Ubicada entre montañas, exactamente entre las sierras de Gredos y de Béjar, la localidad de Tornavacas se encuentra en un espacio natural privilegiado que da acceso de forma natural al Valle del Jerte, en Extremadura. Está a una distancia de 122 kilómetros de Cáceres capital.
Dicen que Tornavacas es un pueblo de leyenda, incluso a la hora de justificar su nombre. Al parecer, su denominación procede de la frase “Ya tornan las vacas” que todos los años, cada 1 de mayo, se celebra en las calles del municipio. Y es que para comprender esta leyenda, hay que remontarse al siglo X y al tiempo de la reconquista de los reinos cristianos. El rey leonés Ramiro II llegó al puerto de Tornavacas batallando contra los árabes y no se le ocurrió otra idea que atar unas teas encendidas a los cuernos de las vacas que pastaban por la zona para azuzarlas, después, contra el enemigo con el fin de que éste pensara que se aproximaba un poderoso ejército cristiano. Los árabes huyeron despavoridos y, tras la victoria, Ramiro II ordenó que las vacas volvieran a sus lugares de pastoreo, momento que los lugareños inmortalizaron con la frase “Ya tornan las vacas”. Aquel enfrentamiento se conoce como la Batalla de la Vega del Escobar.
Por cierto, merece la pena recorrer el puerto de Tornavacas para contemplar la bonita estampa que se extiende por todo el valle. Se encuentra a 1.275 metros y desde aquí se pueden divisar las cumbres de la sierra de Tormantos y la de Candelario, dominada por el Calvitero, el pico más alto de Extremadura, con 2.399 metros.
- Historia de la localidad de Tornavacas
- Qué ver y hacer
- Entorno del Valle del Jerte. Lugares de interés
- Dónde comer
- Qué ver en los alrededores
- Dónde alojarse en la provincia de Cáceres
Historia de la localidad de Tornavacas
Se sabe que este pueblo fronterizo de origen ganadero fue donado en calidad de señorío, el 6 de junio de 1369, a García Álvarez de Toledo, conde de Oropesa, por lo que se convirtió en la primera localidad del Valle del Jerte en tener el título de Villazgo. Pero ya antes, en el siglo X, tuvo un importante protagonismo durante la Reconquista, momento en que adquirió su nombre y su escudo de armas.
Hasta 1492, Tornavacas tuvo una gran comunidad judía que se concentraba en torno a la calle Real y, en su larga historia, hay que destacar el paso de Carlos V por el pueblo, donde pernoctó la noche del 11 al 12 de noviembre de 1556, antes de llegar a Yuste.
Desde sus comienzos, el pueblo ha sido un paso obligado de los rebaños trashumantes del Honrado Concejo de la Mesta. De hecho, el sector ganadero, junto con el comercio textil, fue durante siglos uno de los motores económicos de la villa. Es aquí también donde nace el río Jerte, exactamente en el espacio conocido como Risco de la Campana.
Qué ver y hacer
¿Qué ver en Tornavacas? Este bonito pueblo invita a adentrarse en su entramado urbano y perderse por sus calles y casas con blasones nobiliarios y dinteles de granito, para descubrir su arquitectura típicamente serrana. Merece la pena contemplar sus casas solariegas, entre ellas el Hospital de Pobres, la Casa de la Inquisición o la vivienda en la que pasó la noche Carlos V en su camino de retiro a Yuste. La calle Real es la más larga del pueblo y está dividida en tres tramos: Real de Arriba, Real de Abajo y Real de En medio. A continuación, señalamos algunos edificios de interés que conviene visitar en Tornavacas:
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Se trata de un templo de estilo barroco con valiosos retablos de los siglos XVI y XVII. Además de la valiosa talla del Cristo del Perdón, conserva una cruz procesional del siglo XVI, un cáliz manierista y una custodia de plata del siglo XVII. La iglesia fue declarada Bien de Interés Cultural en 1982.
Ermita del Humilladero.
Es el punto de partida de la ruta de Carlos V que atraviesa las comarcas del Jerte y la Vera. Está edificada en granito, en una sola nave.
Ermita de Santa María.
Se encuentra en estado de ruina, pero su visita resulta interesante porque permite disfrutar de unas vistas espectaculares y de la riqueza natural del entorno, muy cerca de la desembocadura de la Garganta de San Martín.
Casa de Juan Méndez Dávila.
En esta vivienda de estilo renacentista pernoctó el emperador Carlos V. En el pórtico de la entrada se puede leer “Iván Méndez Dávila, criado de Su Majestad”. Su propietario recibió como regalo una Virgen de mucho valor en señal de agradecimiento.
Puente Cimero, la Puentecilla y la Picota.
El Puente Cimero es medieval y permite cruzar el río Jerte. La Puentecilla cuenta con un templete del siglo XVIII y permite pasar también el río. Y la Picota es una construcción del siglo XIV cuya función era colgar las cabezas de los ajusticiados.
Fuentes de los Mártires y del Pilón.
La fuente de los Mártires está dedicada a San Fabián y San Sebastián. Data de finales del siglo XVII y está en la parte más alta del pueblo. La Fuente del Pilón es un símbolo del carácter trashumante de Tornavacas, ya que servía de abrevadero para los animales.
Las Cárceles.
La antigua cárcel de la villa, situada en la Plaza Mayor, es hoy un servicio de acogida, atención y recepción al visitante de Tornavacas.
Mirador del Puerto de Tornavacas.
Está situado a 1.275 metros de altitud y permite disfrutar de unas vistas magníficas del valle del Jerte.
Mirador del Monte de la Cruz.
Ubicado en el paraje de Las Navas, permite disfrutar del paisaje de la comarca.
Entorno del Valle del Jerte. Lugares de interés
En el entorno de Tornavacas, se encuentra el Valle del Jerte que, a lo largo del tiempo, ha recibido los mejores elogios de grandes viajeros. Hay que descubrir pueblos como Jerte, Cabezuela del Valle, uno de los más bonitos pueblos de la zona, con numerosas piscinas naturales, o Piornal, pero también hay piscinas naturales, cascadas, gargantas y parajes que invitan a soñar. Uno de los lugares más alabados de la zona es la Garganta de los Infiernos, una reserva natural que está a 10 kilómetros de Tornavacas y que destaca por sus cascadas, unas pozas naturales conocidas por Los Pilones y sus grandes extensiones de castaños y cerezos.
Dónde comer
Conviene no salir de Tornavacas sin disfrutar de la gastronomía extremeña y de platos locales tan singulares como los elaborados con carne de cerdo y cabra. Hay que probar también sus quesos de cabra, la trucha garganteña y la deliciosa cereza picota, que se ha convertido en ingrediente de numerosas recetas. ¿Dónde comer en Tornavacas? A continuación, enumeramos algunos restaurantes donde podrás disfrutar de la cocina tradicional extremeña: La Covacha, Los Faroles, Puerto Tornavacas, Chiringuito El Pinguero, Aurelio y Hogar del Pensionista.
Qué ver en los alrededores
Si quieres salir del entorno urbano de Tornavacas y recorrer los alrededores, puedes dirigir tus pasos hasta el Mirador del Puerto de Tornavacas, situado justo entre las aguas del Duero y del Tajo, entre la sierra de Gredos y la de Béjar y Candelario. Otro punto de interés es el Puente de los Papúos, donde comienza una ruta de senderismo que transcurre entre cerezales, robledales y castañares y desde el que se ve el encajonamiento de la Garganta de los Infiernos en la Sierra de Tormantos. También están bastante cerca de Tornavacas las localidades de Jarandilla de la Vera, Béjar y Plasencia. Y a menos de una hora en coche se encuentra el magnífico Monasterio de San Jerónimo de Yuste, célebre por ser la última morada del emperador Carlos V.