Con más de ocho siglos de historia, la capital de la provincia de Álava, y sede del gobierno y del parlamento del País Vasco, es una ciudad que ha logrado equilibrar, como pocas otras, sus profundas raíces históricas con las propuestas más innovadoras para diseñar y construir un futuro prometedor.

En este sentido, visitar Vitoria-Gasteiz supone disfrutar tanto de una colección invaluable de tesoros históricos, artísticos y culturales como de una ciudad que ha apostado de manera más que decidida por la sostenibilidad y la calidad de vida. Un enfoque que le valió, en 2012, el título de Capital Verde Europea y que le ha permitido obtener la certificación internacional Biosphere Responsable Tourism como destino turístico sostenible.

Desde la Almendra Medieval y la catedral gótica de Santa María hasta el Anillo Verde y los parques de Zabalgana, Salburua, Olarizu y Armentia, pasando por una excepcional gastronomía basada en los mejores productos de la tierra y una agenda artística y cultural apasionante, esta ciudad es un auténtico placer para los sentidos.

  1. Historia y evolución de la ciudad, “el almacén de Europa”
  2. Lugares imprescindibles de Vitoria
  3. Museos en Vitoria-Gasteiz
  4. Dónde comer en Vitoria-Gasteiz
Parlamento Vasco
Parlamento Vasco

Historia y evolución de la ciudad, “el almacén de Europa”

Fue en el año 1181 cuando el rey Sancho VI de Navarra conquistó lo que era una aldea, conocida con el nombre de Gasteiz. Y, aunque es cierto que otros pueblos y civilizaciones se asentaron en esta zona mucho antes, como atestiguan los hallazgos de vestigios de la época romana, por ejemplo, se considera ese momento de la Reconquista como el fundacional de la ciudad de Vitoria.

Según fue avanzando la Edad Media, Vitoria fue cambiando de manos: de Navarra a Castilla.  En siglos posteriores, la ciudad fue prosperando de forma notable gracias a estar en una de las principales rutas comerciales entre las ricas tierras de Castilla y el Norte de Europa. De hecho, al final del periodo medieval, Vitoria tenía aduana y en sus almacenes se proveían numerosos comerciantes llegados de otras naciones, hasta el punto de ser considerada como “el almacén de Europa”.

Aunque con una cierta decadencia motivada por la expulsión de los judíos (1492), la actividad comercial se mantuvo hasta bien entrado el siglo XVIII. Esto se tradujoen la construcción de edificios públicos y privados de bella factura. Por ejemplo, los palacios de Montehermoso, Villasuso y Esocriaza-Esquivel, además de numerosos conventos e iglesias.

Ya en el siglo XIX en Vitoria tuvo lugar la batalla que supuso el abandono definitivo de las tropas napoleónicas durante la Guerra de Independencia, en 1813. En ese mismo siglo y con el traslado de la aduana a la costa, Vitoria cambió su principal función hacia otro tipo de servicios, adquiriendo una cieryta relevancia desde el punto de vista cultural. Así, se crearon el Ateneo (1866) y la Universidad Libre (1869), que animaron la fundación de varios grupos literarios y artísticos.

Del pasado siglo XX quizás lo más destacable fuera la declaración de Vitoria como capital de la nueva autonomía vasca. Y también la apuesta “verde” en la que se han comprometido tanto autoridades locales como la propia población, convirtiendo a la ciudad en un auténtico modelo para el desarrollo y la preservación del medio ambiente.

Casco Viejo de Vitoria
El Casco Viejo de Gasteiz, la Almendra Medieval

Lugares imprescindibles de Vitoria

Antiguas iglesias, rincones encantadores, mercados, casonas y palacios, paisajes naturales de abrumadora belleza, museos súper interesantes… Vitoria-Gasteiz lo tiene todo. Y es, además, una ciudad a escala humana, amable y tranquila, de esas que se pueden pasear, a pie o en bicicleta, sin ninguna complicación, descubriendo toda su magia y disfrutando de todas esas experiencias que, en última instancia, le dan sentido al arte de viajar.

La Almendra Medieval de Vitoria

El casco histórico de la ciudad, conocido popularmente como la Almendra Medieval –por la configuración de su trazado–, es uno de los valores indiscutibles de Vitoria-Gasteiz; un auténtico museo a cielo abierto y testimonio de la milenaria historia de la villa.

Recorrer su calles supone realizar un apasionante viaje en el tiempo –se trata de uno de los cascos medievales mejor conservados de España– para descubrir su muralla, sus palacios, torres y edificios religiosos; ecos de otros tiempos que aún resuenan en cada rincón. No dejes de echar un buen vistazo a la propia muralla, del siglo XI, a la imponente Catedral de Santa María, a la famosa Casa del Cordón y a los espectaculares palacios repartidos por toda la Almendra, como el de Villa Suso, el de Montehermoso y el de Escoriaza-Esquivel, entre tantos otros sitios emblemáticos.

Catedral de Santa María

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la conocida como Catedral Vieja es un espectacular edifico gótico –con distintas aportaciones de otros estilos– que cuenta con más de 800 años de historia y es, sin duda, uno de los atractivos imprescindibles del Vitoria-Gasteiz.

catedral santa maria
Catedral de Santa María

Sometida en los últimos años a un titánico proceso de restauración y adecuaciones estructurales, la propia Catedral de Santa María ha ido recuperando su esplendor de siempre. Y, de paso, ha conseguido ser un sitio todavía más interesante, si cabe, gracias a su programa de visitas guiadas “Abierto por obras”, un conjunto de propuestas que invita a descubrir cada rincón del templo –incluso sobre los que se está trabajando–, desde sus cimientos hasta la torre (la más alta de la ciudad… ¡las vistas son una auténtica maravilla!). Una experiencia de realidad virtual que complementa las visitas guiadas y el espectáculo multimedia «El pórtico de la luz», que relata las transformaciones de una de las portadas góticas más impresionantes del país, forman parte también de los múltiples atractivos que ofrece este excepcional edificio gasteiztarra.

Además, entre sus curiosidades se encuentra la de haber sido el lugar que inspiró al famoso escritor británico Ken Follet para escribir Un mundo sin fin, segunda parte de Los Pilares de la Tierra, y que también ha quedado capturado en obras como A la sombra del templo, de la escritora vitoriana Toti Martínez de Lezea. En cualquier caso, se trata de un lugar espectacular y definitivamente inspirador.

Plaza de la Virgen Blanca

Auténtico corazón de la ciudad, esta céntrica plaza –también conocida como la Plaza Vieja– es un lugar de visita obligada. Fue construida en el siglo XVII en parte de los antiguos arrabales extramuros y en ella confluyen distintas calles del Casco Antiguo y del Ensache, convirtiéndose en un punto de conexión entre la ciudad vieja y la ampliación decimonónica surgida hacia el sur. Además de ser una referencia urbana, ahí tiene lugar, durante las fiestas de la ciudad (del 4 al 9 de agosto), la famosa “bajada de Celedón”.

plaza de la virgen blanca
Plaza de la Virgen Blanca

Junto con el monumento a la célebre Batalla de Vitoria, en la Plaza de la Virgen Blanca también se encuentra la iglesia de San Miguel –no dejes de subir a su balconada para disfrutar de la mejor perspectiva de la plaza–, así como distintos bares y restaurantes con sus animadas terrazas que invitan a descubrir y disfrutar de la excepcional gastronomía local. Y no olvides hacerte la selfie de rigor junto a la escultura vegetal con el nombre de la ciudad… ¡un clásico!

Plaza del Machete

Otro punto singular dentro de la Almendra Medieval de Vitoria-Gasteiz es esta antigua plazoleta ubicada a un costado de la Iglesia de San Miguel, entre los Arquillos, el Palacio de Villa Suso y la Parroquia de San Vicente Mártir. El lugar es un punto de conexión entre el Casco Antiguo –del que en su momento fue el límite sur– y el Ensanche, pero es famoso, sobre todo, porque en el ábside de San Miguel, que da a la plaza, hay un nicho en el que se solía guardar el machete sobre el cual juraban sus cargos los representantes de la ciudad.

Hoy en día se puede leer la lápida que señala la relevancia de este rincón de Vitoria-Gastiez y echar un vistazo a la réplica del aquel afamado machete. Además, ya estando ahí no se puede dejar de visitar el imponente Palacio de Villa Suso, un singular edificio del siglo XVI cuya construcción se adaptó tanto al desnivel del terreno de la plaza como al lienzo de la antigua muralla, a la cual tuvo que ceñirse.

La Plaza del Machete suele ser también sede de pintorescos mercadillos y ferias, y varios restaurantes y tabernas ofrecen sus servicios tanto en la propia plaza como en su entorno más cercano.

Plaza del Machete
Plaza del Machete

Paseo de la Senda y Ajuria Enea

Este es uno de los planes más agradables de Vitoria. Un paseo que parte del centro mismo de la ciudad a través de una calle flanqueada por árboles centenarios que le dan sombra y grandes casonas y palacios. Parte del Parque de la Florida, espacio verde creado a principios del siglo XIX con vocación de jardín botánico de estilo afrancesado y tiene su continuación en el Paseo de Fray Francisco de Vitoria, conformando un recorrido de unos 3 kilómetros que llega hasta Armentia.

En cuanto a las principales construcciones del Paseo de la Senda destacan el Palacio Zulueta, las casas Zuloaga y de las Jaquecas, el Museo de la Armería y la Villa Sofía.

Además, aquí está también la que desde 1980 es la residencia oficial del lehendakari, el decir el presidente del Gobierno Vasco: Ajuria Enea. Se trata de un palacio construido en 1920 para el industrial Serafín Ajuria, realizado en un claro estilo neovasco. Lo que se puede admirar de este notable edificio es la bonita fachada y jardines, dado que el acceso a su interior está restringido al público general  como consecuencia su importante función institucional.

Anillo Verde

Buena parte de “la culpa” de que Vitoria fuera declarada Capital Verde europea, en 2012, la tiene el hecho de estar prácticamente rodeada de parques. Al conjunto de los mismos se lo conoce como Anillo Verde, y en ese paraguas están englobados los principales espacios verdes periurbanos de la ciudad. Todos ellos, además, están interconectados a través de corredores eco-recreativos.

Así, el Anillo Verde de Vitoria conforma un recorrido circular de unos 33 kilómetros de longitud, a lo largo de los cuales se puede observar (y disfrutar) de una notable biodiversidad. De hecho, se trata de un espacio con un especial valor desde el punto de vista naturalístico. Entre los espacios más ricos del Anillo Verde destacan los humedales de Salburua y el río Zadorra, ambos integrados en la Red Natura 2000.

El conjunto lo completan los parques de Armentia, Olarizu, Alegría, Zabalgana, Errekaleor y Las Neveras. A lo largo de los mismos hay más de 90 kilómetros de senderos y vías ciclistas señalizadas.

Anillo verde de Vitoria
Anillo verde de Vitoria. Parque Olarizu

Murales de Vitoria

La capital alavesa es un extraordinario museo a cielo abierto, con sus iglesias, casonas y palacios testimonio de otras épocas, pero no solo eso. La ciudad es también un gran lienzo, totalmente contemporáneo, que ha visto proliferar, en fachadas tanto del Casco Antiguo como de otros barrios, las obras en gran formato de artistas de todo tipo, desde grandes figuras del Street art internacional hasta colectivos de vecinos y vecinas.

En cualquier caso, la Ruta IMVG (Itinerario Muralístico de Vitoria-Gasteiz) La Ciudad Pintada invita recorrer la ciudad para descubrir cada uno de estos grandes murales que componen una increíble galería urbana. La Plaza de las Burullerías, el cantón de Santa Ana, el Jardín de Etxanobe, el cantón de las Carnicerías y la Plaza del Museo Artium son solo algunos de los puntos clave de este colorido itinerario que se puede realizar por libre, aunque también hay distintas opciones para llevar a cabo visitas guiadas que permiten contextualizar de una manera más que interesante este tipo de expresión artística contemporánea, pública y participativa.

Museos en Vitoria

Entre sus múltiples atractivos, la ciudad cuenta, desde luego, con varios museos, cada cual más interesante, tanto por fuera como por dentro. Aquí te dejamos una breve relación para que comiences a organizar tu próxima visita:

  • BIBAT.- En realidad se trata de dos museos alojados en un mismo espacio: el espectacular Museo de Arqueología de Álava, que alberga alrededor de mil quinientas piezas de diferentes momentos históricos, y el Museo Fournier de Naipes, la mejor colección de naipes del mundo.
  • Artium.- El Museo Vasco de Arte Contemporáneo, cuya colección permanente –considerada una de las mejores de España– está formada por unas 3.000 obras, reúne a los creadores que han escrito y escriben la historia del arte de los siglos XX y XXI en el País Vasco y en España, desde las primeras vanguardias hasta la actualidad
  • Museo de Bellas Artes.- Alojado en el espectacular Palacio Augustin-Zulueta, este excepcional museo muestra una extraordinaria colección de arte español de los siglos XVIII y XIX, y de forma más especializada, un acervo único de arte vasco del periodo 1850-1950.
  • Museo de Ciencias Naturales.- Ubicado en una casa fuerte del siglo XV conocida como la Torre de Doña Ochanda, este museo reúne objetos provenientes de los yacimientos alaveses de ámbar del Cretácico Inferior, uno de los depósitos paleontológicos más importantes del mundo, además de piezas relacionados con la mineralogía, la botánica y la zoología.
  • Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo.- Difundir valores democráticos y éticos, construir la memoria colectiva de las víctimas y concienciar a la población para la defensa de la libertad y de los derechos humanos y contra el terrorismo son los principales objetivos de este museo imprescindible ubicado en la antigua sede del Banco de España.

El Museo de Armería, el Museo de Arte Sacro, el Museo de los Faroles, el Centro Cultural Montehermoso e incluso las numerosas esculturas que se reparten por espacios públicos de la ciudad, incluyendo trabajos de artistas de la talla de Eduardo Chillida, Casto Solano y Néstor Basterrechea, entre tantos otros, terminan por hacer de Vitoria-Gasteiz un destino más que atractivo para todos los amantes del arte, la cultura, la historia, la ciencia…

Dónde comer en Vitoria

Una despensa excepcional, compuesta por productos de la mejor calidad, normalmente de proximidad y temporada, así como una habilidad más que comprobada para hacer con ellos auténticas obras de arte, desde innovadores pintxos hasta los guisos más tradicionales; así podría definirse, someramente, la fabulosa gastronomía vasca. Pero todo el mundo sabe que cualquier descripción es insuficiente, y seguramente injusta, y que descubrir y disfrutar de los sabores de Euskadi es una experiencia totalmente fuera de serie.

Comer en Vitoria

En este sentido, Vitoria-Gasteiz es, desde luego, un destino enogastronómico imprescindible, en el que hay que probar los típicos perretxikos, los caracoles, el queso Idiazabal, la sal de Añana, las alubias rojas, los vinos de Rioja Alavesa, el txakoli de Álava y tantas otras delicias que se pueden encontrar en todo tipo de tiendas especializadas, en las múltiples fiestas y ferias gastronómicas que se llevan a cabo a lo largo del año, en lugares como el Mercado de Abastos y, por supuesto, en lo múltiples restaurantes, bares, tabernas, asadores, sidrerías… Aquí os dejamos una muy breve muestra para ir abriendo el apetito:

  • Zaldiaran.- Uno de los restaurantes más prestigiosos y premiados de la ciudad: alta cocina sin renunciar a la tradición. Ubicado en la Avenida de Gasteiz, junto al Palacio de Justicia.
  • El Chispial.- No muy lejos del anterior, este lugar se caracteriza por una decidida apuesta por la sostenibilidad tanto en su diseño como en su menú. Comida de casa, olor a huerta y a producto fresco, y mucho mimo.
  • El Clarete.- A un paso de la Almendra Medieval, este lugar encabezado por los hermanos Fernández de Retana es un templo dedicado al producto. Cocina de autor y vanguardia culinaria, en el mejor sentido.
  • Ubicado en pleno centro, a dos minutos a pie de la Plaza de la Virgen Blanca, es una de las mejores tabernas de pintxos de la ciudad. No te vayas sin probar el más famoso: ¡donut de cocido vasco en dos vuelcos!
  • Sagartoki.- Bar y restaurante; coctelería y bodega de primera; pintxos –de los que se ganan premios– y pescados y carnes a la brasa; un lugar donde la innovación apuesta por los sabores de siempre. También en pleno centro.

En cualquier caso, no dejes de explorar las calles de la Almendra Medieval, como la de Cuchillería y la de Correría, en busca del pinxto que te haga ver las estrellas. ¡Seguro que lo encuentras!