Jaraíz de la Vera es la localidad más importante de la comarca de la Vera, situada en el noreste de la provincia de Cáceres, en Extremadura. Esta histórica población es el centro de uno de los principales atractivos turísticos de la región, una emblemática zona con un rico patrimonio natural y cultural que te sorprenderá.
Jaraíz de la Vera se encuentra a unos 100 kilómetros al noreste de la capital provincial, Cáceres, por lo que es una excelente excursión a realizar para cualquier visitante de la ciudad cacereña. Su situación, entre el Parque Nacional de Monfragüe (al sur), la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos (al norte) y el Parque Regional de Gredos (al noreste), dan al lugar una fisionomía muy especial y de un valor incalculable.
La Vera constituye una comarca histórica dentro de Extremadura. Además de Jaraíz de la Vera, hay otras muchas localidades de interés, como Jarandilla de la Vera, Cuacos de Yuste o Garganta la Olla. Por aquí también pasa la llamada Ruta de Carlos V , un itinerario de senderismo de 25 kilómetros que une Tornavacas y Jarandilla de la Vera para rememorar el paso del emperador en su viaje hacia el monasterio de Yuste, donde murió. Además, el valle del Jerte está muy cerca, un complemento perfecto para disfrutar del maravilloso paisaje de los cerezos en flor.
Qué ver en Jaraíz de la Vera, una bonita población de Cáceres
Recorrer La Vera es un excelente plan que se puede hacer en cualquier momento del año. Y visitar Jaraíz de la Vera es un punto indispensable en esta ruta. La localidad puede servir de eje para explorar la zona, al ser la población que más recursos ofrece al visitante.
Jaraíz es un auténtico mirador sobre la comarca y la sierra de Gredos, gracias a sus 561 metros de altitud. Sus alrededores merecen ser explorados con la misma calma que transmite la zona. Un turismo verde, tranquilo y amable, alejado de cualquier gran núcleo de población.
Un paseo por el centro de Jaraíz
Jaraíz y su entorno aúnan patrimonio, naturaleza y gastronomía como sus tres principales virtudes. Un trío de ases por donde debe pasar cualquier visitante que se precie, si quiere sentir toda la esencia de la comarca de La Vera.
Un buen lugar para comenzar la visita es en la Plaza Mayor de Jaraíz, un emblemático espacio rectangular cuya curiosidad es que está construida en dos niveles diferentes. Allí se encuentra el ayuntamiento, del siglo XVI, aunque reformado durante el pasado siglo XX. La Plaza Mayor se caracteriza también por los soportales que jalonan todo el perímetro del espacio. En ella se celebran diferentes mercados de productos.
Junto a la Plaza Mayor, el casco antiguo de Jaraíz también merece un buen paseo. Agradables callejuelas salpicadas de arquitectura tradicional que, por fortuna, se está empezando a redescubrir.
Otro icono fundamental en Jaraíz de la Vera es la Picota o Rollo, la columna que simboliza la independencia del pueblo respecto a la ciudad de Plasencia, lograda en 1685. Esta picota fue trasladada desde la plaza de Santa Ana a su emplazamiento actual, en el parque de los Bolos, desde donde se goza de una privilegiada vista de la Sierra de Gredos, Yuste y del resto de la Vera.
Jaraíz tiene también interesantes iglesias de notable antigüedad que dan fe de la larga historia del lugar, cuyo primer documento conocido data de 1217. La ermita de Nuestra Señora del Salobrar (siglo XVII), donde se conserva la imagen de la patrona de Jaraíz, o las iglesias de Santa María de Gracia (Bien de Interés Cultural) y de San Miguel Arcángel, ambas del siglo XV, son tres excelentes ejemplos que merece la pena visitar.
Museo del Pimentón
Jaraíz es la capital mundial del pimentón. Este curioso honor se debe a este famoso condimento derivado del pimiento. El pimentón de la Vera es uno de los más conocidos de España y tiene aquí su Denominación de Origen. Para su protección y difusión, se creó en 2007 el Museo del Pimentón de Jaraíz de la Vera, ubicado en el palacio del Obispo Manzano, en plena Plaza Mayor.
El museo es un recorrido a lo largo de la historia y el proceso de elaboración del llamado ojo rojo, una actividad fundamental en la economía de La Vera y de Extremadura. Merece la pena conocer un poco más acerca de un producto fundamental en la cocina española.
El lago de Jaraíz
Otro de los principales atractivos de Jaraíz de la Vera es El Lago, una preciosa piscina natural que se forma en el cauce de la garganta de Pedro Chate. Este paraje es muy frecuentado en los meses estivales y cuenta con una zona de playa, una terraza, duchas, vestuarios y otros servicios.
La orografía de La Vera es muy proclive a formar gargantas y piscinas naturales en el cauce de los ríos. La localidad de Garganta la Olla, uno de los pueblos más bonitos de la comarca, es quizás el lugar más conocido con este tipo de formaciones que permiten disfrutar del agua en los meses de más calor del año.
Recinto amurallado de Jaraíz
El recinto amurallado de Jaraíz de la Vera, catalogado como Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura, tiene su origen en el año 725, cuando el caudillo árabe Abadaliz levantó la fortaleza de Jariza, que significa “campos labrados”, y que daría posteriormente nombre a la población. Al parecer, también hubo una muralla con torres vigía y defensivas, aunque hoy sólo quedan las ruinas de un castillo en una zona denominada Armería al sur de la población, otro arruinado más cerca y restos de fortalezas en el pueblo y en sus inmediaciones. De hecho, la iglesia de San Miguel podría estar ocupando el espacio de una vieja fortaleza, cuya torre servía de vigilancia, y el actual Ayuntamiento descansa sobre otra edificación del siglo XVI que, a su vez, parece que fue construida sobre un antiguo castillo o fortaleza.
Ermita de la Virgen del Salobrar
La Virgen del Salobrar es la patrona de Jaraíz de la Vera y a ella está dedicada la ermita que lleva su nombre, una construcción modesta de estilo barroco que ha sufrido numerosas transformaciones a lo largo de su historia. Se levantó junto al río Tiétar, a unos 10 kilómetros de Jaraíz de la Vera, y hasta el siglo XVI, fue muy visitada por peregrinos que acudían a rendir culto a su imagen, una talla de la Virgen María que sostiene al Niño contra su pecho con ambas manos. Sin embargo, el fervor a la Virgen del Salobrar decayó hasta que hace pocos años se decidió restaurar la ermita y recuperar la devoción. La construcción tiene una nave con ábside poligonal y cuenta con dos capillas, aunque la protagonista absoluta de la ermita es la Virgen del Salobrar, que celebra su gran fiesta el domingo de Pascua de Resurrección.
Donde comer en Jaraíz de la Vera
La oferta gastronómica en Jaraíz de la Vera no es muy amplia, pero sí muy digna. Aquí se pueden degustar los productos de la tierra elaborados con mimo. A continuación, recomendamos tres locales:
– La Finca. Este restaurante ofrece delicias gastronómicas a muy buen precio. Su carta está basada en el mejor producto local y está gestionado con entusiasmo por dos hermanos que no escatiman en agasajar al comensal. Ofrecen menú del día y menú de temporada. Hay que probar las carnes de ibérico, la lechona, el cabrito verato y sus famosas migas de la abuela Fidela
– Restaurante Las Pilas. Este restaurante se halla a las afueras de Jaraíz de la Vera, en dirección a Collado de la Vera, y tiene una valiosa propuesta gastronómica. Su carta no es muy amplia, pero los platos son de gran calidad. Son recomendables los buñuelos de verdura y los chipirones a la plancha con salsa chimichurri. Además, todos los postres son caseros. Tiene una piscina natural en una zona de arboleda y el ambiente es muy relajado.
– El Lago de Jaraíz. Ubicado en un antiguo molino, este mesón asador se encuentra en un idílico escenario, la Garganta Pedro Chate, con una bonita piscina natural de aguas cristalinas donde se cuelan las truchas arcoíris. Su amplia terraza ofrece vistas panorámicas y su carta es muy variada. No te pierdas el arroz con boletus y codorniz, la parrillada de verduras, la oreja con tomate o las chuletillas de cordero.
De Jaraíz al monasterio de Yuste
Pero si hay algo indispensable en el entorno de Jaraíz de la Vera es el monasterio de San Jerónimo de Yuste, situado en el vecino municipio de Cuacos de Yuste, la capital de la comarca. En el monasterio de Yuste vivió sus dos últimos años de vida el hombre que dominó el mundo durante el siglo XVI, el emperador Carlos V, que fallecería en el cenobio en 1558. El monarca, ya abdicado, vino aquí desde Flandes para tratar de curarse de ‘la gota’ (un tipo de artritis que se produce por exceso de ácido úrico).
El monasterio de Yuste tiene categoría de Real Sitio de Patrimonio Nacional. Consta de dos partes, el convento, reconstruido en el siglo XX, y la casa del emperador, que mandó construir en 1554 para su retiro en compañía de su numeroso séquito. La vivienda conserva numerosas salas, entre ellas la antecámara y la alcoba de Carlos V, con su cama y otros objetos y obras de arte.
Además del monasterio, Cuacos de Yuste tiene un cementerio alemán, donde yacen 180 soldados germanos que perdieron la vida durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial en territorio español. Fue en los años 80 cuando el gobierno alemán decidió reunir en un único lugar los cuerpos de los caídos que estaban repartidos por el territorio español. Se trata de un lugar de respeto muy curioso por su ubicación aquí, en La Vera.