Son muchos los motivos por los que el Parque Natural de Monfragüe atrapa a los viajeros. Es una de las zonas de España más representativas del bosque y el matorral mediterráneo, y el sitio idóneo para mirar el cielo y contemplar el vuelo de las aves rapaces. Los devotos del senderismo tienen aquí un lugar para disfrutar de largas e intensas caminatas, pero cualquier persona en busca de contacto con la naturaleza disfrutará de una visita a este entorno que ocupa 18.000 hectáreas.
El parque de Monfragüe está situado al norte de la provincia de Cáceres, entre Navalmoral de la Mata, Plasencia y Trujillo. La presencia humana en la zona se remonta a hace miles de años. Su nombre proviene de la época en la que fue habitada por los romanos. La denominaron ‘Mons Fragorum’ (monte denso). Fueron ellos quienes construyeron los primeros castillos y atalayas. También las famosas calzadas romanas, con posterioridad restauradas por los ganaderos trashumantes.
- Parque Nacional de Monfragüe, una joya natural en Extremadura
- Qué ver en Monfragüe: pinturas rupestres, aves rapaces y mucho más
- Actividades en el Parque Nacional de Monfragüe
- Villarreal de San Carlos, el único pueblo de Monfragüe
- El Salto del Gitano y otros miradores de Monfragüe
- Rutas por el Parque Natural de Monfragüe
- Dónde alojarse en la provincia de Cáceres
Parque Nacional de Monfragüe, una joya natural en Extremadura
Sin duda, el Parque de Monfragüe es una auténtica joya de la naturaleza en Extremadura. En 1979 fue declarado Parque Natural. En 1988 recibió la calificación de Zona de Especial Protección de Aves. En 2003 pasó a ser considerado Reserva Mundial de la Biosfera por la Unesco, y en 2007 fue denominado Parque Nacional. Se encuentra en el conjunto de los quince espacios de este tipo que existen en España.
Ubicado al norte de la provincia de Cáceres, está atravesado por dos ríos, el Tajo y el Tiétar, que desemboca aquí. Sus aguas fluyen entre cortados y roquedos. Forman refugios naturales en los que anidan las aves. La fauna de la zona incluye más de 280 especies de vertebrados, muchas de ellas en peligro de extinción. Aquí conviven, entre otros animales, el águila imperial, el buitre negro, la cigüeña negra y el lince.
Estamos en un destacado territorio de bosque y matorral mediterráneo. Las zonas más húmedas y umbrías del parque contrastan con las de solana. El recorrido transcurre entre alcornoques, encinas, jaras, madroños, brezos, durillos, fresnos, sauces y acebos.
Qué ver en Monfragüe: pinturas rupestres, aves rapaces y mucho más
Son muchas las maravillas que esperan al viajero en Monfragüe. Serán las aficiones de cada uno las que marquen las prioridades y conduzcan los pasos. Pero es muy recomendable una visita previa al centro de interpretación y de visitantes para un mayor conocimiento de la zona. Se encuentra en la pequeña localidad de Villarreal de San Carlos, en el corazón del parque.
Entre las visitas obligadas en este espacio natural destaca el castillo de Monfragüe, que fue construido por los árabes en el siglo IX. Desde su posición estratégica se divisan kilómetros y kilómetros de paisaje salvaje. Se conservan dos torres, una de planta circular y otra pentagonal; también algunos tramos de la muralla, la barbacana y un aljibe.
La cueva del Castillo, con sus pinturas rupestres, es otro foco de interés. Está cerrada al público para protegerla y sólo se puede ver la parte más externa; pero basta con acudir al Centro de Arte Rupestre de Torrejón el Rubio para ver las réplicas de las pinturas. Se encuentra cerca de la entrada sur del parque y ofrece una extensa información.
También merece la pena acercarse al Observatorio Astronómico de Monfragüe, que tiene una cúpula de cuatro metros. Su capacidad es para diez personas. Desde sus telescopios se obtiene una visión privilegiada de los incontaminados cielos de Monfragüe. Es necesario concertar cita previa en la oficina de turismo de Torrejón el Rubio.
Actividades en el Parque Nacional de Monfragüe
Además de la práctica del senderismo, cuyas rutas principales mencionamos más adelante, la estrella de las actividades en el Parque Nacional de Monfragüe es el avistamiento de aves. Para ello hay habilitados diferentes puntos de observación: Salto del Gitano, La Serrana, mirador del Castillo de Monfragüe, mirador Malavuelta, La Higuerrilla o la Portilla del Tiétar son algunos de los mejores.
También son muy atractivas las rutas en vehículos todoterreno que organizan varias empresas locales y que permiten acceder a algunos de los lugares más recónditos y auténticos del espacio protegido.
Los más activos pueden optar por también por recorrer Monfragüe desde el río Tajo sobre un kayak. Y al principio del otoño son mucha personas que vienen hasta aquí para observar la berrea de la gran colonia de ciervos que habita en las dehesas en torno al parque.
Villarreal de San Carlos, el único pueblo de Monfragüe
Villarreal de San Carlos es la única población ubicada dentro del Parque Nacional de Monfragüe. La pedanía pertenece al municipio de Serradilla y fue fundada por Carlos III en el siglo XVIII. Entonces era una guarnición fija desde la que vigilar la zona de Monfragüe. La Cañada Real Trujillana, entre Trujillo y Plasencia, discurre por este trazado. En aquellos tiempos era asaltada con frecuencia por bandoleros que solían atacar a los caminantes, ganaderos y comerciantes, entre el puente del Cardenal y el puerto de La Serrana.
Villarreal de San Carlos desde sus inicios solía acoger a los viajeros, y contaba con fuentes de agua para abastecer a los vecinos, pero nunca llegó a crecer demasiado. De hecho, al contar con una sola calle es un rincón de calma en medio de la impresionante belleza del entorno. Dispone de algunas casas rurales en las que los visitantes pueden hospedarse. Merece la pena visitar su pequeña iglesia, dedicada a la Virgen del Socorro, y, por supuesto, el centro de interpretación de Monfragüe.
El Salto del Gitano y otros miradores de Monfragüe
Si es la pasión por la ornitología lo que mueve al viajero, lo primero que deberá conocer es la ubicación de los distintos miradores del entorno. Desde ellos las vistas son impresionantes. Y se observan buitres leonados, buitres negros y águilas imperiales, además de otras muchas especies. No hay que olvidar que hablamos de uno de los espacios de mayor interés ornitológico de España.
El más conocido de todos los miradores es el Salto del Gitano. Está junto al cauce del Tajo, en una zona bellísima de acantilados. En el área que puede divisarse desde este balcón natural se refugia un gran número de aves, sobre todo buitres leonados. Pasan casi sobrevolando las cabezas de los curiosos.
También es famoso el mirador del castillo de Monfragüe, al que se le han añadido varias plataformas de observación que permiten panorámicas impresionantes. Y el del Pliegue desde donde se contemplan las curvas del Tiétar. En su entorno se encuentra uno de los puntos de interés geológico del parque: el pliegue de las cuarcitas del Caradoc.
Desde el mirador de La Malavuelta se percibe una perspectiva diferente del río Tiétar y del Cortado de la Tajadilla. Y el de La Báscula destaca porque, además de la observación de las aves, permite disfrutar de la berrea del ciervo. Para esto último hay que acudir a la zona entre septiembre y octubre.
Otras opciones son: La Higuerilla, lugar privilegiado para el seguimiento de aves acuáticas como garzas y cormoranes. La Tajadilla, a pocos metros de la presa del embalse de Torrejón-Tiétar. Es ideal para el descanso, por los merenderos cercanos. Y también La Serrana y Portilla del Tiétar, este último muy apacible e idóneo para el avistamiento de buitres leonados y águilas imperiales.
Rutas por el Parque Natural de Monfragüe, paraíso de senderistas
Monfragüe es un indiscutible paraíso para los senderistas. El territorio del parque se extiende a lo largo de un pliegue de más de treinta kilómetros de largo por siete de ancho, y ocupa 18.000 hectáreas. En esta espectacular geografía se distinguen cuatro rutas principales. Están señalizadas y tienen diferente duración y dificultad. Se identifican por colores: roja, azul, amarilla y verde.
Si las nombramos de menor a mayor dificultad, hemos de empezar por los itinerarios verde y amarillo. El primero es un recorrido circular, muy bonito y relativamente sencillo. Abarca poco más de siete kilómetros. Parte de Villarreal de San Carlos y llega hasta el cerro Gimio. El segundo, con una distancia de cerca de nueve kilómetros, discurre desde Villareal hasta el embalse de Torrejón. Conduce al caminante por la orilla norte del Tiétar y concluye en el mirador de La Tajadilla, pasando por las fuentes del Alisar y la de Tres Caños.
La ruta roja pasa por el castillo de Monfragüe, el Salto del Gitano y la fuente la Parra. Su distancia es de 16 kilómetros. Está dividida en varios tramos independientes y su dificultad es media. Y la Azul sigue el tramo de la Cañada Real Trujillana. Une Villarreal de San Carlos con Malpartida de Cáceres. Su distancia es de 19 kilómetros y su dificultad también media.
En nuestras guías de destino descubrirás muchos otros itinerarios de todo lo que tienes que ver en Extremadura.