El Baluarte de los Pozos, un interesante centro turístico de Cáceres, es una de las visitas que no debes perderte en tu recorrido por la ciudad, ya que te ofrece la oportunidad de conocer un conjunto formado por varias construcciones del siglo XII.
Cuenta la leyenda que durante el dominio árabe vivía en este lugar un alcaide con su hija, la princesa Jasmina. Esta joven, en uno de los asedios cristianos en la época de la Reconquista, se enamoró de un guerrero que vio desde una de las ventanas del palacio. Con ayuda de su sirvienta, escapaba del palacio a través de un pasadizo que conducía desde el aljibe hasta el río para reunirse con él. Sin embargo, el soldado cristiano aprovechó una de estas salidas para seguirla hasta la entrada del túnel. No tardó en tomar la ciudad. Cuando el alcaide pidió el nombre del traidor, Jasmina confesó su culpa y, acto seguido, se lanzó por el balcón. Dicen que antes de caer se convirtió en una gallina de oro y que, en las noches de San Juan, se aparece en Fuente Fría. Otra teoría sugiere que bajó al aljibe y se durmió para siempre en sus aguas.
El conjunto de los Pozos era una prolongación de la alcazaba y estaba formado por dos torres albarranas: la torre Coracha, de la que prácticamente no queda nada, y la torre de los Pozos, también conocida como la del Gitano.
La torre del baluarte de Cáceres
Situada en el ala oriental de la muralla, la torre se eleva sobre un espolón rocoso y antiguos sillares romanos. Estaba conectada con la torre vecina y con la muralla por diversos muros con los que formaba un espacio trapezoidal que se extendía en dirección al arroyo del Marco. Las torres fueron decoradas con complejos elementos ornamentales poco comunes en la arquitectura militar peninsular de Al Ándalus. Estos diseños en forma de estrellas de ocho puntas o inscripciones con caracteres cúficos (propios de la escritura musulmana) se cree que podían tener un objetivo propagandístico.
Muy cerca de este baluarte de Cáceres, se encuentra la cisterna de San Roque, donde se almacenaba el agua para abastecer a la población. Por esta razón, la torre fue construida para proteger a la ciudad, su acceso a la ribera del Marco y la cisterna que estaba justo debajo, que los cristianos oprimidos habían intentado envenenar en rebelión contra sus gobernantes musulmanes.
Centro turístico Baluarte de los Pozos
El complejo que os recomendamos está compuesto por la torre almohade del siglo XII, perteneciente a la fortaleza, una casa típica y un jardín-mirador. La casa, de dos plantas, acoge una exposición de maquetas de los edificios más llamativos de la ciudad. Reproducen la arquitectura civil, religiosa y militar del casco antiguo, con obras del famoso artista cacereño Eusebio Salgado, entre otros. En cuanto al mirador, se trata de un espacio rehabilitado de unos 550 m² con césped y ubicado en la entrada de la torre. Desde este lugar, a 6 metros de la barbacana (estructura defensiva situada sobre la puerta de la muralla) se obtienen las mejores vistas de la ribera del Marco, la Fuente Concejo, el barrio de San Marquino o el santuario de la Virgen de la Montaña.
El museo también ofrece información sobre la época romana y sus vestigios en la ciudad, así como datos sobre el Barrio judío donde se encuentra.
Exposiciones y eventos culturales
Durante las tardes y noches de verano, los jardines del Baluarte de los Pozos se convierten en el escenario de exposiciones y eventos culturales. El proyecto, conocido como Las noches del Baluarte, apuesta por el desarrollo de actividades musicales, teatrales, gastronómicas, de magia, infantiles y cinematográficas con el objetivo de revitalizar el entorno de la judería, apostando por la calidad de los artistas y el talento local.
Además, este espacio al aire libre es ideal para disfrutar de conciertos, obras de teatro, presentaciones e incluso espectáculos de humor rodeados de la belleza de la denominada Ciudad Monumental de Cáceres.
La historia forma parte de Cáceres
Cuando pasees por Cáceres encontrarás referentes a las distintas culturas que por ella han pasado, desde cristianos a judíos y árabes. No hay que olvidar que fue fundada bajo el dominio musulmán en 1147, y que este territorio se encontraba en la frontera entre los dominios cristianos y musulmanes.
No fue hasta el año 1170, cuando Cáceres cayó en manos cristianas tras un pacto para liberar a la ciudad de los portugueses. Sólo cuatro años tardaron los musulmanes en recuperar la ciudad. Eso sí, tuvieron que aguantaron los sucesivos asedios cristianos hasta 1229, cuando finalmente fueron derrotados. Cáceres se encontraba rodeada por una enorme muralla en la que se podían contar hasta 20 torres albarranas. Este conjunto fortificado estaba dividido, a su vez, en tres zonas: la alcazaba o residencia del gobernador; el albacar, que era el recinto para reunir a las tropas y refugiar a la población; y la medina, que se correspondía con la ciudad.