No todos los lugares interesantes de una urbe están a plena vista. Son muchas las ciudades que se encuentran horadadas por galerías subterráneas en sus entrañas. En el caso de Cádiz, también tendrás que descender unos cuantos metros bajo tierra para descubrir uno de sus lugares más peculiares, las catacumbas del Beaterio.

Se trata de un antiguo sitio de enterramiento de una orden de beatas. ¿Quieres bajar con nosotros hasta las profundidades de Cádiz?

  1. Un poco de historia sobre las catacumbas del Beaterio
  2. Las catacumbas de Cádiz, en el subsuelo de la ciudad

Un poco de historia sobre las catacumbas del Beaterio

La capital gaditana no solo está plagada de monumentos y yacimientos arqueológicos, sino que bajo ella existen una red de túneles y grutas, creados en diferentes épocas y para los más diversos propósitos. Una de las prácticas más comunes, cuando se trata de este tipo de espacios excavados, es que se empleara para enterrar a los difuntos. Ese es el caso de las catacumbas del Beaterio.

Se sitúan bajo la calle Valverde, la que antiguamente se conocía como calle del Beaterio. Aquí se levantaba el Beaterio de Cádiz, fundado en el siglo XVII. El año exacto de su creación es 1633, cuando María José Isabel forma una orden de religiosas terciarias franciscanas. No se sabe demasiado sobre este edificio, pero en las mismas fechas se construyó también un panteón subterráneo dedicado a dar sepultura a las beatas.

 

 

Cuando estas tienen que abandonar su hogar, tras la desamortización de Mendizábal, se utiliza la casa como taller de costura para dar cobijo a mujeres excluidas de la sociedad. Poco después, todo el piso se derrumbó, dejando oculto e intacto el panteón. No fue hasta el siglo XIX, momento en que se construyen en el solar unas nuevas viviendas, cuando se descubren estas catacumbas y se utilizan como sótanos. Más adelante, durante la Guerra Civil, se sabe que las catacumbas sirvieron de refugio a los vecinos, que intentaban escapar de los bombardeos.

Aparte de estos múltiples usos a lo largo de los siglos, es aún más sorprendente comprobar las extrañas inscripciones que hay en algunas paredes. Todo parece indicar que son símbolos referentes a la masonería, cobrando fuerza la teoría de que miembros de esta legendaria sociedad secreta hallaran aquí un buen escondite para sus reuniones.

En 1947, el lugar sufrió un nuevo derrumbe debido a la explosión de unas minas que se almacenaban en el Instituto Hidrográfico, muy próximo al antiguo beaterio. En la actualidad, esta y otras muchas partes del subsuelo gaditano continúan siendo objeto de estudio e investigación, con cientos de leyendas revoloteando en el ambiente.

Las catacumbas de Cádiz, en el subsuelo de la ciudad

Interior de las catacumbas

Gracias a la labor del espeleólogo Eugenio Belgrano, hoy en día es posible visitar las catacumbas en grupos reducidos, acompañado por especialistas que van mostrando sus zonas y símbolos más intrigantes. Se accede a través del patio de una casa de vecinos, a seis metros bajo tierra.

A través de cinco estancias es posible viajar cuatro siglos atrás, hasta el momento de creación de este panteón, cuando se utilizaba como cripta para las beatas. Podrás observar los espacios reservados para los féretros, además de conocer los ritos funerarios que se celebraban en este sitio tan lleno de misterio.

Uno de sus mayores atractivos son los grabados y dibujos que se encuentran plasmados en las paredes, asociados con sociedades masonas. Se plantea que cuando la orden religiosa abandonó el Beaterio, miembros de la masonería gaditana hallaron aquí un refugio perfecto para la clandestinidad. Se trata de imágenes únicas, que solo se pueden ver en estas galerías subterráneas de Cádiz.

 

 

Debido a sus diferentes prácticas a lo largo de la historia, son muchos los objetos que se han descubierto durante las excavaciones, incluso armas de guerra. Las Catacumbas del Beaterio aun tienen numerosos enigmas por resolver, pero gracias a su apertura al público el dinero de las entradas se destina a continuar con estas labores.

Si viajas con niños, esta puede ser una actividad muy recomendable para hacer con ellos, dada la emoción que acompaña el descender a las entrañas de la ‘Tacita de Plata’. Incluso se puede ir un poco más allá, ya que también se organizan sesiones de escape room en las catacumbas. ¿Estás de vacaciones con tu grupo de amigos? Para pasar un rato entre adrenalina y acertijos, no lo pienses dos veces. ¿Cuántas oportunidades hay de contar con semejante escenario? El encanto añadido de estar encerrado en una auténtica cripta del siglo XVII le aporta más autenticidad a esta experiencia. Es una manera perfecta de aprovechar la riqueza patrimonial y darla a conocer al público.

Hay diversas investigaciones que confirman que hay kilómetros y kilómetros de galerías ocultas recorriendo las profundidades de Cádiz. Con las catacumbas del Beaterio se ha empezado a recuperar una pequeña parte, pero el camino que queda es extenso.