Deseado desde hace siglos por cartagineses, romanos y árabes, Conil de la Frontera ha sabido hacerse un hueco en el litoral gaditano ofreciendo al viajero un amplio abanico de propuestas turísticas. En esta localidad todo tipo de segmentos encuentran su lugar, desde familias y grupos de amigos hasta aquellos que se guían por el paladar cuando viajan.
Con sus 14 kilómetros de playas nadie puede negar que esta población, de poco más de veinte mil habitantes, siempre ha mirado hacia el mar. Si hace unas décadas sus principales actividades económicas eran la pesca y la agricultura, hoy día fundamentalmente es el turismo el que proporciona sustento a la mayor parte de la población.
- Qué hacer en Conil
- La Chanca de Conil, el culto al atún rojo
- Las mejores playas de Conil
- Dónde comer en Conil
- De fiesta en Conil
- Qué se puede visitar cerca de Conil
No es de extrañar, por tanto, que Conil se vuelque con el visitante y durante el año se organicen diversas actividades y jornadas que animen su llegada. Para que te organices bien te contaremos las visitas imprescindibles en el centro histórico conileño, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1983, y las playas que no debes perderte.
Qué hacer en Conil
Aunque la tentación de dirigirte a la playa nada más llegar sea muy fuerte, te sugerimos que primero des un paseo por el pueblo. El casco antiguo es pequeño así que no te llevará más de una mañana o una tarde. Te listamos a continuación las visitas de mayor interés.
Torre de Guzmán
Para tener una panorámica general de Conil, sube a la torre de Guzmán. Esta fortificación, antaño amurallada, fue construida a comienzos del siglo XIV con una doble finalidad: vigilar las almadrabas y proporcionar un lugar donde la población pudiese guarecerse ante los posibles ataques por mar. Alrededor de la misma se terminaría creando el pueblo. Ha sido reformada en varias ocasiones y hoy día alberga un punto de información turística y exposiciones de arte. Se puede subir hasta las almenas desde donde se obtiene una bonita vista de la línea costera y de los tejados de la población.
Puerta de la Villa
Construida en el año 1502, esta era una de las cuatro entradas principales que daba acceso al recinto amurallado de Conil de la Frontera. Es uno de los lugares emblemáticos donde quedar o comenzar a recorrer el pueblo.
El baluarte
No quedan muchos vestigios de la antigua muralla de Conil, pero en la calle Extramuros, en el número 26, se puede ver una de las esquinas donde supuestamente se colocaban los vigilantes.
Torres vigía
Al llegar las principales amenazas desde el mar, se erigieron una serie de torres vigías en la costa para alertar de la llegada de piratas u otros enemigos. Aún están en buenas condiciones, además de la torre de Guzmán, la torre del Puerco (en el límite con Chiclana) y la torre de Castilnovo (en el límite con Vejer de la Frontera) a la que se puede llegar caminando desde la playa de los Bateles.
Iglesias
Entre los templos de Conil, el más importante es el antiguo convento de la Victoria. También puedes visitar la capilla del Espíritu Santo, la iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la iglesia y hospicio de la Misericordia y el centro cultural Santa Catalina (un bonito templo desacralizado). En la pedanía de El Colorado, también se levanta la ermita de María Auxiliadora.
Casonas
Aunque la mayoría de las viviendas señoriales son de propiedad privada, algunas se han convertido en casas de huéspedes, bares o restaurantes y podrás acceder a sus patios.
Barrio de pescadores
Deambula por esta barriada de callejuelas estrechas y patios repletos de flores. Es uno de esos lugares donde aún los vecinos se reúnen para tomar el fresco a las puertas de sus casas. No puede haber nada más típico. Esto no quiere decir que el turismo no haya llegado a este barrio, ya que encontrarás decenas de bares y tiendas de artesanía.
Puerto de Conil
El puerto pesquero de Conil de la Frontera, situado junto al faro de Roche, es una visita turística muy recomendable para palpar la faceta pesquera de esta población. Puedes dejar aparcado el coche fuera del puerto y pasar gratuitamente para admirar las embarcaciones usadas por los pescadores o verles en sus faenas habituales de preparación de las redes o descargando la pesca. Si te interesa, incluso puedes asistir a la subasta de pescado.
Si quieres tomar algo en los alrededores puedes acudir al bar que se encuentra dentro del puerto, al Club Náutico o bien al bar El Tergal, enfrente del puerto, uno de los más tradicionales de la zona (ojo, cierra en invierno). Junto a este bar se sitúan unas grandes anclas que son usadas durante la almadraba y descansan el resto del año en este lugar. No pararás de hacerte fotos junto a ellas.
La Chanca de Conil, el culto al atún rojo
El atún rojo, el rey del mar, que cada temporada es capturado en las almadrabas de Tarifa, Barbate, Zahara de los Atunes y Conil, es el responsable de la existencia de La Chanca. En este recinto del siglo XVI, perfectamente restaurado, se realizaba todo el proceso de despiece y salado del atún. En sus 7.500 m2 se han situado una serie de estancias que acogen desde la biblioteca municipal hasta salas de exposiciones y el Museo del Atún.
Parte de lo que Conil es hoy día se lo debe al atún y a aquellas almadrabas que los duques de Medina Sidonia explotaron con gusto durante siglos. Actualmente, en torno al atún se realizan unas Jornadas gastronómicas y un festival de música que congrega a miles de visitantes cada año. Tienen lugar en torno al mes de mayo, coincidiendo con la colocación de la almadraba (un arte de pesca que consiste en capturar al atún en grandes redes cuando se dispone a cruzar el estrecho de Gibraltar, en dirección al Mediterráneo, para desovar).
Un lugar muy fotogénico que suele despertar interés es el cementerio de anclas situado junto al puerto pesquero. Estas grandes anclas son usadas durante la almadraba y descansan el resto del año en este lugar.
Las mejores playas de Conil
Es innegable la calidad del agua y de los servicios de las playas de Conil de la Frontera, verificada por las banderas azules que lucen con orgullo. Se encuentran entre las mejores playas de Cádiz. Son ensenadas muy anchas de arena fina y dorada que se distribuyen entre la playa del Palmar y las calas de Roche, que limitan con la playa de la Barrosa.
Según sean tus circunstancias personales te interesará más acudir a una playa u otra. Te damos las claves para elegir bien:
Playa de Castilnovo
Se sitúa junto al río Salado y recibe este nombre por la torre de vigía situada en la misma playa. Es una franja virgen, poco masificada, sin chiringuitos ni torre de vigilancia… por lo que se ha convertido en una de las favoritas para practicar naturismo o nudismo.
Playa de los Bateles
Es la playa más cercana al pueblo, se sitúa a lo largo del paseo marítimo, y podrás dejar el coche aparcado junto a la misma. Ten en cuenta que es muy ancha y tendrás que andar un poco hasta llegar al agua. ¿Lo mejor? Tiene pasarelas de madera, chiringuitos, baños y vigilancia.
Playa de la Fontanilla
En esta playa no tendrás que andar tanto para llegar al agua y también dispone de aparcamiento junto a la misma. Su ambiente es familiar y cuenta con excelentes restaurantes. A continuación de La Fontanilla se sitúa una franja denominada El Roqueo, suele ser más tranquila aunque en el agua hay rocas que dificultan el baño.
Playa Fuente del Gallo
Es una de las playas más singulares porque está protegida por altos acantilados. Es una buena opción cuando sopla el viento de levante. Se debe tener cuidado con posibles desprendimientos y no colocar la sombrilla junto al acantilado. Tiene un chiringuito en verano desde donde ver los bonitos ocasos gaditanos.
Cala del Aceite y otras calas de Conil
A partir de la Fuente del Gallo se suceden una serie de calas: en primer lugar, Puntalejo y cala de Aceite; y pasado el puerto pesquero, las calas de Poniente o de Roche. Todas son muy recogidas, con cierta dificultad para aparcar y con un acceso más complicado. No suelen disponer de vigilancia, a excepción de la cala de Aceite (con chiringuito baños y alquiler de kayaks y tablas de paddle surf), los servicios son mínimos. Eso no quiere decir que no sean recomendables, que lo son, sino que no son adecuadas para todo tipo de público.
Dónde comer en Conil
Es difícil elegir los mejores restaurantes para comer en Conil porque el nivel gastronómico de la población es muy alto. Para empezar, antes de llegar, te sugerimos conocer la Venta Melchor (N-340, Km 18), que ofrece una carta tradicional de alto nivel y un excelente tratamiento del atún rojo.
Otras referencias que no defraudan en el pueblo son: para tapear, Bar Los Hermanitos (calle La Virgen); con mesa y mantel, Bar Juan María (calle Cádiz, 32), Blanco y Verde (Rosa de los Vientos, 14), La Azotea de María (calle Cádiz, 9) y Feduchy Lounge (Pascual Junquera, 2). Para comer o cenar con vistas al Atlántico, están La Fontanilla y Casa Francisco, en la playa de La Fontanilla, y El Mirador del Roqueo, en la playa de El Roqueo. Los tres están especializados en cocina marinera aunque también sirven buenas carnes y arroces.
Si, por último, quieres llevarte algún recuerdo, en la calle Cádiz y aledaños encontrarás numerosas tiendas donde venden artesanía. Y si prefieres un producto gastronómico, dirígete a Caur Productos Artesanos (Laguna, 15) donde encontrarás delicatesen de toda la provincia y está todo el año abierto, no solo en temporada alta.
De fiesta en Conil
Los más jóvenes también encuentran en Conil un excelente destino donde la fiesta se alarga hasta altas horas de la madrugada. Fundamentalmente, los pubs más animados se sitúan en el casco antiguo, en el entorno de las calles Cádiz, Ancha y José Tomás Borrego (más conocida como calle del Peñón). Si eres más de discoteca, acércate a Ícaro, un clásico renovado del pueblo.
Qué se puede visitar cerca de Conil
Conil es un buen campamento base para emprender excursiones por los alrededores, tanto a otros pueblos costeros como Vejer, Barbate, Zahara de los Atunes, Chiclana, San Fernando, Tarifa, etc. como a los pueblos blancos de la Sierra de Cádiz, a sólo una hora y media.
Vejer de la Frontera
A pocos kilómetros de Conil se sitúa Vejer, una población blanca encaramada a una colina. Sus empinadas calles y patios adornados con flores, las reminiscencias árabes que quedan por doquier, y su gran abanico de bares y restaurantes la convierten en una excursión ideal. A los pies de esta villa se extiende la playa de El Palmar, una de las ensenadas más demandadas por los surfistas en los últimos años. Entre chiringuitos, bares, academias de surf y muy buen ambiente se te pasará el día volando.
Barbate, en la ruta del atún
La carta de presentación de este pueblo costero son sus playas, espacios naturales y buena gastronomía. A pesar de que no es el más demandado de la costa gaditana, Barbate cuenta con una variedad turística muy interesante. En este municipio se encuentra Caños de Meca, uno de los lugares míticos del litoral, y también el Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate, un espacio protegido donde emprender numerosas rutas naturales. A todo ello hay que sumar el núcleo de Barbate, que destaca por su componente gastronómico. En este lugar no te pierdas una visita a su mercado de abastos, al puerto pesquero, a sus restaurantes gourmet, y a la industria especializada en atún rojo de almadraba.
Ruinas de Baelo Claudia y playa de Bolonia
Combinar los días de playa en Conil con visitas culturales es una opción ideal para las mentes inquietas. Una de las propuestas más recomendables es acudir a Baelo Claudia, una antigua ciudad romana que se sitúa entre Tarifa y Zahara de los Atunes. En el centro de interpretación de Baelo Claudia te entregarán un plano para seguir las sendas señalizadas e identificar las construcciones, el foro, los templos, las termas, etc. entre las ruinas.
Justo al lado de Baelo Claudia se sitúa la playa de Bolonia, para muchos la más bonita de Cádiz. Disfruta de su arena blanca, su inmensa duna y sus aguas frías pero cristalinas. Cuando regreses a Conil, puedes parar en Zahara de los Atunes para disfrutar de ricas tapas en alguno de sus muchos establecimientos.
Cádiz, un paseo por la Historia
En unas vacaciones en Conil siempre hay que reservar un día para conocer la capital de Cádiz. El tamaño de su casco histórico permite que te olvides del coche y puedas ir caminando a todos los lugares. Comienza por el entorno de la Catedral, y sube a su torre para tener la mejor panorámica de la ciudad. Sigue por barrios como El Pópulo, quizás el más antiguo de Europa, y el de la Viña. Visita el mercado de abastos, con sus impresionantes pescados; y la torre Tavira, una de las pocas de España con una cámara oscura. Y no te vayas sin darte un baño en La Caleta, la playa urbana más querida de los gaditanos.