A pesar de que Bilbao cuenta con un centro histórico repleto de edificios valiosos, el Teatro Arriaga continúa siendo uno de los que obliga a detenerse para admirarlo. Esta construcción tan emblemática de la capital vizcaína se encuentra en la entrada del casco antiguo y cuenta con la categoría de Monumento Histórico. Además de realizar una visita guiada –se organizan durante los fines de semana–, es más que aconsejable reservar entradas para ver algún espectáculo o una obra de teatro.
- El Teatro Arriaga, amor a las artes escénicas
- Historia del Teatro Arriaga
- Qué tipo espectáculos y conciertos se pueden ver
- Qué ver y hacer cerca del Teatro Arriaga
El Teatro Arriaga, amor a las artes escénicas
El Teatro Arriaga fue construido en un contexto histórico, el de finales del siglo XIX y comienzos del XX, en el que proliferaban este tipo de recintos culturales por toda España. Esta situación que puede sorprender tiene una sencilla explicación: la aparición de una nueva burguesía, afianzada por la floreciente industria, y el pensamiento ilustrado que concebía el teatro como un espacio para mostrar usos y costumbres. Por este motivo, surgieron de la noche a la mañana numerosos teatros por toda la geografía nacional.
Historia del Teatro Arriaga
Para conocer la historia del Teatro Arriaga hay que remontarse al año 1882, cuando se solicita formalmente la construcción de un nuevo teatro. Dicho teatro se construiría con capital privado pero en suelo municipal, y se establece que la empresa Sociedad Nuevo Teatro Bilbao se haría cargo de su explotación durante 92 años. Pasado este tiempo, sería de titularidad municipal. Eso sí, el Ayuntamiento se comprometía a no construir ningún otro teatro hasta 1981.
Tras la petición se abre un concurso que gana el arquitecto municipal Joaquín Rucoba, y se decide, tras algunas quejas de los vecinos de la calle Bidebarrieta, su ubicación definitiva. Las obras se sucedieron entre 1886 y 1890, cuando se inauguró bajo el nombre oficial de “Nuevo Teatro de Bilbao”.
Tras este sucinto repaso histórico, nos detendremos en esta preciosa construcción neobarroca, que actualmente presenta un mobiliario de la época y alfombras bordadas en la Real Fábrica Nacional de Tapices. Su planta es de forma trapezoidal ya que debió adaptarse al solar cedido por el Consistorio. Los historiadores del arte han encontrado una gran similitud entre este edificio y el del Teatro de la Renaissance de París, que había sido construido en 1872.
Desgraciadamente aquel teatro quedaría arrasado por las llamas en 1914, y se tardó 5 años en reconstruirlo y reinaugurarlo. En su cronología también destaca el momento, en 1978, en que pasa a manos municipales, y las posteriores reformas debido a las inundaciones de Bilbao en 1983. Por fin, en 1990 celebra su primer centenario, y comienza una etapa tranquila.
No lo hemos comentado aún pero es interesante saber que el nombre del teatro cambió a Teatro Arriaga en 1902, en honor al músico bilbaíno Juan Crisóstomo Arriaga, que muchos comparaban por su talento con Mozart. Este joven músico, que compuso su primera ópera con 13 años, murió de tuberculosis antes de cumplir 20 años.
Qué tipo espectáculos y conciertos se pueden ver
El Teatro Arriaga es un espacio cultural muy abierto en cuanto al tipo de espectáculos que ofrece. Por lo tanto, es posible asistir a funciones infantiles, teatro clásico y alternativo, óperas, zarzuelas, ballet… e, incluso, conciertos de jazz, de música popular vasca y electrónica. Todos los géneros tienen cabida en este bellísimo teatro histórico.
Si es la primera vez que vas a este teatro te recomendamos que realices también una visita guiada, ya que, aunque vayas a admirar algunas zonas antes del espectáculo te faltarán los datos y anécdotas de los guías. Estas visitas tienen lugar todos los fines de semana, en varios idiomas, y se detiene en lugares estratégicos como la escalera Juan Crisóstomo Arriaga, el foyer, la salita Isabelina, el patio de butacas, la exposición de ópera y zarzuela, el palco de honor y la salita Orient Express.
Qué ver y hacer cerca del Teatro Arriaga
Como hemos comentado anteriormente, el Teatro Arriaga se encuentra a las puertas del casco antiguo de Bilbao por lo que es aconsejable seguir recorriendo las calles del centro histórico para encontrar otras joyas monumentales, y las no menos monumentales tapas (pintxos). Entre esas visitas y actividades no te pierdas:
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Catedral de Bilbao
Considerada una de las mejores construcciones góticas del País Vasco, la Catedral de Bilbao fue declarada Patrimonio Histórico y Artístico en 1931. Aunque la Catedral basílica de Santiago fue construida entre finales del siglo XIV y principios del XV, externamente podrás comprobar que tiene rasgos neogóticos debido a una reconstrucción llevada a cabo en el siglo XIX. No te pierdas su claustro gótico, la capilla Mayor ni la Puerta del Ángel, conocida como Puerta de los Peregrinos, ya que está incluida en el Camino de Santiago.
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Mercado de la Ribera
El Mercado de la Ribera, combina lo mejor de una plaza de abastos y lo mejor de un espacio gourmet es ideal para conocer los productos autóctonos del País Vasco, al tiempo que se cata su sabrosa cocina. Aquí se encuentran vecinos que hacen sus compras diarias, chefs con estrella Michelin que eligen lo más selecto y aquellos que acuden para picar algo.
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Centro Azkuna
El Azkuna Zentroa-Alhóndiga de Bilbao es un espacio donde la cultura contemporánea, el arte y el diálogo siempre están presentes. En este lugar es conveniente tanto hacer una visita guiada para conocer la adaptación de esta construcción modernista, un antiguo almacén de vinos y aceites, como para disfrutar de su extensa y variada programación.
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Tapeo en la Plaza Nueva
Muy cerca del Teatro Arriaga se sitúa la Plaza Nueva, el lugar ideal para comenzar una ruta de pintxos en Bilbao. No te pierdas bares como Charly, con su rollito de bacalao; Gure Toki, con bocados tan ricos y bien presentados como el foie a la plancha con manzana; el Sorginzulo, con sus tradicionales calamares y el solomillo de bonito; o el revuelto con ibéricos del Urdiña.