Importante epicentro del flamenco, imprescindible en su nacimiento y desarrollo, Cádiz atrae a viajeros de todo el mundo. Llegan a la región cautivados por la leyenda flamenca, por su colorido, espectacularidad y dramática puesta en escena. Recorrer la región a través de las intensas rutas del cante jondo es otra manera de conocerla, a ritmo de soleás y bulerías.

Cuna de grandes intérpretes como Lola Flores, Rocío Jurado, Camarón de la Isla, Paco de Lucía, José Mercé, Sara Baras y tantos otros, Cádiz atrapa porque ha sido tocada por el duende del flamenco. Las bulliciosas peñas en los barrios, los tablaos con sus espectáculos y las actuaciones espontáneas en las calles, son una sorpresa permanente. Las ferias y festivales se suceden a lo largo del año. Son una invitación a descubrir nuevos talentos, a celebrar esta expresión artística tan apegada a la cultura andaluza.

  1. Flamenco en Cádiz, de peñas y tablaos
  2. Puro Arte, inmersión en Jerez
  3. La Cava, punto de encuentro en Cádiz
  4. Rumbo al flamenco de Jerez
  5. Fiestas y tablaos flamencos en Jerez
  6. Tras las huellas de Camarón de la Isla
  7. En recuerdo de Paco de Lucía
  8. El Lerele, un café cantante
  9. Dónde dormir en Cádiz

Flamenco en Cádiz, de peñas y tablaos

Hablar del flamenco en Cádiz es recorrer una amplia geografía con enclaves privilegiados. El Puerto de Santa María, Puerto Real, San Fernando, Chiclana y Jerez de la Frontera son lugares a los que el aficionado inquieto debe acudir. Si nos quedamos en Cádiz capital es recomendable acercarse a cualquiera de los tablaos y las peñas de la ciudad, abiertas hasta altas horas de la madrugada. No hay mejor plan que disfrutar del cante jondo mientras se come y se bebe un buen vino.

Es recomendable perderse por las calles y dejarse guiar por la intuición y por el consejo de la gente del lugar. El poeta gaditano Rafael Alberti se refería en sus memorias a la búsqueda de esos “rincones de cante jondo”, de esas “tabernas ocultas” que se encuentran por todo Cádiz. Quien prefiera ahorrarse ese paso, podrá dirigirse, por ejemplo, hasta la Peña Flamenca Juanito Villar, un auténtico restaurante gaditano con flamenco en vivo. Se encuentra en el borde de la playa de la Caleta y es muy visitada por los gaditanos en busca de las más jóvenes promesas del flamenco.

Puro Arte, inmersión en Jerez

Gran parte o incluso la totalidad del flamenco es emoción, sentimientos desnudos sobre un tablao donde cantantes, guitarristas y bailaores muestran una energía que se nos antoja ancestral. Para vivir esa experiencia de primera mano e interactuar en la medida en la que queramos existe un espacio denominado Puro Arte en el que el espectador no sólo admira la escena y disfruta con la atmósfera sino que puede participar. Está situado en una bodega del siglo XVIII de Jerez de la Frontera y tiene propuestas tan interesantes como Flamenco desde el alma que incluye un espectáculo y un menú Puro Arte con una bebida. Otra un poco más completa es la opción de Flamenco con comida o cena y vinos de Jerez que añade a la anterior una cata de vinos de Jerez (fino, oloroso y cream). Y, por último, Flamenco con comida o cena y clase privada de iniciación al baile, con espectáculo, menú, cata y clase de baile. Esta experiencia tiene una duración de 3 horas y 10 minutos y saldrás enamorado del flamenco si aún no lo conoces.

flamenco en cadiz
Tablao Puro Arte

La Cava, punto de encuentro en Cádiz

Un lugar destacado merece La Cava, uno de los tablaos más conocidos de la capital, ubicado en el centro, en un antiguo teatro del siglo XII. Todo tipo de público, lugareños y foráneos, acuden al lugar a degustar su comida. Mientras, en el escenario, se desarrollan actuaciones en vivo. En la decoración del espacio llama la atención una colección de más de 150 fotografías originales. Las imágenes recuerdan a algunas de las figuras más destacadas de la historia del flamenco en los últimos cincuenta años.

Otros lugares, menos turísticos y tradicionales, donde se puede disfrutar de un espectáculo de flamenco, entre otras ofertas musicales, son el Café Teatro Pay Pay, en la bahía de Cádiz, o el Cambalache, donde el flamenco convive con el jazz.

Rumbo al flamenco de Jerez

El corazón del flamenco gaditano hay que ubicarlo en Jerez de la Frontera. La localidad está impregnada de sabor gitano y en ella se percibe la fuerza y el sentimiento íntimo que emana de esta expresión de la cultura popular andaluza. En el barrio de Santiago, el más castizo junto al de San Miguel, se encuentra el Centro Andaluz del Flamenco. Está ubicado en el dieciochesco palacio de Pemartín. Sus instalaciones cuentan con una moderna tecnología digital que permite profundizar en las claves del flamenco. En el mismo destaca su biblioteca especializada y su importante fonoteca.

Dos de las rutas más destacadas por los territorios flamencos, ideadas por la Junta de Andalucía, pasan por Jerez. La ruta del Compás del Tres por Cuatro se centra en los cantes básicos, en los palos de la soleá y la bulería. La ruta de la Bajañí, como se conoce a la guitarra en la jerga gitana, tiene como objetivo un acercamiento a los orígenes y la historia del instrumento.

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«Bailaora» flamenca

Fiestas y tablaos flamencos en Jerez

Jerez de la Frontera es conocida por ser una de las ciudades andaluzas que ha dado más y mejores cantaores, bailaores y guitarristas a la historia del flamenco. De aquí proceden intérpretes como Lola Flores, Manuel Morao, José Mercé o la Paquera de Jerez. Los recitales de cante jondo llenan la agenda vibrante de las numerosas peñas que se reparten por los distintos barrios.

Los amantes del flamenco acuden hasta aquí para disfrutar de dos citas imprescindibles. La tradicional Fiesta de la Bulería se celebra durante el mes de septiembre y el Festival Internacional de Jerez tiene lugar durante los meses de febrero y marzo. Entre los tablaos más populares destacan el tablao flamenco Puro Arte, cerca de la plaza de toros; la peña flamenca La Bulería; el tablao flamenco Cale y el tabanco El Pasaje, este último un antiguo despacho de vinos.

Tras las huellas de Camarón de la Isla

El entorno gaditano está lleno de nombres célebres, de memorias que siguen latiendo. No son pocos los adictos al flamenco que acuden a la provincia para visitar los lugares donde Camarón de la Isla, nombre artístico de José Monge Cruz, desarrolló su vida y su carrera. El recorrido sentimental arranca en San Fernando, su localidad natal, en la calle del Carmen. Una estatua en su honor, del escultor Antonio Mota, homenajea al cantaor gitano. Y una peña flamenca lleva el nombre de quien recibió, a título póstumo, en el año 2000, la Llave de Oro del Cante.

En la ruta Camarón hay un lugar de obligada visita, la Venta de Vargas, donde se dio a conocer de niño. Muestra fotografías de la vida del intérprete y sigue programando actuaciones de flamenco. Camarón está enterrado en un panteón del cementerio local, obra de Manuel Correa y Alfonso Berraquero.

En recuerdo de Paco de Lucía

Cádiz también recuerda a Paco de Lucía. En muchos puntos de la región se pueden rastrear sus pasos. En la plaza del Ayuntamiento de Algeciras, donde nació, se le recuerda con una estatua. El conservatorio lleva su nombre y, a las afueras de la localidad, se sitúa el cortijo de la Almoraima, donde se inspiró para componer una de sus más bellas bulerías.

Los admiradores del artista pueden seguir sus huellas hasta San Fernando, donde se encontró con Camarón, quien fue durante un tiempo su compañero artístico. Ya en Jerez de la Frontera, en locales como el bar Arco de Santiago, lugar de encuentro de los maestros de la guitarra y el cante, se le sigue recordando. El recorrido termina en Sanlúcar de Barrameda, en el bodegón A Contratiempo, otro espacio que acoge a los mejores guitarristas y cantaores de la provincia.

El Lerele, un café cantante

El arte gaditano se traslada por todos los rincones de la provincia, y encontrar un bar, tablao o peña donde se viva el flamenco es muy sencillo. Si vas a El Puerto de Santa María te sugerimos visitar el Café Cantante El Lerele, un espacio donde el flamenco es siempre el protagonista. El espectáculo en este lugar suele durar algo más de una hora en la que el pequeño teatro vibra de emoción ante el espectáculo que se produce en el tablao en el que cinco artistas (un cantaor, dos bailaoras y dos guitarristas) transmiten todo el sentimiento de la tierra. Se puede asistir sólo al espectáculo o también tapear o tomar unos vinos. Además, El Lerele también organiza jornadas y eventos culturales para apoyar este arte.