de miles de peregrinos y comerciantes. Fundada en 1199, posee un gran patrimonio cultural e histórico que atrae a numerosos visitantes que quieren descubrir su casco histórico, calificado como Bien de Interés Cultural. Entre sus atractivos, sobresalen las iglesias de San Severino, del siglo XV, y de San Juan, un templo gótico situado en la margen izquierda del Kadagua. También merece la pena visitar el convento de Santa Clara y los palacios de Urrutia y Horcasitas, así como el Puente Viejo o de La Muza, con su torreón. Y eso por no hablar de su entorno natural, salpicado de montañas, bosques y ríos, que ofrece la posibilidad de disfrutar de numerosos planes al aire libre.

Hay que recorrer despacio el casco histórico de Balmaseda, con sus estrechas y empinadas calles que hablan de su origen medieval. Hay que fijarse en el palacio barroco que acoge en la actualidad el Ayuntamiento o Casa de la Villa y en la Iglesia de San Juan del Moral, del siglo XV, que alberga el Museo de Historia de la Villa, desde cuya torre  barroca se escucha tres veces al día el Himno de Balmaseda. Y sorprenderse con las bonitas sorpresas que regala su casco urbano, con su trazado medieval intacto.

  1. Historia de Balmaseda
  2. Qué ver en Balmaseda
  3. Dónde comer en Balmaseda

Historia de Balmaseda

El dato histórico más singular de Balmaseda es que se trata de la primera villa del Señorío de Vizcaya. Fundada en 1199 por don Lope Sánchez de Mena por su excelente emplazamiento, Balmaseda se convirtió en un punto estratégico para las rutas comerciales entre Vizcaya y Castilla, ya que existía aún en la zona un viejo camino romano. En sus inmediaciones se edificaron herrerías comercios, mesones e industrias artesanales, hasta que en el siglo XVIII su actividad comercial decreció tras la apertura de una ruta comercial por la ciudad de Orduña. Y después la guerra de la Independencia, las guerras carlistas y la Guerra Civil contribuyeron más a su declive. Sin embargo, la llegada de la industrialización y del ferrocarril de La Robla, a comienzos del siglo XX, contribuyeron a un crecimiento demográfico y a su desarrollo.

Qué ver en Balmaseda

Pasear por el casco histórico de Balmaseda es como retroceder en el tiempo hasta la mismísima Edad Media. Sus calles estrechas y sus edificios históricos son el gran reclamo turístico de esta villa que ha sabido mantener intacto el espíritu de otro tiempo. A continuación, enumeramos los atractivos indispensables, pero también hay muchas cosas que ver cerca de Balmaseda:

Casco histórico

Balmaseda conserva prácticamente intacto su patrimonio histórico y su trazado medieval, una estructura urbana de cuatro calles principales paralelas al río que son atravesadas por cuatro cantones y que concluyen en dos bonitas plazas, una en cada extremo de la localidad. Merece la pena disfrutar del casco histórico de Balmaseda, de sus iglesias y palacetes, de sus museos y de su entorno natural.

Museo de Boinas

El Museo de Boinas La Encartada ocupa el espacio de una antigua fábrica especializada en la tradicional txapela vasca que abrió sus puertas en 1892 y que permaneció en activo durante 100 años exactos. Está ubicado en el barrio del Peñueco, a las afueras de Balmaseda, en la ribera del Kadagua.

Museo de la Historia

El Museo de la Historia de Balmaseda alberga una importante colección de obras de arte, libros, documentos y objetos antiguos relacionados con la primera villa de Vizcaya que permiten comprender mejor la historia y la personalidad del municipio. Su exposición permanente da fe de la historia de la villa, de sus habitantes más célebres, de la Pasión Viviente de Balmaseda, de su patrimonio histórico y artístico y de sus industrias y tradiciones: la carpintería, el batido del cobre, la fabricación de boinas y su gastronomía (putxeras y txakoli), además del mobiliario histórico propio de una familia acomodada burguesa del siglo XIX.

Iglesia de San Severino

Construida en el siglo XV sobre la vieja muralla de Balmaseda, la Iglesia de San Severino está en la Plaza Mayor de la localidad. Es de estilo gótico, pero también cuenta con añadidos barrocos del siglo XVIII. Tiene tres naves y en su interior destaca el retablo plateresco de la capilla del Santo Cristo.

Puente de la Muza o Puente Viejo

Es el testimonio más antiguo de la Balmaseda amurallada. Realizado en piedra en la Baja Edad Media, cruza el río Kadagua por el sur de la población y enlaza los barrios del Cristo y de San Lorenzo. Tiene tres arcos de medio punto siendo el del centro muy elevado respecto a los otros dos.

Dónde comer en Balmaseda

Hay que degustar la gastronomía tradicional vasca en una escapada turística por Balmaseda. Prácticamente todos los restaurantes de esta localidad brindan calidad y sabiduría en sus platos. A continuación, enumeramos algunos restaurantes muy bien considerados entre los locales: Teike, Skamata, GEO Cocktail, Chocolate Fountain Balma, Cafetería Gozotegia Zariz, Teikeguei, Maiken Brewery, Mendiondo, Calera y Aretxaga Jatetxea.