La ciudad de Cáceres, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986, atesora el tercer conjunto monumental de época medieval mejor conservado de Europa –tan sólo superado, en extensión y riqueza, por los cascos históricos de Praga y Tallin–. Dividido por la antigua muralla almohade en dos grandes zonas —intramuros y extramuros—, el centro de Cáceres nos permite rastrear, a través de su entramado de callecitas y monumentos, la presencia lejana de diferentes culturas. Así, los antiquísimos sillares romanos, a caballo entre lo oculto y lo visible, sustentan las posteriores construcciones musulmanas, judías y cristianas que Cáceres ha ido atesorando con el paso de los siglos. En resumidas cuentas, la ciudad vieja de Cáceres nos ofrece un viaje en el tiempo, cuya autenticidad resulta difícilmente equiparable en cualquier otra parte de España. Si nos sigues, te lo demostramos.
Un paseo por los monumentos de Cáceres
La zona recogida dentro de la antigua muralla almohade atesora la parte más importante del conjunto histórico de Cáceres. Configurada, desde época medieval, en torno a dos parroquias —Santa María y San Mateo—, a día de hoy su visita nos deparará la contemplación de algunos de los monumentos históricos más antiguos de la ciudad. A continuación, repasamos sus principales zonas de interés.
Plaza de Santa María
Nada más atravesar el arco de la Estrella y recorrer una estrecha callejuela, desembocamos en esta plaza fundacional del barrio bajo de la ciudad vieja. Su principal protagonista lo encontramos en el imponente edificio de la iglesia-concatedral de Santa María, el templo cristiano más importante de Cáceres. Construida entre los siglos XV y XVIII, su estilo arquitectónico exhibe rasgos tanto del románico como del gótico y el renacentista.
Asimismo, alrededor de ella se encuentran toda una serie de palacios, mansiones y casas nobles –elevados a la categoría de monumento histórico–, cuya visita interior resulta altamente recomendable. Es el caso del palacio de Carvajal, una antigua casa noble del siglo XV reconvertida en sede del Patronato de Turismo de la Diputación de Cáceres. O con el palacio de Ovando y el palacio de Mayoralgo, ambos pertenecientes en su momento a familias nobles cacereñas, tal y como nos revelan los escudos familiares de sus fachadas.
Ahora bien, el otro gran protagonista de la plaza lo encontramos en el gigantesco palacio de los Golfines de Abajo , cuyos antiguos propietarios no dudaron en acoger hasta en dos ocasiones la visita de los Reyes Católicos a Cáceres.
Plaza de San Jorge
Un poco más adelante nos recibe la plaza de San Jorge, ubicada, literalmente, en el centro geométrico de la zona intramuros. El principal atractivo de dicho espacio lo encontramos en la iglesia de San Francisco Javier, un templo barroco del siglo XVIII construido por los jesuitas un poco antes de su expulsión de España. Su interior nos abre la posibilidad de visitar tanto el Centro de Interpretación de la Semana Santa de Cáceres, como un antiguo aljibe en su planta subterránea.
Plaza de San Mateo, plaza de San Pablo y plaza de las Veletas
La plaza de San Mateo, prácticamente anexa a las plazas de San Pablo y de las Veletas, es la siguiente parada en nuestro recorrido. Se encuentra situada en la zona alta de la ciudad vieja, y podemos acceder a ellas a través de la calle –en realidad, callejón– llamada Cuesta de la Compañía. Una vez allí podremos visitar la popular fachada plateresca de la iglesia de San Mateo, construida a principios del siglo XVI sobre los restos del antiguo alcázar almohade. Esta se encuentra flanqueada, a su vez, por el convento de San Pablo, una pequeña iglesia gótica famosa por los dulces que, todavía hoy, fabrican sus monjas de clausura. También se hace notable la presencia cercana del palacio de las Cigüeñas y su altísima torre de 25 metros de altura –sin duda, el mejor mirador disponible en Cáceres–. Y, finalmente, también merece la pena mencionar el palacio de las Veletas, una casa noble del siglo XV nombrada así por las graciosas veletas de sus pináculos. Hoy en día, este edificio sirve como entrada a la sección de Arqueología y Etnografía del Museo de Cáceres.
Judería Vieja
La otra gran área reseñable del casco antiguo de Cáceres es la que corresponde a la Judería Vieja –en contraste con la Judería Nueva, desarrollada desde 1478 fuera de las murallas–. Uno de los mayores atractivos de este barrio radica en la conservación escrupulosa del trazado original de sus calles, estrechas, en pendiente y en ocasiones sin salida –el Callejón del Moral, el Rincón de la Monja o la Cuesta del Marqués, son buenos ejemplos–.
Sin embargo, el otro gran atractivo lo encontramos en sus edificios históricos, algunos tan míticos como la ermita de San Antonio, construida por los cristianos sobre los sillares de la antigua sinagoga. También merece la pena acceder al Baluarte de los Pozos, un tramo amurallado compuesto de dos torres —torre de los Pozos y torre de los Aljibes—, cuyas vistas no tienen precio.
La zona extramuros del casco histórico de Cáceres
Tal y como adelantábamos al inicio, el casco antiguo de Cáceres alberga también una zona extramuros igualmente interesante y digna de ser visitada. Desarrollada, como era de esperar, de manera posterior a la zona intramuros, esta parte del recinto tomó como epicentros de crecimiento tanto las parroquias de Santiago y San Juan, como la Plaza Mayor de Cáceres.
Plaza Mayor de Cáceres
La zona de la Plaza Mayor ha estado considerada, durante quinientos años, como el centro social y político de Cáceres. Tradicionalmente utilizada como lugar de celebración de ferias y mercadillos, en la actualidad dicha plaza acoge no sólo bares y restaurantes, sino también el arco de la Estrella, la principal puerta de entrada al interior del recinto amurallado.
Asimismo, aquí también podremos visitar, por ejemplo, la torre de Bujaco, una torre defensiva construida durante la época de dominación almohade, y cuyo interior ofrece un interesante centro de interpretación. A su vez, la Plaza Mayor también aglutina edificios religiosos como la ermita de la Paz, del siglo XVIII; y edificios civiles como el del Ayuntamiento, en pie y activo desde 1869.