Uno no se imagina que entre las monumentales calles de Cáceres, se sitúe el Museo de Historia de la Computación, una singular galería que ofrece un paseo por la evolución de los ordenadores. Destaca por su colección de Apple pero también posee ordenadores de otras empresas, algunas ya desaparecidas, para mostrar los increíbles avances de la tecnología y cómo han influido en nuestra forma de vida.
Con una céntrica situación en los límites de la muralla, a escasos cinco minutos caminando desde la Concatedral de Santa María, el Museo de Historia de la Computación espera como un templo que hará las delicias de sus visitantes.
Un homenaje a Apple en Cáceres
Este lugar es único en España, ya que desde sus comienzos, en 2017, su enfoque principal fueron las creaciones de Apple. Puedes comprobar de primera mano, el pasado, el presente y el futuro de la empresa de la manzana. Se trata de una colección que se ha ido recopilando durante más de veinte años y tras un arduo trabajo de restauración de muchas de las máquinas.
El Museo de Historia de la Computación es un lugar peculiar del que hasta el propio Steve Jobs estaría orgulloso, ya que está muy en consonancia con su estilo. Discurre sin grandes pretensiones y con una extrema sencillez, de la misma forma en que nació la archiconocida compañía Apple allá por 1976.
Para ponernos un poco en situación, tienes que saber que Steve Wozniak y Steve Jobs se conocieron en 1971, cuando tenían 21 y 15 años, respectivamente. Fue Wozniak quien le habló al joven Jobs de sus intentos de fabricación de un ordenador casero. Jobs vio posibilidades de negocio y propuso encargarse él mismo de la parte de las ventas. Al rechazar Hewlett-Packard la idea para crear un ordenador personal, ambos compañeros fundaron Apple Computer Company en 1976, llamando a su primer ordenador Apple I. El éxito fue tal que diez años más tarde Apple contaba con 4.000 empleados, y Jobs era el millonario más joven del momento. Era una empresa creada de la nada con un ascenso meteórico.
Aunque Jobs abandonó Apple durante unos años, en ese período de tiempo adquirió Pixar y creó NeXT Computer, regresó a su querida compañía como director ejecutivo, en 1997, para volver a hacerla grande.
En 2011, tras su renuncia, fue sustituido por Tim Cook, y murió ese mismo año. Hoy en día, algunas de las creaciones más icónicas de Apple se pueden ver en el museo cacereño.
Las piezas más valiosas del Museo de Historia de la Computación
Entre los más de 300 ordenadores de distintas épocas, que conforman la colección, hay marcas como IBM, Atari, Olivetti o Toshiba. Sin embargo, el protagonista indiscutible de estas salas es Apple. Es por ello que este espacio tiene un carácter tan especial. Ninguna máquina está dentro de una urna, todas se pueden encender y usar.
La visita siempre es guiada por uno de los expertos de la galería, que va contando experiencias a través de estos ordenadores e interactuando con ellos. El edificio elegido para albergar esta exposición es un antiguo inmueble de la plaza de San Juan, en cuya planta baja instaló este museo el informático Carlos Izquierdo. Allí podrás ver algunos tesoros tan interesantes como:
- Réplica de la placa base del Apple I. El modelo primigenio creado en 1976 por Wozniak y Jobs es uno de los primeros ordenadores personales que se inventaron. Fue puntero a la hora de combinar un microprocesador con una conexión para un monitor y un teclado. El original lo hizo Wozniak a mano y con esta réplica pasó algo similar, ya que resultó extremadamente complicado conseguir las piezas para construirlo.
- Apple II. Gracias a las ganancias conseguidas, Jobs y Wozniak pudieron crear un proyecto de mayor envergadura: el Apple II. Llegó en 1977 y fue la primera vez que un ordenador se fabricaba de manera masiva. Su monitor de color serviría de modelo para los futuros computadores personales. Este ya incluía el famoso logotipo de la manzana mordida con los colores del arcoíris, que se usó hasta 1998. En este ordenador del Museo de Historia de la Computación puedes probar algunos juegos de la época, como un clon de Space Invaders.
- Apple Lisa. Vio la luz a principios de la década de 1980 y fue el segundo en tener una interfaz gráfica de usuario. Aunque no tuvo un gran éxito comercial, esta computadora resulta clave por ser pionera en avances tanto de hardware como de software, esenciales para el desarrollo de la tecnología. Incorporaba ratón, disco duro y, además, puedes verlo en funcionamiento.
- Macintosh 20 aniversario. Una de las piezas más llamativas del museo es este diseño de Jony Ive para conmemorar los 20 años de la creación de Apple, que se sacó al mercado en edición limitada en 1997. Fue una creación revolucionaria para los ordenadores de sobremesa. Sus líneas futuristas y su avanzado equipo en audio y vídeo puede que justificaran el elevado precio que tenía para la época, casi 8.000 dólares. Es un auténtico objeto de coleccionista.
En el Museo de Historia de la Computación hallarás muchos más Macintosh originales, algunos incluso con las firmas del equipo en la carcasa. Otra de las estrellas es un iMac G4, que también está expuesto en el MoMA de Nueva York por su increíble diseño industrial. No te olvides de conocer otros ordenadores como el curioso NeXT Computer de finales de los 80, una máquina con un sistema operativo que Apple acabaría comprando.
El Museo Apple te propone un recorrido fascinante por el progreso de la informática, que es indicado para todos los públicos. Puede ser una actividad muy interesante para realizar con niños, dado su carácter interactivo. Las visitas duran sobre una hora y hacen de este museo una experiencia diferente.