Entre los platos típicos de Extremadura, sin duda, destacan las migas. Una receta que, desde los campos de la región, donde la cocinaban los pastores con los productos que tenían más a mano, hoy ha llegado a muchas casas y restaurantes tanto de Cáceres y Extremadura, como del resto del país.
Pero hay muchos más platos típicos de Extremadura. La mayor parte de ellos basados en ingredientes locales, por lo general cocinados de una forma sencilla y sin demasiados artificios. Y, casi siempre, con el sabor rotundo de una tierra donde la naturaleza y las tradiciones se preservan como un gran tesoro.
Migas extremeñas
En el campo, nada más sencillo para los pastores que aprovechar el pan del día anterior, desmigarlo y, tras una noche de reposo con unas gotas de agua, sofreírlo al fuego de leña acompañado de ingredientes que no necesitaban demasiada conservación. A saber: ajo, chorizo, panceta, pimentón y un poco de aceite de oliva.
Hoy, las migas extremeñas han dejado de ser patrimonio de los pastores y se hacen, prácticamente, en todos los hogares de la región. En temporada se pueden añadir unas uvas partidas (una vez cocinadas las migas) y algunos las acompañan, incluso, con chocolate.
Desde luego, es uno de los platos típicos de Extremadura más sabrosos y contundentes. Al tomarse como primero, conviene moderar la ración pues, por lo general, en esta región se come mucho y los platos suelen ser enormes.
Torta del Casar y otras tortas extremeñas
Habrá quien no la considere como uno de los platos típicos de Extremadura, sino como otra cosa. Pero lo cierto es que la torta del Casar es un elemento fundamental de la gastronomía de la región y la ha puesto en el mapa de los lugares que pueden presumir de producir los mejores quesos de Europa.
La clave de su sabor es que se elabora a partir de leche de ovejas merinas. Mejor trashumantes, es decir, en ruta entre Extremadura y Castilla, o viceversa.
La torta del Casar se toma a temperatura ambiente, se “destapa” por la parte superior y luego se unta sobre pan, añadiendo toques dulces de carne de membrillo, mermeladas o frutos rojos. También con alguno de los buenos vinos que se producen en la región.
No menos suculentas y muy parecidas en concepto son las tortas de La Serena y la de Ibores.
Chanfaina
Asadurillas (vísceras) y falda de cordero. Esa es la base del que, pese a posibles escrúpulos, se trata de uno de los platos típicos de Extremadura más sabrosos. Los trozos de carne se cocinan con un delicioso sofrito a base de cebolla, ajo, tomate, laurel y un poco de guindilla.
Pestorejo
El pestorejo es la tapa, por definición, en lugares como la capital regional, Mérida. Pero también es uno de esos platos típicos de Extremadura no aptos para todos los públicos, por su evidente cantidad de grasa.
Se trata de trozos de oreja, careta y carrillera de cerdo, previamente macerados en ajo, perejil, sal y aceite, y luego cocinados a la parrilla de leña o, incluso, fritos.
Gazpacho extremeño
En esencia, el gazpacho extremeño difiere poco del andaluz salvo, quizás, en el hecho de que se aromatiza con un poco de pimentón. Esta sopa fría a base de tomate, ajo, cebolla, pimiento, pepino y otras hortalizas es una de las mejores formas de combatir los duros días de verano en Extremadura.
Zorongollo
Originario de las cacereña comarca de La Vera, el zorongollo es uno de los platos típicos de Extremadura más refrescantes.
La esencia es la típica ensalada de pimientos rojos asados, a los que se añaden ingredientes en función del gusto de cada uno. En el caso del zorongollo extremeño, un buen aceite de oliva virgen extra, cebolla y huevo duro.
Es un plato ideal para comenzar una comida o una cena de verano y que siempre pide pan para mojar la salsa que queda en el fondo.
Repápalos
Es otro de los platos típicos de Extremadura basados en la cocina de aprovechamiento. En este caso, lo que se utiliza es el pan del día anterior (como las migas), con el que se elaboran unas albóndigas, mezcladas con ajo, perejil y huevo batido.
Una vez fritas, los repápalos se bañan en una salsa a base cebollino o cebolla y puerro fritos en aceite de oliva virgen extra. Aunque también está la versión dulce de este plato y, entonces, las albóndigas se bañan en leche.
Caldereta de cabrito
Como las migas y los repápalos, es uno de los exponentes de la cocina de pastores y de los grandes platos típicos de Extremadura. Como es obvio, la carne de cabrito es fundamental para esta preparación, pero también pimientos, cebollas, ajo, pimentón dulce o picante y el vino blanco.
Todos los ingredientes se cocinan juntos durante al menos una hora en una caldereta, mejor de hierro y sobre el fuego de una hoguera de leña.
Cochifrito extremeño
Este es otro plato muy típico de Extremadura, tan sencillo como delicioso. Los expertos coinciden en que la clave está en el adobo. La receta es muy sencilla, ya que basta machacar unos ajos en un mortero y añadirle pimentón, romero, orégano, aceite de oliva y sal. Cuando la mezcla esté homogénea se introducen los trozos de carne de cerdo cortado y se deja macerar al menos una noche. Al día siguiente se fríe con aceite de oliva muy caliente hasta que alcance el punto crujiente que nos guste.
Dulces típicos de Cáceres
La repostería cacereña, como la del resto de Extremadura, es heredera de dos tradiciones culinaria: la musulmana y la de los dulces de convento. Estos son algunos de los más golosos platos típicos de Extremadura:
- Perrunillas (Pizarro, 1): no son exclusivas de esta región pero, probablemente, son el dulce extremeño más extendido. Harina, almendras, huevos, manteca de cerdo, azúcar, anís y ralladura de naranja son los principales ingredientes de estas pastas, que tras ser horneadas adquieren una textura seca y algo crujiente.
- Sapillos: se trata de masa a base de pan duro, ralladura de limón y canela cocida en leche, que se fríe en aceite de oliva. Suelen servirse en un tazón con la leche de la propia cocción.
- Técula Mécula: este postre típico de Extremadura se parece en concepto al mazapán. Se elabora con almendras, yema de huevo, azúcar, y tiene una base de hojaldre. También se puede añadir manteca de cerdo y canela.
- Bombones de higos: cobertura de chocolate y corazón de higo. Una combinación tan inhabitual como deliciosa, que forma parte ya del capítulo de los platos típicos de Extremadura.
- Bollos de chicharrones: los chicharrones son un producto de la matanza del cerdo que, pese a ser salados (es la grasa subcutánea del cerdo), son la base de estas pastas dulces tan típicas de la Navidad en Extremadura.