La parte antigua de la ciudad de Cáceres está calificada como “Ciudad Monumental” y no es para menos. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986, engloba todo el casco histórico, al recinto intramuros.

Una de las zonas más destacadas es el barrio de San Mateo, formado por tres plazas: la de San Mateo, la de San Pablo, donde hallamos el hermoso palacio de las Cigüeñas, y la de las Veletas. Esta última es el lugar donde se levantan el palacio de las Veletas y la Casa de los Caballos, dos edificios históricos que juntos forman el Museo de Cáceres.

Este emplazamiento está lleno de historia, pues aquí se encontraba el antiguo alcázar almohade y aún se conservan vestigios de la época, como el espectacular aljibe. El Museo de Cáceres es una de las visitas obligadas en la ciudad tanto por su interés arquitectónico como por su colección arqueológica, etnográfica y artística, una de las mejores de Extremadura.

 

 

Museo de Cáceres, un amplio recorrido en un espacio monumental

Solo existe un museo en toda la comunidad autónoma cuya muestra expositiva incluya desde el Paleolítico hasta el Arte Contemporáneo. El Museo de Cáceres es de titularidad estatal pero está gestionado por la Junta de Extremadura, que realiza una labor esencial para dar a conocer el inmenso patrimonio cultural de la provincia. Lo primero que llama poderosamente la atención son las construcciones donde se sitúan las salas del Museo de Cáceres. El edificio principal es la Casa de las Veletas, en la que se desarrollan las secciones de Arqueología y Etnografía. museo caceres

Probablemente, este solar acogió el alcázar árabe tiempo atrás, aunque el aspecto actual se debe a la labor de Lorenzo de Ulloa, quien restauró íntegramente la obra en torno al año 1600. No olvides detenerte en el impresionante patio donde las protagonistas son las columnas de orden toscano. En el siglo XVIII tuvo lugar una nueva reforma firmada por Jorge de Cáceres y Quiñones, momento en el que se colocó la portada actual con los escudos de las familias cacereñas y el remate de la balaustrada con los bellos pináculos de cerámica.

Por otra parte, la colección de Bellas Artes se guarda en la Casa de los Caballos, erigida en el siglo XVI junto a la Casa de las Veletas para servir como caballerizas del palacio. Posteriormente, se convirtió en una vivienda privada, y antes de funcionar como parte del museo se rehabilitó por completo a finales del siglo XX, sin perder su identidad. Entre ambas casas se construyó en 2003 una pasarela para poder acceder de un edificio a otro, pasando por un jardín que se habilitó para exponer piezas de escultura al aire libre. Solo la arquitectura del conjunto ya justifica una visita.

El nacimiento del Museo de Cáceres

Su nacimiento se remonta a 1898, cuando se decidió crear el Museo Arqueológico Escolar, a partir de una colección –sobre todo de monedas antiguas– en un instituto junto a la iglesia de San Francisco Javier. Las piezas fueron en aumento gracias a las adquisiciones, las donaciones –como la de Vicente Paredes Guillén– y los hallazgos –como las excavaciones de Aliseda–.

Pronto fue necesario contar con un espacio independiente y de mayor capacidad. Barajaron la posibilidad de ocupar el palacio de los Golfines, pero finalmente se optó por la Casa de las Veletas. Finalmente, el Museo de Cáceres vio la luz en febrero de 1933.

Con Carlos Callejo Serrano como director entre la década de los 50 y los 70, fue cuando el museo realmente tomó forma, ya que llegaron objetos fundamentales a la colección y se reorganizó la estructura de las salas. Además, Serrano descubrió en 1956 las pinturas rupestres de la Cueva de Maltravieso, una de las muestras más importantes del Arte Paleolítico en Extremadura, y cuyo centro de interpretación depende hoy del Museo de Cáceres. museo caceres

En 1992 las secciones de Bellas Artes pasaron a la Casa de los Caballos y, poco después, se reformó el jardín para que ambos edificios estuvieran conectados. En la actualidad, puedes contemplar de una sola vez toda la historia del patrimonio extremeño.

Visita la exposición permanente y el aljibe del Museo de Cáceres

Las salas se ordenan cronológicamente con un sentido lógico. En tu trayecto por el museo podrás observar:

  • Sección de Arqueología. Existen un total de ocho salas. En la primera de ellas encontraremos los objetos y referencias al período Paleolítico, Neolítico y del Megalitismo. La segunda sala está dedicada a la primera Edad de los Metales, mientras que en la tercera hallaremos las piezas pertenecientes a la plena Edad del Hierro. Las estancias cuatro y cinco se ocupan de Roma, con los hallazgos y restos encontrados en Cáceres, como el bello mosaico de las Tres Mujeres. La sexta sala se encarga de la Tardoantigüedad, sobre todo durante la época visigoda. Finalmente, las dos últimas salas muestran epigrafía romana, con inscripciones funerarias y votivas.
  • Sección de Etnografía. El Museo de Cáceres expone en seis salas de la Casa de las Veletas los contenidos referentes al origen de la agricultura y la ganadería, los diferentes oficios a lo largo de la Historia, la indumentaria tradicional o las creencias religiosas.
  • El aljibe de Cáceres. No abandones la Casa de las Veletas sin conocer el único testigo que queda del pasado árabe de este emplazamiento. El secreto, que se esconde bajo el claustro, es absolutamente impresionante. Este aljibe es una compleja obra de ingeniería que data de los siglos X-XI. Mide 14 metros de largo y está formado por cinco naves con una bóveda de cañón sobre arquerías con arcos de herradura. Comprobar que aún almacena agua es una experiencia emocionante.
  • Sección de Bellas Artes. Situada en la Casa de los Caballos, la colección que hallarás en estas dos salas es el resultado de las adquisiciones del Museo de Cáceres y los depósitos del Museo del Prado.

La primera sala cuenta con obras desde el siglo XIV al XIX, con piezas clave como Jesús Salvador, de El Greco, o grandes pintores españoles del siglo XIX, como José Alcázar Tejedor. La otra sala, que acoge el arte del siglo XX, con destacados nombres como Pablo Picasso, Joan Miró, José Guerrero u Oscar Domínguez, pone el broche de oro a este paseo por el museo más completo de Cáceres.