En alguna ocasión habrás utilizado la expresión “viva la Pepa”. Y es posible que también conozcas la procedencia de esta coletilla tan nuestra. Esta locución tiene su origen en la fecha del 19 de marzo de 1812, festividad de San José y santo de los Josés y las Josefas, también Pepes y Pepas. Y “viva La Pepa” era el grito que proferían los liberales tras adherirse a la Constitución de Cádiz, la primera carta magna promulgada en España y conocida popularmente como “La Pepa. A pesar de que sólo estuvo en vigor dos años, fue un hito en la historia de España, puesto que además era una constitución muy liberal para la época y establecía que la soberanía nacional o el poder recaía en el pueblo. Un antecedente democrático que fue clave para nuestro país.
En Cádiz se firmó la Constitución de 1812. Por eso, la ciudad cuenta con un museo dedicado a las Cortes de Cádiz, que nació en 1912 para conmemorar el primer centenario de la primera Constitución Española.
- Homenaje a las Cortes de Cádiz
- Una maqueta de Cádiz del siglo XVIII
- Un cuadro a los 100 años de las Cortes de Cádiz
Homenaje a las Cortes de Cádiz
El Museo Iconográfico e Histórico de las Cortes y Sitio de Cádiz, que es su nombre completo, consta de tres plantas en las que se exponen muchos objetos de los siglos XVIII y XIX relacionados con la invasión de las tropas napoleónicas entre 1810 y 1812 y, por supuesto, con la promulgación de la Constitución de la que hablamos. Hay múltiples piezas, armas, documentos constitucionales, medallas, banderas… que integran una extensa e interesante colección que permite al visitante echar la vista atrás y trasladarse hasta el Cádiz de hace dos siglos. Un museo muy didáctico que es de visita obligada si quieres conocer un momento extraordinario de la historia de Cádiz y de España.
El magnífico edificio que alberga el Museo de las Cortes de Cádiz fue concebido por el arquitecto Juan Cabrera Latorre, quien lo dotó de una fachada de inspiración neoclásica con una balconada central. En su interior, el elemento que más destaca es el hierro, y de este metal está realizada su espectacular escalera, que sirve de unión entre las dos salas principales.
Una maqueta de Cádiz del siglo XVIII
En la primera planta se encuentra una de las joyas del museo. Se trata de una maqueta de la ciudad de Cádiz de finales del siglo XVIII. Fue realizada en escala 1:250 por varios artesanos bajo el mando del ingeniero militar Alfonso Jiménez en 1777 y por encargo del rey Carlos III. En su construcción se usaron maderas nobles (caoba, cedro y ébano) y materiales preciosos como la plata y el marfil. Sorprende su gran tamaño, pero sobre todo los detalles de los edificios, que permiten conocer cómo era Cádiz, histórica y urbanísticamente, en aquella época.
También se exponen piezas arqueológicas, cerámica precolombina, dibujos, grabados y un interesante mascarón de proa del siglo XVII que representa a la virgen del Rosario.
La segunda planta del Museo de las Cortes de Cádiz cuenta con una pasarela que permite contemplar, a vista de pájaro, la maqueta del piso inferior en todo su esplendor y a vista de pájaro. Además, alberga (también en la tercera y última planta) mapas y planos, trajes de época, armas, escudos y toda clase de documentos de un alto valor histórico y documental.
Un cuadro a los 100 años de las Cortes de Cádiz
Entre todos sus tesoros, sobresale poderosamente un cuadro que se encargó para conmemorar el primer centenario de “La Pepa” al pintor gaditano Salvador Viniegra, que se titula “Promulgación de la Constitución de 1812”. Esta obra representa la primera lectura pública del texto constitucional el 12 de marzo de 1812. Llama la atención cómo todos los personajes presentes en el lienzo expresan una enorme alegría con sus brazos y sombreros en alto. Además, en el mismo están representadas todas las clases sociales, que se resumen, por un lado, en los diputados y, por otro, en el pueblo.
Este cuadro, junto a la obra “El juramento de las Cortes de Cádiz”, firmado por el pintor José Casado de Alisal y que se expone en el Congreso de los Diputados de Madrid, son las dos únicas pinturas que representan este hecho histórico que cambió para siempre la historia de España. Este último lienzo inmortaliza el momento en el que los diputados que redactaron el texto de la Constitución, que se promulgaría dos años más tarde, juran lealtad en la iglesia de San Pedro y San Pablo, en la ciudad gaditana de San Fernando, el 24 de septiembre de 1810. Fue durante la Guerra de la Independencia española contra las tropas de Napoleón.