La singular formación granítica y los humedales que conforman Los Barruecos, perteneciente a la localidad de Malpartida, son un Monumento Natural en toda regla, declarado como tal por la Junta de Extremadura en 1996. ¿Y lo mejor? Se encuentra a menos de 16 kilómetros de Cáceres.
Su curioso nombre proviene, precisamente, de su paisaje rocoso. Según el diccionario de la RAE, los barruecos (o berruecos) son peñascos graníticos aislados. Y de ellos está exactamente conformado este evocador entorno.
Desde la distancia, las peñas redondeadas durante eones por lluvias, vientos, calor y frío extremos pueden confundir al viajero, haciéndole creer que se encuentra en las inmediaciones de una fortaleza encantada. No es de extrañar que estas mágicas rocas hayan sido talladas para convertirse en lugar de descanso eterno, pintadas por pretéritos pueblos neolíticos o, más recientemente, se hayan convertido en escenario de épicas batallas en la ficción televisiva más exitosa de la década. Recorremos este “embrujado” paraje saboreando todos los ingredientes que lo hacen único.
El paisaje de los Barruecos de Cáceres
El extraño paisaje de los Barruecos emerge, casi por sorpresa, en medio del llano de clima cuasi estepario de Malpartida, en los alrededores de Cáceres. El suelo granítico posibilita el almacenaje del agua de las escasas lluvias de la primavera y el otoño en embalses de variable extensión. El resultado es un entorno ‘extraterrestre’, dominado por grandes bolos graníticos de caprichosas formas, que maravilla a geólogos de todo el planeta.
El contacto del exigente cielo extremeño, las formaciones rocosas y su “realidad paralela” reflejada en las aguas de los embalses y charcas de diversa extensión convierten el entorno natural de Los Barruecos en uno de los más especiales de la Península.
Pero no sólo la naturaleza ha sido artífice exclusiva de este Monumento Natural. Entre los siglos XVI y XIX se construyeron los cuatro grandes embalses del lugar, con el fin de que los agricultores y molineros de la comarca se sirvieran de sus recursos hídricos durante todo el año. Se trata de las charcas de Berrueco de Arriba y Molinillo, el más antiguo, construido en el siglo XVI; Berrueco de Abajo, del siglo XVIII, que abastecía al lavadero de Lanas, que posteriormente se convertiría en la sede del Museo Vostell Malpartida de Arte Contemporáneo; y la Charca de Frasco Díez, del siglo XIX.
Las rutas más comunes para practicar senderismo por el Monumento Natural de Los Berruecos son, precisamente, aquellas que bordean estas charcas. Dichos itinerarios circulares, nada complicados de culminar, pueden llevar entre una hora y noventa minutos, en función de la extensión de los embalses.
Sin embargo, si de día el paisaje impresiona, durante las noches estrelladas el panorama se convierte en sorprendente: hablamos de un inmenso y limpio cielo coronado de infinitas estrellas sobre nuestras cabezas que también se reflejan bajo los pies, gracias al espejo de los embalses. Y todo ello, ante la impertérrita presencia de las fantasmales y oscuras figuras graníticas. Los Berruecos son, de hecho, lugar de peregrinación de los aficionados a la observación astronómica, a pesar de que existe algo de contaminación lumínica por la cercanía de la capital cacereña.
Fauna y flora del Monumento Natural de Los Barruecos
Los recovecos entre las rocas y el acceso a las charcas de Los Barruecos se convierten en un paraíso para las numerosas especies animales que se hallan en medio de un entorno como el extremeño, que en ocasiones puede llegar a resultar inhóspito.
Entre las especies amenazadas que han encontrado en este lugar su hogar se encuentran aves como el sisón, el cernícalo primilla o la avutarda. Otras rapaces que se desplazan a este lugar en busca de alimento son las águilas calzada y culebrera, así como el milano real.
El humedal, como es obvio, también atrae a aves acuáticas como el somormujo lavanco, el zampullín chico o el ánade real. Aunque, sobre todas estas aves, impera la cigüeña blanca. De hecho, Los Barruecos está considerado el lugar con la mayor colonia de cigüeñas blancas en libertad de toda Europa. Es característico verlas anidando sobre los grandes bolos graníticos. Su mayor concentración se encuentra en las inmediaciones de las Peñas del Tesoro.
El galápago leproso y el lagarto ocelado son los principales representantes de los reptiles en la zona, mientras que la nutria lo es como mamífero.
Respecto a la flora de estos humedales, destacan especies arbóreas como los alcornoques, las encinas, los piruétanos, acebuches, almeces y sauces, además de arbustos como la retama blanca y los codesos.
Restos arqueológicos cerca de Malpartida de Cáceres
Dada la ubicación estratégica de este entorno natural, Los Barruecos conoció desde muy temprano la presencia humana. En la zona de la peña de los Tesoros se encuentra uno de los yacimientos prehistóricos más relevantes de Extremadura. Del periodo del Neolítico se han encontrado evidencias de actividad agrícola en la zona. Además, han llegado hasta el presente importantes testimonios de un conjunto rupestre de petroglifos con formas esquemáticas, que pueden datar del periodo Calcolítico.
Algo más al sur de la peña de los Tesoros se encuentra la necrópolis megalítica de la Hijadilla. En las inmediaciones de Los Barruecos también se han hallado restos de un poblado tardo romano, asociado a la colonia Norba Caesarina, que daría origen a Cáceres, que han dejado como testimonio una serie de tumbas antropomorfas talladas en rocas graníticas.
Los Barruecos, escenario de ‘Juego de Tronos’
La imagen de Los Barruecos se proyectó a todo el mundo a través de la popular serie Juego de Tronos, una de las series televisivas más exitosas y galardonadas de las últimas décadas. En 2016, el Monumento Natural fue el elegido para ser el escenario de la gran batalla de la séptima temporada de ficción épica.
Durante 15 minutos del cuarto capítulo de aquella temporada tiene lugar en este emplazamiento la batalla entre Lannister y Daenerys. Durante el encarnizado combate no faltan dragones, fuegos, arqueros y un campo plagado de cadáveres tras los enfrentamientos.
La aparición estelar de Los Barruecos en Juego de Tronos ha animado a la creación de una ruta senderista por la zona impulsada por la Oficina de Turismo de la Junta de Extremadura, consciente de las legiones de fans de la serie que se trasladan a conocer las localizaciones por las que discurre la trama. Debidamente señalizada, dicha ruta es la que hasta ahora se conocía como la de la Charca del Barrueco de Arriba.